Capítulo 7 DISCUSIÓN DE PAREJA

...MARIELA MELLER...

Mientras hablaba en broma con Tiziano, ocurrió algo que nos hizo terminar la conversación, Ángeles y Jacob estaban disgustados pero no comprendía por qué. Solo ví que el quería acercarse y ella lo apartaba muy enfadada.

-¿Qué fue lo que pasó?- me preguntó Tiziano

-Eso es lo que iré a averiguar- me fui detrás de Ángeles preocupada

La acompañé al baño, estaba bastante alterada pero no sabía por qué motivo y estar atrayendo tantas miradas aún la ponía más nerviosa, algo que no era bueno en su estado. La abracé sin decir nada y esperé a que se calmara para poderme contar que había hecho que su humor cambiara así de repente. Yo creía que las hormonas estaban tal vez jugándole una muy mala pasada, además del cansancio que le producia su vientre en crecimiento.

-¡Es un idiota! ¡Yo de verdad lo quería!- Exclamó enojada

-¿De qué estás hablando? Cálmate y me cuentas por favor, recuerda lo que Tiziano te dijo, debes estar tranquila

-Ya lo sé pero no entiendo por qué aún siente celos, ¿Quién va a mirarme así? No sé qué ideas cruzan por su cabeza- señalaba su vientre y sus medidas que habían cambiado notablemente

-Eres una mujer hermosa, el te quiere, no se por que discutieron pero seguro lo solucionen- seguía igual de desconcertada

-Se que sería un buen padrino, pero él y sus celos estúpidos, no se por que no entiende que es un buen médico- comprendí que ella lo quería a Tiziano de padrino mientras que Jacob se negaba

-Mariela, ¿Me dejas hablar a solas con mi prometida?- Jacob llegó tranquilo como si nada hubiese sucedido

Me fui así los dejaba resolver sus diferencias. Imaginé que Tiziano ya no estaría en la celebración pero ahí estaba tranquilo con una copa en la mano y su teléfono en la otra.

Fui a su lado, no le diría nada de lo que había sucedido, no tenía por qué revelar lo que mi amiga me dijera.

-¿Cómo está todo?- me preguntó en su papel de médico, tal parece que desconectarse de su profesión le resulta imposible

-Jacob está hablando con ella, necesitan privacidad para resolver sus diferencias- fue lo único que le dije y fui a buscar una copa para mi

Hablé con algunas personas y a Tiziano lo perdí de vista un buen rato. En lugar de él se me acercó un muchacho que parecía menor que yo, del cual no se que vínculo tiene con la familia de Jacob. Él es alguien que aunque no tiene oportunidades conmigo de ningún modo sigue allí viendo cómo hacer para acortar la distancia que yo pongo entre los dos.

-¿Aceptarías una invitación a comer? Podríamos ir el día que tú quieras, excepto del lunes al miércoles porque curso a la tarde- él me daba ternura y lástima hasta para rechazarlo, pero así me hubiese ido mal antes, yo no miraría a un hombre menor

-Yo trabajo Teo, tengo que rechazar tu ofrecimiento- le sonreí incómoda, no quería hacerlo sentir mal, pero tampoco darle alas

-¿Y a cenar?- Volvió a insistir y yo solo volví a negar

-Me halagas de verdad, pero no estoy interesada en conocer a nadie, estoy muy bien sola- esa era totalmente la verdad y el debía de comprenderlo

Me alejé fingiendo llamar a alguien porque no podía soportar verlo así de decepcionado por mi causa, aunque es mil veces mejor no darle alas a dejarlo volar y hacerse ilusiones para después romperlas sin piedad.

Vi que Ángeles y Jacob regresaron de la mano y sonriendo como si nada hubiese ocurrido, y no es por malpensada pero lo primero que imaginé es que tuvieron una linda reconciliación. Tampoco es que la imagen de mi amiga siga siendo tal cual cuando me fui del baño, sino que su maquillaje sufrió ciertos cambios.

Ellos se acercaron a Tiziano después, quien estaba ajeno a todo lo que había pasado y sonrió después, ¿Habrían llegado a un acuerdo?

(..........)

La celebración fue llegando a su fin cuando mucha gente se fue y solo unos pocos quedamos en el salón. Ángeles estaba sentada abriendo regalos, mientras que yo me había puesto a ordenar algunas cosas que ellos debían llevarse.

Tiziano estaba ayudando a dejar las sillas ordenadas en un lado del salón. Siendo un invitado, estar apoyando aquí hablaba muy bien de él, era una buena persona.