Capítulo 19

las horas pasaban en la espesa noche cuando un ¡BOOM! hizo retumbar las paredes de la gran mansión zaytseva, el alarmante palpitar del corazón de Irina la hizo ponerse de pie de inmediato mirando hacia todos lados buscando como defenderse pues ya sabia lo que se aproximaba, Franco se lo había dejado muy claro, la cosa era, que en ese instante no quería ser llevada lejos aunque debía, afuera el caos se desataba como una guerra creciente con artillerías pesadas y hombres dispuestos a dar su vida por algo que para ella resulta un poco exagerado, si, era su vida pero quien en su sano juicio iniciaría un desastre de esta magnitud solo por una mujer? se preguntaba aún inmóvil en el lugar donde se encontraba junto a la ventana de su habitación, ¿realmente era tan importante para Leonid como parecía? una calidez fugaz cruzo su corazón de solo pensar que le podía importar a alguien a tal magnitud

pero tan rápido como ese pensamiento apareció, así de rápido se esfumó, aunque disfrutará de las atenciones y el sexo que le proporcionaba el apuesto y sexi mafioso, la imagen de sus padres siendo acribillados a balazos por la espalda la devolvió de forma brusca a la realidad, tanto Leonid como Franco son mis más grandes enemigos aunque ellos lo ignoracen y como se que la capacidad y poder de Leonid esta por encima de la de Franco, tengo que hacer las cosas más fáciles para el, a continuación decidió salir de la habitación y tras noquear a algunos hombres de Franco con su arma se dejó caer a los pies de Vitto siendo arrastrada como tal mujer débil que quería aparentar

-¿ crees que puedes sacarme de aquí con tal facilidad?-

- ya te tenemos, ¿ no es así? mi jefe estará de buen humor mañana-

- Leonid les cortara la cabeza a todos ustedes, después de todo yo soy su prometida-

- pues al parecer ya no, andando- ordenó Vitto al resto de los hombres con prisa, sabía que era cuestión de tiempo para que la furia de Leonid se desatara y no quería estar cerca

mientras tanto Leonid culminaba su trato con su nuevo espía, cuando un Rocco pálido y desesperado corrió hacia el con las palabras atascadas del miedo en su garganta

- Habla- ordenó la voz pedante de Leonid con un tono amenazante de ante mano

- señor, malas noticias, los hombres de Franco irrumpieron en la mansión, se llevaron a la señora-

la mirada fría y espeluznante que caracterizaba al hombre se hizo presente de inmediato, llenando la habitación de un aura amenazadora

- andando, tú, averigua donde está o esos cinco millones será lo último que toques en tu vida-

- si si, enseguida-

el hombre arrogante que al principio llegó confiado, corrió despavorido a cumplir las órdenes de su nuevo jefe ¿ y quien no? después de todo Leonid no se había ganado el apodo de demonio por nada

Yuri quien ya sabía el infierno que se avecinaba no tuvo más remedio que mantener la boca cerrada y escuchar con atención las órdenes de su hijo, después de todo Franco no sólo había faltado a su palabra, sino que también se atrevió a atacar su preciada mansión, el único lugar donde aún podía sentir el aura de su difunta esposa, definitivamente los Bennati ya no eran de su agrado y es que no había cosa más estúpida que un Padrino que no era capaz de controlar al inútil de su hijo, Luca ya había perdido el toque, ante sus ojos se había vuelto débil y dócil

- al llegar a la mansión quiero un reporte inmediato, quiero saber que demonios pasó y quiero saberlo sin pérdida de tiempo-

- si señor, lo que se hasta ahora es que hicieron volar la entrada principal-

la respuesta de Rocco solo obtuvo una mirada amenazadora, el hombre estaba a punto del colapso mental, se supone que la seguridad estaba perfecta esa noche

en la despiadada mente de Leonid pasaba todo tipo de formas en las que podía destripar a Franco, el joven inmaduro que alguna vez fue su amigo se había convertido en su dolor de cabeza y lo único que tenía claro era que lo tenia que pagar muy caro, esta vez ni Luca lo haría retroceder

la enorme mansión Zaytseva se quedó en un silencio sepulcral cuando el imponente hombre bajo del auto con los puños apretados, nadie se atrevío a mover un solo musculo, ni siquiera a levantar la cabeza

- señor me informan que los hombres de Franco no llevaron a la señora al aeropuerto, las camionetas se desviaron en dirección al punto de descarga-

-¿ así que aun no han salido de aquí?-

- al parecer no-

- andando, prepara las camionetas-

Rocco no tuvo que hacer mucho, en cuanto los hombres escucharon las palabras de su jefe se apresuraron a hacer su trabajo, Leonid por otro lado se apresuró a llegar a su habitación, con rápidos movimientos saco de la caja fuerte una hermosa caja de terciopelo, dentro estaba la huella del anillo de bodas de Irina y, debajo de la tela guardaba un pequeño círculo que funcionaba con reconocimiento de voz, era el dispositivo rastreador, tomó el pequeño objeto y se apresuró en bajar rumbo a perseguir a esos desgraciados

mientras tanto en las afueras de la ciudad vitto con un terrible presentimiento, gritaba órdenes apresurado, miraba con preocupación el alto monte que cubría la casa de seguridad de descargue, era ahí donde recibían y trasladaban la mercancía en el deposito que se encontraba debajo del suelo del desgastado lugar, el frío intenso hacia que la noche pareciera más oscura de lo normal y el silencio de la noche lo desesperaba aún más

