Cap 19

_ Que te pasa Carolina, porque llegas así tan alterada _ dijo tratando de acercarse a mí, no me moví ni un centímetro y mirándole fijamente en los ojos.

_ Eres un maldito miserable _ le dije palabra por palabra y me miró con los ojos bien abiertos y muy sorprendido.

_ Todos los días estas con el cuento de que te perdone y ahora resulta que tu amante esta embarazada _ le dije y eso lo dejo aún las sorprendido.

_ Como te enteraste de eso _ dijo casi tartamudeando.

_ Es lo único que vas a preguntar. Dios _ dije dándome media vuelta pasando mi mano por mi cara, no sabía si reír o llorar.

_ Pero eso ya no será un problema para nosotros, ella ya no está embarazada _ cuando lo escuche me di la vuelta rápidamente para mirarlo, y lo que leí en la carta de Vanessa retumban en mi mente una y otra vez.

*Si es que ya no paso por lo mismo que la otra mujer*

Esa frase se repite sin parar en mi cabeza cuando lo escuche decir que su amante ya no estaba embaraza.

_ Que estás diciendo Santiago? _ volví a preguntarle casi temblando no quería creer que lo hiciera nuevamente.

_ Lo que escuchaste mi amor, ella ya no está embarazada, tuvo un aborto _ y las lágrimas empezaron a salir sin parar de mis ojos.

_ Que clase de monstruo eres, lo volviste a hacer _ le dije y me miró más que confundido.

_ De que estás hablando Carolina _ me pregunto.

_ Tu mamá me dejo una carta en donde confiesa que ustedes le provocaron un aborto a una de tu exnovia, y que pensabas hacerle lo mismo a tu amante, eres un asesino, como pudiste matar a tu propio hijo _ le dije y justo en ese momento entró mi papá en el comedor.

_ Que es lo que acabas de decir hija _ pregunto acercándose a mí y Santiago de la impresión se cayó temblando en el piso.

_ Ve y llama a los de seguridad, papá que ka policía llegara enseguida _ le dije y parece que cuando Santiago escucho que dije eso reacciono.

_ No, no serias capas de hacer eso _ dijo él levantándose del piso tratando de acercarse a mí, cuando eso llegaron los de seguridad.

_ Señora ya estamos aquí _ dijo el jefe.

_ Que el señor Santiago no salga de la casa, la policía llega enseguida.

_ Que estás haciendo Carolina _ me dijo Santiago tratando de tomar mi brazo cuando iba a salir del comedor.

_ Ya cállate, no voy a permitir que sigas haciéndole daño a nadie y mucho menos a mis hijos _ le dije y luego salí del comedor cuando recibí la llamada de mi abogado.

_ La señora Lucero y la señorita Leila ya se encuentran en camino a su casa señora Valdez _ dijo el abogado.

Llame a mi hermano para decirle que todavía no traiga a mis hijos a la casa, no quiero que vean lo que va a pasar no sería capaz de lastimarlos de esa manera ellos aman a su padre.

Luego de un pequeño tiempo llego Lucero quien era la exnovia de Santiago, vino con su esposo, era una hermosa mujer.

Santiago estaba en uno de las habitaciones encerrado y custodiado por los guardias, no voy a ser yo la que decida cuál será su castigo sino ellas.

Unas de las chicas de limpieza llego con Lucero y su esposo en la sala en donde estaba con mi papá.

_ Hola, tú eres Lucero no _ le dije pasándole la mano, pero ella lo ignoro.

_ Señora Valdez vayamos directo al grano, mi esposa no está en buenas condiciones, por lo que le pedimos sea breve _ contesto por ella el hombre que la acompañaba quien afirmó ser su esposo.

_ Seguramente ya habrán escuchado que la mamá de Santiago se quitó la vida _ el señor asintió y la chica seguía sin ningún movimiento.

_ Dejo una carta en donde declaró algo que tiene que ver contigo, por eso mande a llamarte _ le dije y le entregue la carta.

Al principio ella no lo tomo, pero luego su esposo poso su mano en su hombro y parecía ser que solamente eso estaba esperando como la autorización de su esposo, y tomó la carta.

Lo abrió muy despacio, lo leyó solo con sus ojos y luego de unos segundos sus labios comenzaron a temblar y cayó de rodillas.

_ MALDITOOO _ comenzó a gritar y justo en ese momento mis hijos entraron en la sala casi corriendo.

_ Mamá que hace la policía afuera de nuestra casa _ dijo Sergio y la verdad me sorprendió bastante, corriendo venían detrás de ellos mi hermano y uno de los guardias.

_ Te dije que nos las tarjetas hasta que yo te avisara _ le dije a Alfredo, no me gusta para nada que ellos estén acá.

_ Lo siento hermana _ Dijo él y todo pareció pasar muy rápido, parece que nadie se dio cuenta, pero en un abrir y cerrar de ojos Lucero tomo el arma de los guardias quien estaba cerca de ella y su esposo, y lo que hizo me dejo totalmente por las nubes.

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