Capitulo 5

Haru se encontraba en una de las torres de vigilancia que había en los extremos laterales de la mansión, a diez metros de altura, observaba el panorama con sus binoculares, todo estaba tranquilo en las inmediaciones vecinas, de un salto se largó y cayo flexionando las piernas, sus pies se hundieron levemente en el suelo y salió corriendo, levanto su móvil marcándole a Ámbar (Su jefa)

Esta atendió a los pocos segundos— ¿Enemigos cerca? —Inquirió soltando un bostezo —Hace mucho no estoy en acción.

—El jefe dijo que destruyamos los Smart Tv y cortemos ya mismo el servicio de internet.

— ¿Qué? ¿Bromeas? Mi programa favorito empezara pronto y no puedo estar sin jugar por la noche mi Rpg unas horitas.

—Son órdenes estrictas, lo siento, algo grave sucede, le recomiendo no encenderla

—Uuuuuuuuuh...—Corto la llamada

Cuando ingreso a la sala, observo a Samanta frente al televisor, estaba en trance sentada en los grandes sillones, observaba atentamente, ni parpadeaba.

— ¿Oyes mi voz? Mírame a los ojos... conecta con mis palabras... ¿Sientes paz verdad? ¿Quieres sentirte bien? Puedo hacerte tocar el cielo con las manos.

—Si—Respondió Samanta

— ¿Quieres que alivie tu dolor? No sentirás mas penas.

—Alivia mi dolor—Musito Samanta.

Bajo la vista y camino rodeando a Samanta esta estaba mirando fijamente la televisión.

—Sam... ¿Qué sucede?

—Ahora quiero que tomen sus armas y asesinen al que tengan más cerca de ustedes, se sentirán bien...aliviare su pena.

Samanta lo observo directamente y sacó su pistola.

—Oh no...—Abrio sus ojos en grande.

Jude descendió las escaleras, comenzó a salir vapor de su cuerpo

Samanta levanto su pistola y le disparo a la cabeza, Haru desenvaino su espada y bloquee cada bala en un instante, chispazos violentos salieron por el impacto de los metales, algunas balas se desviaron e impactaron en cuadros y floreros.

— ¡Samanta hija de perra! —Vocifero Haru— ¡¿Qué te pasa?! ¡¿Quieres que te patee el trasero?! ¡Zorra mal nacida!

En la punta de los dedos de Jude se formó un arco luminoso, desprendía mucho calor, se acercó por detrás de Samanta para darle una muerte asegurada cual lanza a un animal salvaje, Haru se movió rápido, empujo a Samanta al suelo, el brazo de Jude paso por al lado suyo como una lanza filosa, desintegro parte del chaleco antibalas y partió un mesón por la mitad.

—Tsk—Rabio.

Samanta lo sujeto de la cabeza y lo observo a los ojos, sus ojos cambiaron a un oscuro color rojo.

— ¡Mierda! —Vocifero Haru.

Ambar apareció de pronto, le dio una patada en las costillas y la estrello contra la pared donde reboto y cayó al suelo.

Haru se hizo a un lado, se quedó perplejo.

Ambar sujeto el brazo de Jude, pateo su pie de apoyo y la mando al suelo, le dio un pisotón en el vientre haciéndole escupir sangre por su boca, saco detrás de su ropa su revólver, jalo el martillo de sujeción hacia atrás, la bala giro en la recamara y le dio un disparo al televisor apagándolo de golpe.

—Hacen mucho ruido...es molesto... quiero dormir... el bebe no me deja dormir... que fastidio.

—Oh, ¿quieres ayuda? —Inquirió Haru.

—Cállate, incompetente.

Haru se sento en el suelo y solto un suspiro—Menos mal que viniste, no quería lastimarlas...somos como de la familia ya.

—Oh pero si hay que golpearlas se lo hace, están acostumbradas, Zane les ha roto los huesos a diario, soportan cualquier cosa...hasta un bastón por el culo—Se carcajeo observando a Jude, la agarro de su pijama de seda rosa y la observo—No hagas ruido.

—No...—Musito desconcertada y adolorida.

—Bueno, no exageres...

Samanta estaba inconsciente y Jude tosió sangre, se agarró el vientre con mucho dolor— ¿Qué diablos...? ¡Me duele la pancita!

—Dice el jefe que las calles son un desastre, las personas se están muriendo.

Una sirena comenzó a oírse a lo lejos.

—Son los bomberos—Menciono Haru.

—Tranquilos, amorcito ya me escribió, dijo que solo usemos los Moviles para llamadas, se acabaron las redes sociales, más en mentes frágiles como la de Samanta y Jude.

—Entiendo...

—Bien hecho chino.

—Que no soy chino hija de perra.

Ambar rio—Chino cochino.

—Tsk—Rabio—Mejor me voy.

—Vaya y como arroz blanco.

— ¡Te daré una paliza si sigues molestándome! —Exclame furioso

—JIJIJIJIJIJIJI.

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