Capitulo 6 :Lucio comienza a regresar.

La doctora Angélica Harrison comenzó una rutina de trabajo constante dentro de la mansión de Alejandro Horvar.

Su embarazo avanzaba sin contratiempos y ella trataba de no pensar en el bebé que no era suyo. Soñaba casi cada día con su hijita y le pedía fuerzas para tomar el embarazo con cierta distancia, donde solo prime su mente lógica y no se encariñe con ese pequeño ser que estaba dentro de su vientre.

Se alimentaba muy bien y su vientre empezaba a crecer. Supuso que el Señor Alejandro pensaba lo peor de ella después de haberle informado que el bebé no era de su esposo y que ella lo daría en adopción. Fue la manera más fácil de decir que su bebé era solo un negocio que le permitiría salir del caos económico en el que había entrado cuando tuvo que enfrentar el tratamiento infructuoso de Albert y las exequias.

Sin embargo a pesar de su lógica se encontraba cada tanto acariciando su vientre y hablándole a ese ser no nacido con palabras tranquilizantes. El tendría una familia que lo amaría y lo protegería mientras creciera.

Y después estaba su trabajo con Lucio.

Lamentablemente Lucio ya no era un extraño para ella. No era un simple cuerpo enfermo que tenía que cuidar y tratar de traerlo a la vida.

El era un hombre magnífico, su cuerpo le atraía quizá en forma indecente. Ella conocía cada parte de su estructura y cuando lo tocaba todo su organismo temblaba de deseo.

Ella sabía muy bien que se debía a los cambios químicos de su organismo , sus hormonas estaban enloquecidas por el embarazo y hacia mucho tiempo que no tenía un hombre sexualmente en su cama.

La señora que atendía el hogar del señor Alejandro era una mujer maravillosa. Se llamaba Paula. Paula pasaba horas viéndole trabajar con Lucio , hablarle, escuchar música mientras le daba masajes y le instaba a salir del coma.

_¡ Estoy tan feliz doctora por su llegada ! Mí niño ya no parece un muerto , parece dormido solamente y Dios lo quiera, se despertará en cualquier momento. Usted le hace bien, doctora. -

_ ¿Tu crees Paula ? - dijo Angélica - siento que está mucho menos rígido e incluso se estremece aveces.

_ Son sus manos y su voz. Creo que el ya la conoce. - Angélica le masajeaba suavemente los cabellos a Lucio en ese momento y la cabeza del enfermo de golpe cayó sobre su mano.- Ve doctora ¡ Está reaccionando ! -

_ Es solo un reflejo lamentablemente. Pero tengo esperanzas. - dijo Angélica. Después mirando su mano que sostenía el rostro del hombre dijo :

_ Cuando venga la enfermera Mirta dile que le enseñaré los masajes para cuando yo no esté aquí.

_ ¿No nos dejara doctora ?¿ Verdad ? -

_ Estoy esperando un bebé Paula , dentro de unos meses me iré.

Paula salió triste del cuarto de Lucio. Estaba feliz por supuesto por la doctora y su familia pero su niño la extrañaría. Nunca había visto al esposo de la doctora pero era un hombre con mucha suerte de tener una mujer como ella a su lado.

En eso cavilaba cuando llevó al señor Alejandro su café.

_ Señor Alejandro, ¿sabe que la doctora Angélica se irá ? - le dijo triste a su patrón - está esperando un bebé y seguro su esposo no querrá que trabaje mucho tiempo. - completó.

_ El esposo de la dra ha muerto. Espero convencerla que se quede con nosotros.¿ Pero no digas esto a nadie.Vale ? -

_ Oh ! Claro señor. - La mujer lo miraba asombrada - Pobre doctora. Es tan buena y mí niño Lucio está mejor. - dijo.

En la habitación, Angélica tomó la mano de Lucio entre la suya y con la otra abrió el libro de cuentos de su hija. Y comenzó a leer suavemente cada palabra, cada sílaba con modulación y dulzura.

"Hizo un esfuerzo para salir del mundo gris pegajoso buscando la suavidad mientras a lo lejos escuchaba la música que el amaba. Y luego sintió la caricia de las manos en su rostro y trato de acostarse sobre ellas. Pero las manos abandonaron su rostro y cuando la nube gris empezaba a volver vió otra vez al angelito azul en una esquina sonriendo le. Y entonces sintió una de sus plumas rozando su mano. Trato de mover un dedo para tocarlo"...

Angélica de golpe sintió un dedo de Lucio moviéndose entre los suyos. Esto no era un espejismo vano. Era real. Lucio había movido su mano. Lo soltó de pronto y quedó pensando. ¿Es posible que su cuerpo este reaccionando ? Tomó otra vez la mano del hombre y por un instinto le beso la palma. Y entonces , estremecida vió como los vellos del brazo del muchacho se erizaban.

El cuerpo de Lucio reaccionaba a los contactos humanos. El muchacho estaba luchando por volver a la vida. Sonrió feliz.

Fue al escritorio del padre y le avisó. Luego llamaron al neurólogo. Este vino de inmediato.

Pero los toques del neurólogo o del padre no causaron ningún efecto en el joven.

_ ¡No puede ser ! yo lo he visto.¡ No estoy alucinando ! - dijo Angélica.

Se acercó a la cama y acarició la cara del enfermo. Y la reacción llegó.

Para asombro de todos el rostro de Lucio se apoyó en la mano de la doctora y todos los vellos de su cuerpo se erizaron.

Ella no mentía. Lucio estaba volviendo a la vida. He inexplicablemente reaccionaba con la mujer que estaba esperando a su hijo.

Don Alejandro Horvar lloraba de emoción. Luego abrazó a Angélica.

_ Por favor. Que nadie más que tú toque a mí hijo. Tus manos son sanadoras. No quiero que otra persona le de masajes. Solo tú Angélica.

_ Está bien señor. Está bien - repitió - mirando a ese hombre que estaba revolucionando su interior de mujer y produciendo le sueños eróticos .

Angélica Harrison pensó que quizás pronto tendría que escapar de la casa de Lucio, solo quería verlo vivo aunque sea una vez. Quería sentir su mirada una sola vez antes de marcharse. Mientras tanto acariciar sus manos y su cuerpo dormido era el único pecado que podía permitirse. 💙

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