Capitulo 19. Falsa Alarma.

Angélica y Lucio se despertaron al mismo tiempo. La doctora si estaba cohibida por la forma que durmió apretada a Lucio, no lo demostró.

Su preocupación era el Dr Romano que les pidió acompañarlos a su despacho. En ese trámite fueron y Lucio encontró a Paula y a su padre esperando pacientemente. También llegaban Ali y Rubí , así que tanto Lucio como Alejandra se lavaron brevemente la cara en el baño del hospital y fueron por nuevas novedades.

El doctor pareció feliz. Angelica miró con ansiedad los nuevos resultados de laboratorio y eran excelentes. Si bien, Lucio había recibido una transfusión de noche, era imposible tanta mejora. Algo había estado erróneo desde el principio.

Los médicos se pasaban los estudios y sus caras de asombro fueron demasiado para Lucio.

_ ¡Qué pasa ! Pueden explicar ! Está mal mí hijo ! - dijo casi gritando.

_ Al contrario. El pequeño está muy bien.

Descartamos por totalidad el pronóstico de Leucemia.

_¿ Puede haber sido por la transfusión..?

_ No. Un cuerpo enfermo de inmediato destruye los glóbulos rojos. ¡Esto fue un diagnóstico erroneo o un milagro !-- Dijo Romano.

_ Okey Dr. ¿Puedo llevar a mí pequeño a casa ?Me ha devuelto la vida esto pero me gustaría repetir los exámenes para darle el alta --dijo Angélica.-

_ Doctora, en dos horas tendríamos nuevos resultados bioquímicos. En caso de seguir siendo iguales a estos puede llevar a su pequeño a su casa.

_ Esperaremos entonces.

Alejandro Horvar dijo : ¿Me acompañas Angélica ? Necesito hablar contigo de mí nieto. Me tomo el atrevimiento de hacerlo yo porque fue a mí quien llamó el dr Romano.

_ Está bien. Dijo Angélica.

Sabía que su mundo tranquilo con su hijo cambiaría a partir de ahora. Abuelo y padre reclamarían su espacio.

_Concretamente Dra Angélica, queremos tener a mí nieto con nosotros.

_ Señor Alejandro. Usted sabe porque me he ido. He trabajo y actuado toda mí vida con la ética de la verdad. Ustedes me han mentido. O por lo menos me han ocultado la verdad.Creo que todo ha ido mal desde que usted me ofreció trabajar en su casa. Si eso no hubiera ocurrido usted hoy tendría a su nieto y yo no estaría en sus vidas. -

_ Lo sé. Pero no me arrepiento. Lucio tuvo a su madre consigo. Ahora quiero que además este con nosotros. ¿Puede usted ir a vivir a nuestra casa ?

_ No señor. Puedo vivir en su ciudad. Pueden compartir custodia con mí hijo. Pero no quiero ser parte de esa unión.

Además debo conseguir trabajo en la ciudad y un departamento para mí y mí hijo.

_ Okey. Eso es un inicio. Seguiremos con ese tema. Gracias a Dios Lucio junior está bien. Así que el resto es solo conversación y acuerdos.

Lucio Harvar había quedado junto a su hijo. Parecía estar solo interesado en el niño y no en la charla de Angélica y su padre.

Angélica le contó a sus amigos sobre la conversación.

_ Volveremos y veremos un departamento para ti. No te preocupes. Lo importante es que no intentan sacarte el niño - dijo Rubí.

_ Y yo veré un trabajo. Tranquila. Todo se solucionará - dijo Ali.

Los exámenes repetidos de Lucio Junior salieron bien y la angustiada madre quedo tranquila.

_ Te veremos pronto hijo - dijo Lucio cuando se despidió antes de que el grupo se marchara.

Angélica pasó una semana organizando su partida y despidiendo a sus enfermos. Stefan se ofreció a llevarla con todas las cajas a ella y Lucio al nuevo hogar citadino. El también vivía en la capital así que hicieron el viaje en su vehículo.

_ La doctora Angélica vine hoy - dijo Paula - el nuevo departamento queda en el barrio Los árboles. Es pequeño pero bonito. Me he ofrecido a cuidar a Lucio Junior, mientras ella trabaja.- completo.

_¿Rubi la trae. ?- pregunto serio Lucio.

_ Un amigo , el señor Stefan - dijo.- el doctor Ali ya le consiguió trabajo en la clínica - completó.

Lucio llamaba a diario a su hijo. Ella le respondía y pasaba el teléfono al niño.

_ Mí hijo ya me había avisado que vendrían - dijo - solo que no sabía que su novio le traería - completó serio.

_ He averiguado sobre Stefan Roman. Es un joyero importante de esta ciudad. En caso de que se casen mí nieto tendrá un buen hogar - dijo Alejandro Horvar.

_¡ Jamás ! ¿Entiendes papá ? - saltó Lucio de la mesa - Si se llega a casar pediré legalmente la tenencia de Lucio. ¡Yo soy el padre !--

Alejandro y Paula se miraron. Hacía años que se conocían y con las miradas se decían muchas cosas. Esa mirada concordaba que no solo eran celos de padre los de Lucio. Había algo más profundo pero ellos no dijeron nada más.

Lucio Harvar se fue a su escritorio.

Estaba peleado con su novia desde el famoso brindis y no había hecho nada por arreglar la relación. No le había llamado , no se había disculpado y tampoco pensaba hacerlo.

En su cabeza solo estaba su hijo recobrado y por supuesto la bruja de su madre que había intentado robarse a su pequeño. Sabía que era una bruja porque desde que la vió otra vez , la fragancia de ella había quedado impregnada en su ropa y a pesar de el laurel y la salvia el hechizo de esa maldita mujer seguía en su recámara ; el Ángel Azul era parte de sus pesadillas habituales.

Ella se acostó contra él en el hospital y cuando se levantó ni lo había mirado. Sus palabras de amor quedaron en el olvido. Seguro al tal Stefan le decía que lo amaba en el oído como a él. Pero no sé apoderaría ese hombre de su hijo.

_ Jamás --se dijo.

Mañana iría a su departamento y se lo diría.

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