Cap 17

Santiago

No entendía por qué lo hizo, le dije Leila lo que pasó. Y me fui rápidamente a mi casa cuando llegue la policía me lo entregó en una bolsa negra había saltado del cuarto piso, lo único que hice fue enviarle un mensaje a mis hijos diciéndole que su abuela había fallecido.

A Caro ya no le escribí porque conociéndola sabía que si o si vendría.

Para la noche ya todo estaba montado en la casa, no íbamos a poder hacerle misa ni nada de eso porque la iglesia no acepta a suicidas.

Su cara estaba igual que la última vez ella cayó de espaldas y golpeo muy fuerte la cabeza por lo que su causa de muerte fue eso, traumatismo y hundimiento de cráneo.

Me dolía aún más su partida recordando que la última vez que lo vi discutimos, no pude decirle cuanto la amaba.

_ Porque lo hiciste mamá, tú también terminaste siendo un cobarde como lo fue mi papá, porque tú también decidiste acabar contigo misma, porque lo hiciste mamá, nunca te voy a perdonar que me hayas dejado solo y más ahora que te necesito como nunca, tú tenías que ayudarme a recuperar a mi familia, porque lo hiciste mamá.

No podía dejar de llorar era horrible sentir ese vacío tan grande que siento, estaba enojado conmigo mismo porque mientras que yo jugaba con la vida de mi hijo, dios me castigo arrebatándome a mi madre, quisiera entender porque tomo esa decisión.

Aunque me duela lo que pasó con mi madre tengo que agradecer también porque gracias a eso ahora estoy en mi casa con mi esposa y mis hijos.

Si bien Carolina está distante yo sé que voy a volver a tener su confianza y su cariño, con respecto a su padre y a su hermano no me acerco mucho a ellos, al viejo nunca le caí bien y con Alfredo no tengo mucho contacto, pero me imagino que tiene la misma perspectiva que su padre acerca de mí.

Carolina salió no se a donde fue mis hijos están en su habitación con unos amigos por lo que yo decido quedarme solamente en la habitación, en serio no quiero toparme con el viejo.

Después de un rato de estar en la habitación, salí para ir a la cocina por algo de beber y lo que justo temía pasó, el papá de Carolina estaba sentada en la cocina leyendo un libro y tomando esa bebida que toman ellos.

_ Buenas tardes, suegro, _ fue lo único que le dije para luego acercarme a la heladera para sacar lo que vine a buscar e irme nuevamente, sé perfectamente que nada saldrá bien con él.

_ Tenía entendido que entre mi hoja y tú ya no había nada, después de que le pusiste los cuernos _ me contesto tajante el señor.

_ Yo sé que me equivoque, pero le aseguro que are todo lo posible para recuperar a mi familia _ estaba dispuesto a salir de la cocina lo que dijo me hizo detenerme.

_ Yo también voy a hacer lo que sea, para alejar definitivamente a mi hija y mis nietos de ti.

_ Usted no va a poder, porque sabe bien que Carolina sigue amándome _ le contesté retrocediendo para quedar frente a él.

_ Es lo que tú piensas los dos sabemos que si estás aquí ahora es porque le das lástima a mi hija _ dijo nuevamente el viejo haciéndome enojar y dije algo que no debía.

_ El que da pena es usted señor sentado en esa silla de ruedas como un viejo inútil, que parece u perrito faldero que está todo el tiempo detrás de las faldas de su hija _ le dije y después de decir todo ya me di cuenta de que hable de más.

El señor no me respondió más porque justo llego Carolina y por supuesto se dio cuenta de la tensión que había entre su padre y yo.

_ Pasa algo aquí? _ pregunto ella dejando sobre la mesa la llave de su auto.

_ Pregúntale eso a tu esposo amado _ contesto el señor para luego girar su silla de ruedas y marcharse de la cocina.

_ Papá espera _ dijo Carolina, pero ya era tarde porque el señor ya había salido de la cocina.

_ Lo lamento Caro, creo aún no le caigo bien a tu padre _ le dije cuando ella sacó agua de la heladera.

_ Y con mucha razón _ me respondió ella sorprendiéndome con su respuesta.

_ Que dijiste? _ le pregunte.

_ Lo que escuchaste Santiago, mi papá tiene todo el derecho para detestarte, te conozco perfectamente y sé que para nada te agrada mi papá, respétalo si quieres seguir quedándote en mi casa _ me escupió con odio.

_ Pensé que todo estaba bien entre nosotros Carolina _ le dije tratando de acercarme a ella, pero rápidamente me esquivo.

_ Por favor Santiago, si estás aquí es porque así lo quisieron los niños, si no fuera por ellos ni siquiera hubiese venido, deja en paz a mi padre, sino junta tus cosas y Lárgate.

Y luego se marchó dejándome con la palabra en la boca, sabía que la presencia del viejo complicaría aún más las cosas con Carolina.

Mi celular empieza nuevamente a sonar era Leila que seguía insistiendo ya me tenía cansado también, se está volviendo muy pegajosa.

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