Capítulo 20 TIZIANO

...TIZIANO...

Soy un médico ginecólogo y obstetra que actualmente está trabajando en el hospital familiar, no es por alardear pero soy uno de los mejores especialistas de la ciudad debido a que atendí casos de altísimo riesgo sin tener que lamentar pérdidas. También dónde trabajo tiene excelentes especialistas y equipamientos avanzados que ayudan a que podamos desempeñar la medicina de la mejor y más eficiente manera para atender a nuestros pacientes.

Así es mi vida, vivo para mi trabajo y es en lo que más pienso. Tengo 34 años y soy soltero aún, no es fácil por más de un motivo encontrar una pareja estable y creo que tampoco es algo muy importante para mi ahora.

Soy a simple vista una persona muy seria y con apariencia hasta atemorizante para algunas personas. Tengo piel clara, cabello rojo, acostumbro usar barba, aveces más corta y otras veces poco más larga pero por lo general jamás me rasuro completamente.

Me gusta ejercitar pero por el poco tiempo que tengo disponible debí crear mi propio gimnasio en casa. Mido casi 1.90 y soy una persona muy fuerte, con gustos un tanto peculiares.

Asisto cuando el tiempo me lo permite al club Tentaciones, un lugar para gente practicante del BDSM, privado y acogedor. Vamos personas influyentes allí o con contactos muy poderosos por lo cual puedo afirmar que es un lugar demasiado exclusivo. Hay reglas imposibles de romper:

1) Lo que pasa en Tentaciones, se queda en Tentaciones- esto se refiere a preservar la identidad de quienes asistimos. Aún la sociedad no comprende que el BDSM es un estilo particular que muchos adoptamos porque nos hace sentir vivos, está en nuestra naturaleza. No falta el comentario de quién piensa que esto es para gente enferma, así como mil cosas más.

2) Con el fin de preservar más la identidad se usa un antifaz o máscara y un nombre falso a modo de identificación- esto es estrictamente necesario y fundamental porque si alguien que guste de la dominación asiste solo y tiene un encuentro con alguien, no podrá decir su nombre, al menos no real hasta que la contraparte defina establecer un contrato para hacer la relación segura.

3) Está totalmente prohibido generar pleitos en el lugar, así como también irrespetar el contrato de otra persona- con esto se refiere a respetar los contratos de dominante y sumisa, algo muy fácil de identificar entre quienes asisten cada noche. La persona sumisa sea hombre o mujer usa un collar y está al lado de su dominante. Si ocurre una falta el club se reserva el derecho de admisión a quien cometió la falta o sea por un periodo de tiempo o para siempre.

4) Lo que ocurre en la privacidad de cada cuarto privado le concierne a la pareja que esté allí- esto se refiere a que el club no tomará acciones en contra de una de las partes en caso de lesión física. Los cuartos son totalmente seguros y están completamente verificados para prevenir accidentes. Si esto ocurre por inexperiencia de una o ambas partes, el club no podrá ser demandado.

He tenido distintos contratos a lo largo de mi vida pero ninguno dura más que algunos meses. Soy un dominante que jamás aceptaría ser dominado.

Hace algún tiempo ya, me deslumbró la belleza de una secretaría. Ella trabajaba para un abogado que suele hacer contratos para mí, pero por más que tuve intenciones con ella, no fui correspondido. Ella era hermosa, tenía un cuerpo que cualquier hombre querría poseer en todas las posiciones imaginables e inimaginables. Toda una belleza y su nombre Ángeles, aún más morbo daba a lo que representaba. Ella acabó sosteniendo una relación con el abogado de dominantes y sumisos, los vi a los dos intercambiar roles.

Cuando los vi juntos con el collar supe que ya no tenía que intentar obtener la atención de ella. Los dos estaban en una relación que más tarde se convertiría en mucho más, porque casualmente él le propuso matrimonio y ella se enteró que estaba embarazada. Yo acabé convirtiéndome en el doctor suyo, quien llevó adelante todo el embarazo y soportó los celos del futuro padre.

Todo lo relacionado a Ángeles me acabó acercando a una paciente que es íntima amiga de ella, a quien trato hace tiempo por su enfermedad junto a otros colegas, su nombre Mariela, quien sería escogida madrina del niño de la pareja.

Fui invitado al baby Shower y acabé siendo elegido padrino, confieso que no me lo esperaba pero me alegró, son buenas personas y aunque yo no tengo hijos aún, tengo que reconocer que me encantan los niños.

Mi vida se reduce al trabajo y a ver cuándo lo deseo o cuando el tiempo me lo permite a mi sumisa, una hermosa morena que hasta ahora está conmigo, aunque no se por cuánto tiempo. No tengo tiempo ni para asistir a Tentaciones o a cualquier otro sitio, pero aún así tengo mí propio cuarto de juegos así como muchos accesorios si decido ir a visitar a mi sumisa.

No sé si pueda soportar mucho más mantener vigente el contrato porque ella me reclama tiempo y atención que no puedo darle. Primero están mis pacientes y su vida, después los placeres. Si estamos por comenzar y tengo una emergencia, así me quede con las ganas debo correr para atender a quien me requiere; esos pequeños detalles ella no los entiende y acaban con mi poca paciencia.

Soy dentro de todo tranquilo pero si alguien se mete con mi trabajo y me cuestiona profesionalmente, conocerá lo peor de mí.

Actualmente Jacob, el futuro esposo de mi paciente y padre de mi ahijado ha dejado de celar a su esposa conmigo. Al fin pudo comprender que ya no veo a su mujer de ninguna manera inapropiada. Además no traicionaría la confianza que ellos depositaron en mí ni la amistad con la madrina del niño.