Capitulo 16. ¿El corazón duele en el pié?

Dolor , amargura y mucho resentimiento inundó la mansión Horvar con la huida traicionera de la Dra Angélica Harrison. Sin dudas el más afectado era Lucio. No quería comer, no salía de su habitación siempre a oscuras y había comenzado a renguear.

El Señor Alejandro Horvar recibió una carta de esa mujer donde escuetamente le decía que no se preocupe, no habría un nieto suyo abandonado a su suerte, abortaria y seguiría su vida.

¿Abortar un niño de cinco meses de gestación? El no la creía capaz de hacer tamaña maldad. No quería decirle a su hijo pero él de alguna manera terminó enterandose. Lucio sacudió de la camisa al dr Ruiz cuando se enteró que había dado el contrato a Angie y ella lo rompió en su cara.

_ Solo, cumplía las órdenes de su padre- dijo el doctor asustado.

Todo había salido jodidamente mal. Ella había huido quién sabe dónde, incluso quizá se había enterado de la verdad y creyó que él estaba jugando con ella.

Y cuando Andrés Mejía, el secretario de su padre, le dijo que ella le informó a Don Alejandro que abortaria, todo el sentimiento de remordimiento y tristeza de Lucio se transformó en odio ciego.

Algún día encontraría a esa perra y la destruiría con sus propias manos.

_ No hijo. Eso es solo para que no la busques. Ella no se desprendió del bebé. Estoy seguro - decía su padre que en esos días había envejecido años enteros por la aflicción y tristeza.

Lucio sentía que todo el dolor en el corazón se había alojado en su pie derecho. No podía pisar del dolor y necesito' recurrir a la cirugía.

Alejandro tejió la cuidad buscando a la doctora Angélica. Verificó salidas por aire y tierra sin resultados. Angélica se había evaporado.

Después de un tiempo de encierro Lucio empezó a Trabajar con su padre. Y lentamente la vida de esa familia siguió su curso.

Paula que contaba los días prendió una vela a sus santos el mes del nacimiento del pequeño de la doctora. Sabía que ella lo tendría. Estaba segura que esa mujer era buena persona. Pero en la casa hablar de ella estaba prohibido.

El señor Lucio a pesar de su operación aún no caminaba por completo bien, y los médicos decían que era psicológico.

Esa noche Lucio salió con la abogada de su empresa. Generalmente salía , iba a un hotel y se revolcaba con Alicia un rato y luego volvía a su casa.

Se había bañado y Alicia le insistió en salir a comer algo.

De mala gana la acompañó a un restaurante de bajo perfil. Allí vió salir a Ali Tuzak- sabía que ese médico estuvo firtreando con Angélica y le miró con odio.

_ ¡Hola Dr Ali !-- dijo su acompañante sonriendo al médico.

El dr los miró, saludó y siguió su camino.

La parlanchina Alicia comentó :

_ Es Alí Tuzak. Un Don Juan,- dijo con mucho interés de dar celos a Lucio - ahora anda saliendo con una doctora.

_ ¿Quién es ella ? - respondió Lucio súbitamente interesado en el chisme de su acompañante.

- Realmente no se. Pero no trabaja en el Hospital Meridional donde atiende Ali.- dijo.

Una puntada de celos atravesó el corazón gélido de Lucio. Cuando llegó a su casa llamó a Andrés Mejía y le pidió que investigue quien era la pareja de Ali Tuzak-.

Ese acontecimiento le volvió a traer el recuerdo de Angie. Sus noches de pasión en la recámara de ella. Sus gemidos en su oído diciéndole : Te amo Lu.

Maldita sea! pensó. Aún no ha salido de mí cabeza esa perra.

Se revolcó bastante tiempo viendo en su mente cada momento que él y Angie tuvieron juntos. El pie derecho le martillaba però estaba decidido a no tomar analgésicos. Así que tardó en dormirse y para colmo el ángel Azul reapareció otra vez , mirándolo fijamente desde muy cerca. La fragancia de Angélica inundó de pronto sus recuerdos y le gritó al sueño :

_ ¡Qué quieres ! ¡que diablos quieres de mí !

_ Tu hijo ha nacido Lucio -- le dijo el ángel .

_ Mí hijo está muerto ¡No tengo hijos ! ¡Vete maldita criatura. !

- ¡Tu hijo nació hoy!--repitió sonriente la niña azul.

El sueño fue tan vivido otra vez que al despertar agitado miró por cada espacio de la habitación .

Maldita sea. Pensó.¡ Tendré que traer alguna bruja para exorcizar este lugar !

_ Prende salvia y laurel en mí recamara. - dijo a Paula - me han hecho una brujería allí -

Sin dudas el Niño Lucio estaba loco desde que la doctora se marchó. Le dolía un pie sano y ahora creía en brujerías.

Pero diligente quemó salvia y laurel en la pieza de su patrón. Una mariposa de colores estaba prendida en el alfeizar del ventanal y a pesar del humo no salía.

Paula la miró un rato y luego fue a prender la vela que todos los días prendía a sus santos. Ya era el mes que el niño debía nacer y ella estaba segura que nacería bien.

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