Capítulo 4

Hoy es la reunión con las personas del club, asumo que no vendrá una sola así que me pongo mi mejor traje y hablo con mi secretaria para que los atienda de la mejor manera posible.

Lo bueno de todo esto es que siento que estoy un paso mas cerca de encontrarme con Patricia, lo malo es que mi secretaria no deja de insinuárseme desde ese día y lo peor es que he tenido que hacer uso de una gran fuerza de voluntad para no hacerla mía aquí mismo.

Esa mujer tiene un cuerpo de infarto y no puedo negar que es hermosa, tiene un hermoso cabello negro que le llega a la cintura y que siempre está perfectamente peinado, su piel es blanca y sus ojos tienen un hermoso azul que provoca hundirse en ellos, pero no debo acercarme de esa manera a ella y no porque no quiera sino porque me traería muchos problemas en el futuro.

Prefiero tener mis aventuras fuera de la oficina, para evitar cualquier tipo de denuncia por acoso, aunque el otro día la encontré totalmente desnuda en la silla de mi escritorio y por mi mente pasaron mil formas de hacerla mía, pero me resistí y le tuve que decir que me gusta el sado fuerte y por eso es que pago por sexo, creo que la asusté con algunas cosas que le dije.

El resultado fue que aún sigue mostrándose sexy ante mí, aunque ya no está tan lanzada, por lo que me da una excelente vista a su escote y a sus maravillosas piernas.

Las personas del club llegaron puntualmente a la hora indicada y fueron pasado a una de las salas de juntas, debo indicar que la planilla parecía mas la de un crédito bancario que la de solicitud de una membresía, a la vez que me pidieron una serie de documentos que estuve a punto de negarme rotundamente.

Esto es lo ultimo que hago por acercarme a Patricia y estoy decidido que si no resulta voy a tomar a mi secretaria o a la primera mujer que me pase por el medio para hacerla mía por una semana seguida, desde que estuve con Fany no he podido estar con ninguna otra mujer, hay algo en mi que evita el sexo con otras mujeres y eso me tiene frustrado.

La reunión transcurrió algo tranquila, me sentía como en una entrevista de trabajo y quería que se terminara lo mas pronto posible, no me pregunta esa metódica en la que me llenan de preguntas y comienzan a anotar en un papel todas las respuestas, me hace sentir juzgado de alguna manera.

Al finalizar se llevaron la carpeta que les entregué con lo que me habían solicitado y me dijeron que mas tardar en una semana me estarían dando respuesta y tal como lo predijeron así fue, en una semana me estaba llegando una carpeta con mi aceptación como miembro del club.

En dicha carpeta estaba mi carnet, un folleto explicativo con los detalles de lo que se puede hacer en el club y una invitación para una fiesta de bienvenida para los nuevos socios.

Sentía que estaba haciendo un montón de cosas por encontrar a alguien que apenas me había mirado y que no sabía si quería volverme a ver, de todos modos, prefería encontrarla y que me dijera que no quería nada conmigo que seguir sin saber donde estaba y con esta incertidumbre de lo que podría suceder.

Esa noche salí tarde de la oficina y me fui directo a casa, al llegar me fui directo a mi habitación me desnudé y me metí en la ducha, de pronto siento unas manos acariciar mi pecho y cuando volteo vi que era Fanny, pero había cambiado se había puesto el cabello castaño, era un color muy parecido al de Patricia y no sé si era el tiempo que tenia sin estar con una mujer o verla tan parecida a ella que tuvimos sexo toda la noche, tenia tiempo que no me sentía así con nadie.

Su perfume era el mismo que ella usaba y el color de su cabello, eso hacía que imaginación volara y sentía que le hacia el amor a ella, para mi y para mi cuerpo no era Fanny era Patricia quien estaba conmigo en ese momento.

Al día siguiente desperté y vi quien en realidad había estado en mi cama, lo que hizo que me levantara rápidamente y me fuera directo al trabajo, a media mañana Fanny me llamó para decirme lo feliz que estaba por la reconciliación que habíamos tenido y que me había extrañado mucho durante el tiempo que no estuvimos juntos.

Ernesto: Fanny anoche la pasamos muy bien, pero te recuerdo que no tenemos una relación, tu y yo solo tenemos sexo ocasional y no quiero que confundas las cosas

Fanny: no me importa, yo quiero lo que tu quieras siempre que no me eches de tu lado, no sabes lo mal que me sentí cuando no me volviste a llamar, pensé que me habías cambiado por alguna prostituta

Ernesto: no tengo porque explicarte lo que haga o deje de hacer con mi dinero y mi vida sexual

Fanny: hablando de dinero, me da mucha pena, pero te llamaba para decirte que no me ha salido nada de trabajo este mes y no sé si podrás ayudarme económicamente con algunos gastos, solo por este mes, en lo que pueda te pago cada centavo

Ernesto: ¿lo que estas haciendo no es lo mismo que hacen las prostitutas? Tuvimos sexo anoche y hoy me estas pidiendo dinero, por lo menos ellas tienen tarifas

Fanny: ¡nesty me ofendes! ¿Cómo me puedes estar comparando con una prostituta? Yo te lo voy a devolver en lo que me salga un empleo

Ernesto: llevamos meses conociéndonos y nunca has trabajado, si voy a pagar por sexo voy a decidir cuando y donde tendré sexo contigo, no quiero que vuelvas a ir a mi casa sin invitación

Fanny: nesty no me trates así, tu sabes que lo que tu y yo tenemos es especial

Ernesto: tu y yo no tenemos nada, solo sexo ocasional y ya te transferí, quiero que sepas que es la ultima vez, de mi no vuelves a ver ni un solo centavo

Fanny se despidió de mi un tanto melosa y me di cuenta de que solo estaba conmigo por el dinero que le podía dar, por lo que si quiere ser tratada de esa manera, entonces así será.

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