Capitulo 15. La verdad.

Angélica Harrison llegó a la confitería dónde estaba aguardando su amiga que la miraba sonriente. Rubí se levantó y la miró : Claro que era un embarazo no gordura en el maravilloso físico de Angélica. Y ella tenía el brillo mágico en el rostro que solo daba la maternidad y la espera feliz de un hijo.

Y el amor claro , se la veía feliz y completa.

Le abrazó efusivamente.

_Angélica, ¡por fin ! Estoy radiante por ti amiga. ¡Embarazada del hombre que amas y dejando atrás todo el dolor que te rodeaba.!-

- ¡Rubí, que alegría verte ! Pero estás equivocada.Me metí en un programa de vientre de alquiler, para cancelar la deuda del Meridional, pero gracias a Dios he podido romper el contrato. Empecé a salir con Lucio Horvar. Y estoy locamente enamorada - dijo sonriendo y sentándose junto a su amiga.

Rubí la miró primero sin entender. Es posible que ¿Angélica Harrison no supiera nada.?

_ No lo sabes , ¿verdad ? - le dijo seria. ¡Lucio es el padre de tu Hijo ! ¡Alejandro Horvar creó el centro de inseminación cuando su heredero estaba en coma !

_ Angélica estaba pálida. Una frialdad extraña le recorria todo su interior. Sintió que iba a desmayarse. Había vivido en el castillo de las mentiras. Y el castillo se estaba desmoronando ante sus ojos.

_ Por favor Rubí.Pide agua para mí. No me siento bien. - dijo temblando.

Rubí se asustó. Atendió a su amiga que parecía una muerta viviente.

Cuando vió que Angélica se sentía mejor le contó toda la historia.

Las imágenes de Lucio acariciando su panza, besandola, diciendo :"como está mí Niño" aparecieron en su cabeza. Las sonrisas del señor Alejandro y de Paula , que ella había pensado que eran de cuidado y ternura le parecían ahora a la luz de la verdad, falsas y maliciosas.

_ Me han estado engañando Rubí. Todo ha sido un engaño y yo no lo merecía. - dijo.-- Tengo que irme, salir de esta ciudad. ¡Tengo que escapar !

_¿Y si son sinceros ? ¿Y si Lucio realmente te ama.?

--¿ Se puede amar a una persona y mentir día tras día ? - la voz de Angélica sonaba entrecortada. -Eso no es amor, Rubí. Es solo burla. Es manipulación. Se quedarían con mí bebé y me echarían a la calle. Me iré, no se dónde pero me iré. - dijo llorando.

_ Escucha Angélica. Tengo la casita de mí abuela en Casa Blanca. Es una pequeña cuidad a 500 km de aquí. Está bastante abandonada desde la muerte de mis abuelos. Pero no puedes trabajar en ninguna institución. Ellos te rastrearan. Tienen mucho poder y dinero.

_ Te necesito Rubí. Tengo lo suficiente para sobrevivir hasta el nacimiento. Ese lugar será mí refugio. -- Angélica lloraba abiertamente.

_ Por favor. Cálmate. Todo se arreglará amiga. No llores más. Yo misma te llevaré a Casa Blanca. --

_ ¿Pero mí ropa?- dijo Angélica -: dejé todo en esa casa. -

_ Es lo de menos. Tengo mucha ropa.¡ Son unos desgraciados! - dijo Rubí indignada - ¡vamos !

A la tarde de ese día Rubí y Angélica, con el coche de su amiga cargado de cajas salían de la cuidad. Angélica miraba el atardecer de la populosa capital que corría por la ventana del coche. Acariciaba su panza y pensaba en su destino incierto. El mundo estaba lleno de gente cruel. Ella lo sabía. Lo supo con Alfred, lo único bueno en su vida fue Mary. Y ahora sería su hijo.

Tarde ya llegaron a Casa Blanca. La pequeña ciudad tenía una avenida bonita iluminada con jirafas de luces blancas.

La casita era sencilla y estaba en un barrio tranquilo.

Rubí había pedido permiso en su trabajo sin decir una palabra de lo acontecido. Pasó tres días acompañado a Angélica en su organización. Limpiando, organizando y adornando las estancias. Comían juntas y charlaban mucho.

Rubí había empezado a salir con Ali Tuzak-. Y contaba a Angélica su romance.

_ Cuídate mucho. Es un Don Juan. - le decía Angélica.

_ Lo sé. Pero yo soy peor. - decía riendo Rubí. Te aseguro que pronto tendré un anillo en mí dedo - concluyó.

Angélica comenzó a reír y su amiga se alegró. Se había propuesto no marcharse hasta verla reír y gracias a Dios ya lo había logrado.

Con las indicaciones de Angélica volvió a la gran ciudad. Nada dentro de la empresa del poderoso Alejandro Horvar indicaba que hubiera un problema por la partida del vientre de alquiler.

Igualmente dejo la escueta carta con la letra de su amiga en un resquicio de la oficina de el jefe máximo que no había venido en esos días.

Trabajó como todos los días en su laboratorio. Parecía que nada había sucedido en la empresa , solo habían destrozado el corazón y los sentimientos de una chica buena - pensó.

_ ¿Dónde andabas ?, dijo su novio Ali cuando esa noche fue a su departamento.

_ ¡Una operación estética que no te contaré! - dijo sonriente. Los besos de Ali eran fuego puro y sus manos ansiosas investigaban en el cuerpo de su novia donde estaban las cicatrices de esa operación misteriosa.

Pero algunas cicatrices están en el alma. Y no se pueden ver. Especialmente aquellas que se producen en el corazón de las mujeres cuando sienten como propios los dolores de una amiga.

Mientras Ali le hacía el amor esa noche, Rubí recordó el llanto y también recordó la risa de Angélica. Y este último recuerdo le hizo sonreír.

_ ¡Te gusta amor ! Dime. - dijo él mirando su rostro sonriente.

_ Me encanta Ali - dijo ronroneando.

Después de dos horas de excelente sexo Ali acariciaba la cabeza de su amada en su pecho.

_ ¿Dime ? Has estado con otro hombre estos días de ausencia - le dijo celoso.

_ ¿Porqué amor ? ¿Tu serías capaz de engañarme con otra mujer.? -

- Yo , nunca . - le dijo él cruzando los dedos .-

_ Entonces yo tampoco. - dijo Rubí sonriendo pícara. -

Ali Tuzak- pensó seriamente que quizás tendría que casarse con esta mujer porque cualquier día tendría unos cuernos muy grandes en la cabeza.

_ ¡Ven aquí ! Maldita bruja - le dijo sentandola otra vez en su regazo.

Y ella , con los ojos entrecerrados de placer, comenzó a hamacarse y llevarle al cielo.

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