Capítulo 2

Miranda caminaba del brazo de Raúl, mientras le contaba su fin de semana. Adrián y sus amigos los veían venir hacia el salón, desde la puerta.

-disimula ¿quieres? – le dijo Adrián a Luis dándole un codazo 

-¿Qué disimule, que? – respondió este molesto 

-eres tan obvio, acerca de lo mucho que te molesta que ella este con ese chico nuevo –

-no entiendo que le ve, ni siquiera sabe nadar el idiota – 

-de seguro es gay – intervino Camila en la conversación 

-¿Por qué estás tan segura? – le pregunto Adrián

-de que otra manera podría ser amiga de este chico, siendo ella como es –

Adrián quería preguntarle más, pero Miranda y Raúl llegaron a la entrada del salón, ellos solo se hicieron a un lado y los dejaron pasar y estos se fueron a sentar al fondo como siempre. Adrián quería hablar con Raúl, pero no sabía cómo acercarse a ellos así que solamente los vio desde donde estaba parado.

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-y bien ya me dirás, ¿Por qué vienes de malas? – le pregunto Raúl  Miranda, cuando se sentaron

-lo que pasa es que ya empezaron a hacer sus fiestas para celebrar que regresamos a clases y no me invitaron, pero era obvio, la fiesta era en casa de Camila y ella y yo nada más no nos llevamos –

-eso puedo notarlo –

-por cierto, no te vendría mal un corte de cabello – le respondió Miranda, cambiando de tema y tocándole la cabeza y acomodándole el cabello.

Un golpe bastante fuerte los hizo saltar a los dos y mirar al afrente, Luis acababa de golpear la mesa con su libro -¿Por qué el maestro no viene? – dijo en voz alta 

-creo que tu crush esta celoso – Raúl miro a su amiga y le giño el ojo

Miranda se acerco mas a él y le susurro en el oído –tal vez no sea tan mala idea usarte para darle celos –

Raúl sonrió cuando vio que Luis no dejaba de verlos, pero no era el único algunos de los otros alumnos los veían también y murmuraban. El joven volteo a ver su amiga, pero esta buscaba algo en la mochila.

Raúl no era tonto, sabía que debía de haber una razón para que los demás trataran a Miranda de esa manera, pero no pregunto, pues la joven debía sentirse muy sola antes de que el llegara a esa preparatoria, además se sentía agradecido por tener al menos una amiga en ese lugar, sería horrible andar solo.

-esperemos a que salgan todos – le dijo Miranda a la hora del receso 

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Raúl estaba guardando sus cosas cuando alguien se puso frente a su mesa.

-¿tu nombre es Raúl? – pregunto 

Este levanto la vista y vio al capitán del equipo de natación, el mismo que lo había sacado de la piscina el viernes, y la última persona que quería tener enfrente.

-Adrián – dijo Miranda - ¿que se te ofrece? –

-solo quería hablar un momento con tu amigo – dijo este 

Miranda se puso de pie y tomo su mochila – bueno yo me voy adelantando, tengo que ir al baño –

La chica se salió y ahí fue cuando Raúl se percato de que estaban solos - ¿Qué necesitas? – le pregunto a Adrián .

-solo quería saber si estabas bien – respondió este 

-¿y eso como por qué? No somos amigos ni nada por el estilo, llevo una semana aquí y es la primera vez que me diriges la palabra – Raúl se puso de pie y tomo su mochila. Así era varios centímetros más alto que el otro chico, se acomodo su mochila y se dispuso a irse, pero Adrián lo tomo del brazo y lo detuvo, era bastante fuerte.

-el viernes después de que caíste al agua te busque para saber si estabas bien – 

Raúl volteo y dirigió su mirada a su brazo el cual Adrián todavía sostenía, este lo soltó al ver que el otro chico parecía incomodo.

-preferiría no hablar más eso – fue la respuesta de Raúl – además no veo de donde viene tu supuesto interés por mi –

-no tengo ningún interés por ti – respondió Adrián – pero como capitán del equipo de natación me siento responsable de lo que pase en la piscina, así que la próxima vez solo ten cuidado, cuando estés ahí, no quiero más accidentes –

Raúl se sonrojo – no está en mis planes a futuro, entrar a ese lugar de nuevo – se sentía tan incomodo teniendo esa conversación sin sentido, así que salió.

Adrián lo vio irse, para él tampoco tenía sentido esa conversación que acaba de suceder, pero sentía curiosidad por este chico desde ese día, sobretodo le parecía extraño que no supiera nadar. 

