Tal vez ella sea un sueño

Aarón: hola sobrino, pensé que te habías olvidado de tu tío.

Adriano: hola tío, como estás.

Aarón: qué cara traes pareciera que te robaron la vida.

Adriano: qué cosas dices tío.

Aarón: creo que el pecado, te está consumiendo.

Adriano: Cuál pecado.

Aarón: no me viniste a decir que por fin consumaste tu relación con Luka.

Adriano: no, tío yo........

En la cocina se escuchó un grito.

Aarón: sobrino, qué tal si regresas un día de estos a conversar es que seguro mi cocinera dejó caer algo y creo que tengo que ayudarla.

Adriano: tío y sí le pasó algo.

Aarón: tranquilo, seguro, vio una cucaracha pasar y les tiene pavor.

Adriano: bueno tío, veo que estás ocupado mejor, vengo entre semana a conversar contigo.

Aarón: bueno muchacho te esperó.

Adriano, al sentirse solo, no le quedó de otra que llamar a Luka.

Adriano: hola amigo cómo estás.

Luka: bien y tu guapo. Dime cómo te ha ido con ella.

Adriano: amigo, no la he encontrado, es como si se la hubiera tragado la tierra.

Luka: amigo explícame, que no te entiendo.

Adriano le explicó a Luka como la había conocido, prácticamente le contó todo excepto las veces que hizo el amor, como lo hicieron, si en algo se caracterizaba Adriano, es que era un caballero.

Luka: amigo, no sería que lo soñaste.

Adriano: no creo todo fue tan real.

Luka: Adriano, creo que tú lo soñaste y te niegas a aceptar la realidad.

Adriano: amigo, fue tan real, yo la sentí en mi piel, sentí sus besos, me niego a creer que eso lo soñé.

Luka: amigo perdona, seguro fue por mi insistencia de querer que nuestra relación pasara a otro nivel, creo que tal vez tú soñaste que ella existe, tal vez lo que querías es no defraudar a tus padres, ese día me contaste que tus padres te fueron a visitar seguro esa fue la razón de tu sueño.

Adriano comenzó a llorar, amigo de verdad, yo la sentí en mi cuerpo, yo besé cada parte de él, yo la acaricié, yo la hice mía por primera vez.

Luka: amigo, si fuera así tú crees que ella no te hubiera buscado, dime si ella realmente existe porque se alejó de ti, acaso tú le hiciste o dijiste algo.

Adriano: ¡no! Ella solo desapareció.

Luka: entiendes lo que te digo Adriano, a lo mejor ella nunca existió y tanto te han dicho tus padres de la tal corriente que por esa razón soñaste con eso, amigo, si fuera cierto, créeme ninguna mujer dejaría ir a un hombre como tú.

Adriano le colgó a su amigo y comenzó a llorar, Él se negaba a creer que ella fuera un sueño, así se quedó dormido en su apartamento. Al rato llegaron, sus padres tenían días de no saber de él, cuando llegaron vieron a su hijo durmiendo con los ojos todos hinchados.

Sarah: Mi niño despierta, dime qué te pasa.

Stefano: Adriano abre los ojos y no preocupes a tu madre.

Adriano despertó y dijo: mama, papá se puede soñar con el amor.

Sarah: a qué te refieres.

Adriano: si uno puede soñar con la persona que quiere amar.

Stefano: ay hijo yo, la única vez que creí que soñé con el amor de mi vida resulta que todo lo que viví con ella era real.

Sarah: ¡ja, ja, ja! Si el tonto de tu padre creyó que en las noches soñaba conmigo, la verdad fue que yo siempre fui a su habitación a seducirlo, aparte que en ese momento era tan encantador.

Adriano le hizo un gesto a sus padres, ya que la verdad no le ayudaban en nada.

Adriano: eso quiere decir que ella si existe.

Sarah: bueno, mi mamá me dijo que cuando conoció a mi padre ella tuvo muchos sueños con él.

Adriano: madre, pero se conocieron, yo lo que te digo es que si uno puede soñar con alguien que nunca ha visto.

Sarah: no, mi niño nunca he escuchado que a alguien le allá pasado.

Adriano se puso triste, pero trato de disimular en frente de sus padres.

Adriano: y que hacen aquí.

Stefano: venimos por qué Luz dice que hace días no ve a su tío preferido.

Adriano: me esperan para cambiarme y acompañarlos.

Sarah: ve cariño tu padre y yo te esperamos.

Cuando Adriano fue a cambiarse, sus padres se quedaron conversando.

Stefano: muñeca, sabes lo que le pasa a nuestro hijo.

Sarah: Amor no tengo idea, lo malo es que no se quiere abrir con nosotros y contarnos que es lo que le pasa.

Stefano: tienes razón, será que se peleó con el tal Luka.

Sarah: ojalá, ese chico nunca me ha agradado, creo que él siempre ha enredado a Adriano.

Stefano: bueno, no hablemos más, no quiero que él nos escuche y se enoje.

Sarah: sabes Stefano cada vez te pones como el vino.

Stefano: muñeca y tú no sabes lo mucho que te amo, eres la razón de mi vida, aparte de mis hijos.

Adriano al acercarse a sus padres los vio besándose, luego les dijo: no están cansados de tanta miel.

Stefano: para nada esta mujer, cada día me enamora más.

Sarah: yo que te puedo decir hijo, este hombre siempre será el amor de mi vida, algún día lo entenderás.

Adriano: bueno, vamos que no quiero hacer esperar a la princesita de la casa. Creo que la llevaré al parque a comerse un helado.

Sarah: me parece bien, así tú también despejas tu mente.

Cuando los tres llegaron a la casa de Alessia, la niña se le abalanzó a su tío.

Luz: tío guapo por qué no has venido a verme.

Adriano: mi hermosa Luz es que tu tío estaba de viaje y hasta hace poco regresó.

Luz: tío, me llevas al parque a jugar, es que hace días mami no me lleva.

Alessia: Luz, dile a tu tío porque no te he vuelto a llevar.

Luz: mami se enojó porque fui a ver a una señora que estaba llorando, entonces le di una flor y le dije que no llorará más por qué su cara se iba a poner fea, pero yo lo único que quería era que ella dejará de llorar.

Adriano: hermana y por eso castigas a la niña.

Alessia: Ay hermano te veré cuando tengas tus propios hijos, verás que llegas a desconfiar de todo el mundo.

Adriano: bueno, Luz, vamos a prometerle a mamá, que no te acercaras a nadie y si lo haces estarás siempre de la mano de tu tío.

Luz: mami, te prometo que si le regaló una flor a otra persona, mi tío estará sujetando mi mano.

Alessia: bueno, está bien, Adriano cuídala mucho.

Adriano: tranquila hermana.

Cuando ambos se fueron, Sarah le dijo a su hija.

Sarah: gracias hija, creo que hoy más que nunca Adriano necesita de su familia.

Alessia: si mamá lo noté, creo que algo le pasa a mi hermano.

Cuando iban caminando en el parque Adriano le pareció ver a la mujer de su sueño, en aquel instante, Luz se precipitó al suelo y él se agachó para recogerla, cuando volvió a dirigir la mirada a ese lugar no la vio, pensando que tal vez era su imaginación que le estaba jugando una mala pasada.

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