UNA NOCHE DE SORPRESAS.

Sábado por la noche eran las 8 de la noche y los invitados llegaban desde las 7:30 de la noche a la casa del lago, Arturo y César terminaban de arreglarse.

Arturo: Aún hay personas que me desagradan vienen únicamente para ver que obtienen de nosotros.

César: Yo no tengo problemas con eso, pero deberías estar feliz seguro vendrá tu dolor de cabeza la señorita Salgado, Elena Salgado.

Arturo recordaba la última conversación con ella... INICIA FLASH BACK:

Qué con que derecho dice usted?, con el derecho que me da la vida del sufrimiento que di y luego me dieron, cuando lloré y reí cuando trabaje de sol a sol cuando todos han esperado algo de mí y yo no espero nada de nadie, por qué he creído en Dios y he blasfemado pero he dejado algo en las personas, una lágrima, una sonrisa pero algo entiende ese es mi derecho y si me disculpa me retiro para no tener que seguir icomodándola con su permiso y buenas noches.

TERMINA FLASH BACK.

Estaba recordando Arturo eso cuando la voz de Pedro su hombre de confianza entraba a la recámara para avisar que ya todo estaba listo volviendo a la realidad.

Pedro: Señores todo está listo.

Arturo: Gracias Pedro.

Pedro: Señor Del Villar su corbata está mal puesta como siempre.

César: No pedí tú opinión.

Arturo: Pedro tiene razón y como siempre Pedro termina arreglando tú corbata como cuando eres niño.

Pedro: Listo, y será mejor que aprenda que no estaré haciéndolo a cada rato tengo muchas cosas que hacer.

César: Un día de estos te correré.

Pedro: Quisiera verlo con su permiso.

Arturo: Déjalo ya sabe que no lo harás anda ya es hora de bajar.

Después del anuncio de la constructora, los nuevos proyectos y que todos tendrían trabajos asegurados y bien remunerados la fiesta transcurrió de manera tranquila hasta que Elena fue bajando las escaleras que daban al lago no paso desapercibido para dos hombres Manuel Montenegro y Arturo Durán.

No sé cómo he podido soportar ver a Manuel todos los días mi amor por el sigue creciendo y me siento mal, pero le prometí a Patricia que no tendría algún encuentro con él pero sus constantes asedios me dejan mal. - Elena hablaba para sí cuándo sintió la presencia de alguien al voltear sus miradas se encontraron era Manuel que la devoraba con la mirada.

Elena: ¿Qué haces aquí? tú lugar es junto a Patricia tu esposa.

Manuel: Sabes por qué me casé con ella, te amo Elena y se que tú también sientes lo mismo lo puedo ver en tus ojos al mirarme.

Elena: No seas arrogante Manuel.

Manuel: Sabes que no es arrogancia te amo Elena te amo.

Elena: Basta, Manuel me insultas al estar aquí.

Arturo: Buenas noches señorita Salgado me podría conceder el honor de bailar conmigo.

Elena: Sí claro señor Durán con permiso.

Arturo la tomo del brazo hacia donde estaban bailando.

Arturo: Se mira usted muy hermosa.

Elena: Gracias.

Elena solo le concedería esa pieza y eso porque la libró de Manuel. - qué no espere nada más pensaba ella.

Si supiera que pondría el mundo a sus pies si me lo pidiera, es tan hermosa y sensual que me pasa con ella antes ninguna mujer se me había negado siento latir mi corazón acelerado y hago un esfuerzo enorme para no besar sus labios tan tentadores - Arturo estaba inmerso en esos pensamientos mientras la miraba.

Bernardo: Ricardo buenas noches.

Ricardo: ¡Hey creí que no venías!

Bernardo: ¿Cómo estuvo todo?

Ricardo: Bien te dije que cerraríamos el trato con Durán.

Bernardo: Y al parecer cerraremos otro mira que bien se ve tú hija Elena al lado de Durán, la tendría viviendo cómo una reina.

Ricardo: Oye yo no vendo a mi hija, además sabes que no lo soporta.

Elena: Pues no se le nota, iré a rescatarla entonces.

Se acerca Bernardo a la pareja y de estar callada y sin expresión alguna sonríe al ver a Bernardo.

Bernardo: Buenas noches señor Durán, le robaré a su pareja de baile puedo bailar contigo hija.

Elena: ¡Oh sí claro!

Arturo: Con permiso.

El señor Barceló estaba en la mesa con Patricia que bebía sin parar.

Barceló: Ya no debería beber así señora Montenegro.

Patricia: No me diga señora Montenegro, es que yo... yo no sé dónde está Manuel.

Llegó Arturo Durán a la mesa de Patricia.

Arturo: Buenas noches, señora Montenegro creó que ya bebió demasiado, venga le daré un café con permiso.

Camino Arturo con Patricia rumbo a la casa mientras Gustavo observaba se acerca a Elena que está preguntando por su hermana.

Gustavo: Si buscas a tú hermana está dentro de la casa Arturo Durán se la llevó iba muy tomada.

Elena: A la casa de Durán.

Gustavo: La llevaba tomada de la cintura.

Enfurecida fue hacia la casa llena de rabia e indignación y con una sola idea en la cabeza poner en su lugar a Durán al que correría de la ciudad sin contemplaciones.

Arturo: Pedro por favor que no me molesten y no diga la condición de la señora Montenegro.

Pedro: ¿Le preparo un café para la señora?

Arturo: Si Pedro por favor.

Salió Pedro para dar la orden a la cocinera minutos después entra Elena al ver que la recostaba en la cama casi se le salen los ojos.

Elena: Es usted un canalla y un poco hombre, cómo se atreve a abusar de mi hermana estando en el estado en que está.

Arturo: No sabe hacer otra cosa que pensar mal de mí cuándo no me conoce, su hermana a bebido de más y para evitarles una vergüenza mayor la traje aquí para después hablarle a su marido.

Pedro: Señor el café.

Arturo: Si me permite.

Patricia: Elena ayúdame.

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