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-ya vieron a Miranda, de verdad no pierde el tiempo – Camila y sus amigas estaban en el baño retocándose el maquillaje

-y se supone que le gusta Luis, y mírala encima del chico nuevo todo el día, es tan zorra – dijo otra de ella mientras se subía la falda para que le quedara más corta 

-la verdad no me sorprendería si ya le abrió las piernas, ella va a aprovechar cualquier oportunidad para estar con algún chico, aunque diga que le gusta Luis, por eso este no le hace caso – agrego Camila mientras se retocaba el labial.

La puerta de uno de los cubículos se abrió – ustedes no aprenden verdad arpías – dijo Miranda empujando a la amiga de Camila que se estaba acomodando la falda frente al espejo, paso a su lado y comenzó a lavarse las manos – si van a hablar mal de alguien asegúrense de que el baño este vacío –

-¿acaso dijimos mentiras? – pregunto Camila con aire de suficiencia 

-¿envidia? porque a mí sí me hacen caso – le respondió Miranda- digo al menos en mi caso Luis y yo nunca anduvimos, pero tú no puedes hacer que Adrián vuelva contigo, por más que le ruegues o le abras las piernas – 

Camila se puso roja del coraje y levanto la mano para pegarle, pero su otra amiga intervino – no te rebajes a su nivel – 

-si querida hazle caso, recuerda que no puedes ganarme –

-pues si yo no puedo volver con Adrián, de mi cuenta corre que Luis no te haga caso - Camila termino de recoger su maquillaje que tenia sobre el lavabo y lo puso en su cosmetiquera de cualquier manera para después salir furiosa del baño, con sus amigas tras ella.

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Raúl estaba recargado fuera del baño de las chicas, le había enviado un mensaje a Miranda, nada más salir del salón, pero esta no respondía. La comida más deliciosa de la cafetería se terminaría pronto, pero él no quería ir solo. Unas chicas salieron del baño y enseguida reconoció que eran de su grupo, estaba a punto de preguntarles por ella cuando vio que se trataba de Camila.

-te juro que un día de estos Miranda me las paga – venia esta diciéndole a sus amigas y las tres se quedaron calladas al verlo, le pusieron mala cara y siguieron caminando.

Aparte de Miranda, las chicas de esa preparatoria le parecían bastante engreídas, se puso a mandarle otro texto, para ver si esta vez obtenía respuesta, pero esta salió del baño en ese momento.

-estoy aquí – le dijo respondiendo a su mensaje en voz alta 

-¿Qué paso con esas chicas ahí a dentro? Traían cara de culo cuando salieron –

Miranda se rio al escuchar esa frase – larga historia – respondió esta 

-¿algún día me la contaras? – 

-tal vez, ahora vamos a comer, pelear siempre me da hambre – 

Cuando entraron a la cafetería, ya casi todas las mesas estaban ocupadas o apartadas, y la fila por la comida era larga aun.

-genial, nos tocaran las sobras – exclamó Miranda 

Raúl le puso las manos sobre los hombros y empezó a empujarla, mientras ella arrastraba los pies.

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-ya viste, ni siquiera disimulan un poco que están juntos – le dijo Camila a Luis 

-¿Por qué te sientas aquí? si Adrian y tu ya terminaron – respondió este molesto, mientras separaba su comida 

-porque quedamos como amigos – respondió esta -¿verdad? – le pregunto a Adrian, pero este ya se había puesto de pie.

-voy por un agua, ya regreso – respondió y se fue rápidamente, Luis sonrió satisfecho.

Adrian se seguía sintiendo incomodo alrededor de Camila, ella había terminado la relación antes de salir de vacaciones y ahora insistía en que fueran amigos, y el no pudo negarse para no poner incomodo a los demás. 

-cuidado con el piso capitán, alguien tiro agua – le dijo uno de los chico de primer año que se cruzo en la fila 

- o si gracias tendré cuidado – 

Cuando por fin obtuvo su bebida, y ya se iba –Olvidaste tu cambio – le dijo la mujer de la cafetería, el se regreso y al darse la vuelta casi choca con alguien.

-perdón – le dijo dando dos pasos atrás, se resbalo y cuando estaba seguro que terminaría en el piso, alguien lo detuvo, era Raúl, al ser tan alto había alcanzado a agarrarlo antes de que terminara en el suelo de la cafetería. 

-ahora ya estamos a mano – fue todo lo que le dijo y siguió caminando detrás de Miranda que ya estaba varios pasos delante de él.

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