ARTURO DURÁN.

Toda la sociedad asistía a las fiestas que se realizaban en la mansión de Arturo Durán y César del Villar unos para tener su amistad y otros por conveniencia y beneficios, hablaban de ellos como buenas personas y muy caritativas pero en todo el país solo una los odiaba Elena Salgado odiaba a Arturo Durán.

Elena: Pero Manuel ya habíamos quedado en ir a cenar.

Manuel: Lo sé amor pero esa noche Durán dará una fiesta para escoger algún proyecto que le interese y lo va a apoyar te recuerdo que soy Ingeniero Industrial habrá muchos estudiantes de último semestre también.

Elena: Manuel tú no eres un estudiante le diré a papá que te haga su socio en la constructora, para que no le mendigues por trabajo a ese hombre.

Manuel: Pero mi linda no le voy a rogar, sino a presentarle un proyecto.

Elena: ¿Por qué precisamente con él?

Manuel: ¿Por qué lo odias tanto Elena si no lo conoces?

Elena: Pues sí lo odio, odio a ese hombre con toda mi alma que quiere comprarlo todo con su sucio dinero y haciendo sus fiestas que no son más qué orgías disfrazadas.

Manuel: Claro que no Elena, creo que estás exagerando tú odio por él.

Siguieron hablando de su boda pero en el pensamiento de Manuel no sabías ¿por qué odiaba tanto a un hombre que no conoce?

Pasado un mes los Salgado daban una fiesta por el cumpleaños de Elena y su Abuela pero estaba hecha una furia cuando le dijeron que su papá estaba en el despacho cerrando los contratos con nada menos que con Arturo Durán y César del Villar.

Elena: Abuela.

Abuela: Mi niña pero que hermosa te ves eres igual a tu madre.

Elena: Abuela, ¿dónde está papá?

Abuela: Está en el despacho cerrando un negocio.

Elena: EL DÍA DE MÍ CUMPLEAÑOS Y EL TUYO, esto es el colmo.

Abuela: Espera hija, tu padre pidió no ser molestado.

En el despacho estaban los socios de la constructora, Manuel Montenegro como nuevo miembro del equipo y por aceptar en su proyecto que fue escogido el mes pasado.

Arturo: Y estos terrenos que adquirimos nos ayudarán para hacer la obra y que ninguna familia se quede sin agua.

Ricardo: Será una magnífica inversión.

Bernardo: Ya lo creo que sí.

Arturo: Manuel, César mi hermano se encargará de tú proyecto para que veas con el lo del contrato y todos los detalles.

Manuel: Muchas gracias señor Durán.

Arturo: Bueno, señores creo que ustedes están de fiesta y no queremos ser inoportunos.

Ricardo: Por favor quédense a la fiesta es el cumpleaños de Elena y de mi madre.

Arturo: No se preocupe la verdad...

Entra Elena molesta pero saludando de manera cortés pues sabe que Manuel está ahí, Arturo está volteado de espaldas recogiendo los contratos y echando en su portafolio los mismos cuando entran y se miran Arturo se le dispara el corazón y ella siente electricidad por todo su cuerpo pero apenas y lo noto.

Elena: Buenas noches... papá creí que estarías con mi abuela y conmigo no cerrando negocios para eso tienes la empresa y las oficinas es evidente que hay personas que no tienen conciencia de eso.

Ricardo: Elena no seas grosera, es el señor...

Elena: No me importa quién sea papá.

Ricardo: Dale una disculpa al señor Durán.

Arturo: Señor Salgado no es necesario su hija tiene razón.

Ricardo: No es una falta de educación hasta el haber entrado de la manera como lo hiciste, pídele una disculpa al señor Durán.

Elena: Los Salgado no nos humillamos ante nadie y tampoco pedimos disculpas.

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