- preparen la avioneta, nos vamos ya-

del otro extremo del lugar Irina lo miraba con una expresión de burla

- estas aterrado ¿ no es así?-

- no te preocupes soy muy capaz de llevarte con mi jefe-

- ¿ aún sabiendo que Leonid acabará contigo? eso no parece muy inteligente de tu parte- sonrió burlándose del hombre, en su cara se podía notar claramente el sudor y el miedo, lo que le causaba gracia

- no si desaparecemos primero- contesto Vitto con los dientes apretados sabía que aunque la chica se burlara de él sus palabras no estaban lejos de la verdad

- bueno te estas tardando demasiado-

Y es que si los inútiles hombres de Franco no se daban prisa solo era cuestión de tiempo para que Leonid los alcanzará y terminará con ellos, su anillo de bodas era un arma que usaría más tarde para molestar aún más a ambos mafiosos si queria vergar a sus padres tenía que jugar bien sus cartas, principalmente ya tenía un título en su círculo y un lugar en la mente retorcida de Franco, al segundo siguiente fue llevada al interior de la avioneta el sonido de las turbinas eran ensodesedoras, el chirrido de las camionetas de Leonid podían escucharse, el imponente hombre bajo de la camioneta, mirando hacia el cielo, en sus ojos se podían apreciar cuchillos afilados capaces de atravesar a cualquier persona, habían despertado a la bestia

en su interior la ira crecía tal cual espinas hechas de acero sólido y en su mente se trazaban líneas y cálculos, los números y cantidades corrían de un lado a otro con rapidez ideando el golpe hacia aquel que hacía llamarse "su mejor amigo" pero que desde ese mismo instante no era más que un insignificante siervo que era acechado por un León hambriento y enfurecido, aquel cuya presa más fresca y deseada había sido arrebatada de la manera más traicionera y cobarde definitivamente venían tiempos inquietantes para ambas mafias..

En el solitario apartamento de Luca, Pantera se encontraba aún postrado en esa miserable cama a la cual deseaba poder destruir, para su ego el no poder levantarse aún, implicaba un retraso enorme y frustrante, lo único divertido para el era poder burlarse de la tensión que le causaba a la tonta mujer encargada del servicio

la pobre mujer sudaba del miedo cada que estaba en presencia de este ¿ y quien no? pues el disfrutaba dándole innumerables tipos de ordenes que ponían a prueba el limite y la capacidad de la joven, cuando la puerta de la habitación se abrió y Luca apareció en el umbral, esta respiro aliviada y se apresuró en abandonar el lugar con la charola casi intacta en su mano

- veo que te diviertes torturando a la pobre chica-

- ¿ y que más puedo hacer en esta prisión?-

- ya no estas en ninguna prisión, cuando te recuperes iras conmigo a la mansion-

- ¿ ah si, ya le dijiste a tu hijo prodigo de mi existencia?-

- Franco es tu hermano, además ese tema es irrelevante en esta conversación-

- por tu molestia me queda claro que no lo has hecho, ¿ que pasa, el gran Luca Bennati no tiene las agallas para confesarle a su hijo preferido la escoria que es?-

- ¡ SILENCIO! aunque seas mi hijo no te voy a permitir que me hables de ese modo, no se te olvide quien soy y mientras yo siga vivo se hace lo que yo diga- después de eso Luca abandono la habitación con evidente enojo

- eso ya lo veremos- en los ojos de Pantera se asomaba el hirviente odio que lo consumía día a día

El único instante en que se ablandaba su corazón era cuando recordaba a su madre y a su hermano y, a la misma vez el recuerdo avivaba más el odio y el rencor

Por su parte Luca, sabía que había verdad en las palabras de Pantera lo que hacía que lo atacara la culpa y el remordimiento, ya era hora de hablar con Franco, mientras miraba a través de la ventana del auto no encontraba tranquilidad, finalmente el auto se detuvo frente a la mansión Bennati

el auto de Franco se podía apreciar estacionado en la entrada, tras bajarse y caminar hacia el interior de la mansión se encontró al joven caminando de un lado a otro con una copa en la mano y supo que algo lo tenia intranquilo

-¿ que te sucede?-

- padre no te vi llegar-

- últimamente mantienes muy distraído ¿ puedo saber que diablos te pasa?-

- no es nada, más buen dime por que traes esa cara de tragedia ¿ a ti que te pasa?-

por un momento Luca había olvidado la conversación pendiente, se aclaro la garganta y se sirvió una copa antes de tomar asiento, Franco lo copio de inmediato notando la tensión el rostro de su padre sabía que nada bueno venía a continuación

- suéltalo ya ¿ que sucede?-

antes que nada quiero que sepas que tu madre es la única mujer que me ha importado en la vida-

Franco trago grueso ante el comentario de su padre y sin rodeos volvió a preguntar

- ¿ y a que viene esta conversación? por que dudo que sea por que de repente te invadió el sentimentalismo-

- tienes un medio hermano-

-¿ QUE DEMONIOS DIJISTE?-

pregunto el joven levantándose bruscamente

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