Descubierto

Ya en mi cama me era imposible dormir no es solo la incomodidad, ahora mi cabeza daba vueltas pensando en realidad quien es el rey. Lo más importante quien es su familia. Lo que recuerdo en el libro es que él les hizo daño. También decía como que intentaron entrar a este reino y su padre salió herido. ¿Será que en los libros encontrare algo sobre el?.

Me dormir pensando cual sería mi próximo paso.

Un nuevo día había llegado, por muy raro que parezca estaba frío, como es que ayer era un infierno y hoy parezca que caerá nieve.

Me aliste para volver a mis obligaciones, tuve que colocarme un abrigo.

Lucia: Buen día señora Verónica.

Verónica: Buen día mi niña.

Lucia: ¿No le parece extraño que haga frío? Ayer el calor era infernal y mire hoy. Vamos a morir congelados.

Veronica: Lo qué pasa es que el señor está enojado, algo le molesta, cuando eso sucede el reino cambia abruptamente el clima.

Lucia: ¿Que le molestara?

Verónica: No lo sé, pero será un día caótico.

Comencé con mis labores en la cocina, trataba de hacerle el trabajo más fácil a la señora Veronica, es por eso que me daba mis tiempos libros. Busque al señor Bernart, ayer le había preguntado si podía salir del castillo, quería ir al pueblo a buscar unos libros. Él aceptó pero me informó que debía ir con algunos caballeros de la guardia personal.

Acepté sin ningún problema, al salir del lugar mire por la ventana del carruaje a lo lejos juro que vi un hombre en la parte más alta del castillo, el dia era oscuro así que casi no podía verlo bien.

Al llegar al pueblo daba vueltas por todos lados, pregunté por la biblioteca, era pequeña comparada con la del castillo. Comencé a buscar en los libros de historia reales, había cientos de ellos, pero uno llamó mi atención, decía reino de Zenda. Le di una ojeada rápida, había un árbol genealógico con dibujos de cada uno de los integrantes, pude ver Elfos, sirenas, humanos, dioses. Este debe ser.

El señor Bernart me había dado una bolsa de dinero, dijo que era un pago por mis servicios así que lo use para los libros. También pase y compre utensilios de cocina, menos arcaicos que los que estaban en el castillo. Unas telas, algunos hilos y agujas.

Había una linda pastelería, fue inevitable no entrar ahí, compre una gran tarta de fresas. Cuando estaba por subirme al carruaje vi una tienda de arte. Tuve una idea, así que corrí a ella.

Compre un libro y carboncillos, algo que aprendí de ser restauradora es que tienes que crear los bocetos de la obra antes de comenzar a arreglarla.

Ahora si volví rumbo a casa, el paisaje era lindo, las personas se veían bien, en medio de toda la oscuridad del reino parecía tranquilo.

Al llegar al castillo los guardias me ayudaron a bajar las cosas, le entregue a la señora Veronica lo de la cocina, también un pedazo de tarta, busque a Camila y también le di un poco.

El clima ya estaba normal, ¿eso quiere decir que le paso la molestia? Pensé

La señora Veronica me dijo que me daba la tarde libre, desde que yo había llegado al lugar su trabajo se había vuelto más liviano así que merecía mi premio. Yo tome un pedazo de tarta el libro de Zenda y el de dibujo , salí al jardín, comencé a caminar lo más lejos que pude, no quería que me vieran buscando información, me senté cerca de un riachuelo, había un rayo de Sol que me daba la luz que necesitaba.

Abrí mi libro y comencé a leer, hablaba de una mujer, una reencarnada, tenía sangre de dioses, ella y un emperador llamado Maximiliano comenzaron el linaje. Veía a sus hijos y sus descendientes, había una pequeña reseña de cada uno de sus poderes.

Poco a poco iba a descartándo los personajes, me sentía jugando adivina quien, algo así, ¿tiene barba? No, ¿usa lentes? No ¿tiene cola de sirena? No.

Hasta que llegue a una familia que llamo mi atención, el hijo menor, hablaban de un nacimiento bajo una tormenta, unos ojos negros como la noche. Un niño pequeño, por sus características comencé a dibujar el boceto, según lo que pude tocar la otra noche de él, me daba una idea de su físico, poco a poco mi dibujo iba dando forma a mis locas ideas. Al final caí en cuenta que se parece a lo que estaba tallado en las paredes, yo seguía comiendo mi tarta y dibujando, hasta que lo termine, a mi parecer no era horrible solo algo diferente. Así que estaba segura que en ese orden de ideas el rey muerto es…

“Sentí un aleteo en mi espalda, quería mirar pero me tomaron por la cabeza, hizo que mirara al frente”

Rey Muerto: ¿Ya sabes quien soy?

Lucia: Si

Rey Muerto: Dímelo.

Lucia: No quiero.

Rey Muerto: ¿Por que?

Lucia: Siento que si lo digo me asesinaras.

Rey Muerto: Hoy no, lo juro.

Lucia: Eres Kai, hijo menor de Juana y Ares de Zenda. Un Dios, por lo visto oscuro.

Rey Muerto: Kai…

Lucia: ¿Así eres verdad?

“Levante mi boceto quería que él lo viera, era un hombre alto de cabello blanco largo, rasgos definidos, brazos y manos largas, al igual que sus uñas. Los cuernos no tan rectos. Ojos negros y cuerpo trabajado, sin olvidar las orejas puntiagudas.”

Rey Muerto: ¿Hiciste ese dibujo solo con tocarme?

Lucia: Asi es, ¿No es ni parecido? ¿Falle?

Rey Muerto: Te espero en media hora en mi habitación, trae de esa tarta que comes.

“Sentí de nuevo el aleteo, mire a todos lados y ya no estaba”

No negó mi pregunta, quiere decir que el es así, lo descubrí.

Volvía la cocina por su comida, de nuevo iba rumbo a su habitación, al ingresar había una pequeña vela encendida, dejé la charola en su lugar y me acerqué a la vela.

Lucia: Hola señor…

Sentí que se hizo en mi espalda, me apretó un poco el cuello y me hablo al odio.

Rey Muerto: Quiero que me digas la verdad, no te atrevas a mentirme.

“Estoy muerta, ya descubrió quien soy en realidad”

Sentía como cada vez apretaba su agarre.

Lucia: Si le digo que vengo de otro mundo ¿me creería? Dije casi sin voz.

Rey Muerto: Quiero toda la verdad.

Lucia: Señor…

No alcancé a hablar cuando la puerta se abrió de un solo golpe, había una mujer que gritaba como loca, encendió la luz, pude observar la habitación, era realmente hermosa, nada que ver con la oscuridad que siempre habitaba. El rey seguía detrás de mí sujetándome el cuello.

La mujer tenía un Aura desagradable, nunca han sentido que alguien llega y así sin conocerla ¿ ya les cae mal?

Mujer: ¿Por cuánto tiempo me tendrás encerrada? ¡Yo soy la reina!

Rey Muerto: Lárgate de aquí Cinthya. Sabes que detesto tu presencia.

Cinthya: No digas eso mi amor sabes que yo te amo, lo he hecho desde el día que te entregue mi pureza, eso nos hace esposo. ¿Somos uno y lo sabes?

“Vaya creo que entiendo lo que decía sobre la unión en libro de los Zenda si uno de sus hijos tomaba a una mujer virgen quedaban unidos para siempre, ella sería su esposa, su vida, su todo”

Rey Muerto: No eres nadie, solo una oportunista así que lárgate, vuelve a tu habitación que me repugna tu rostro.

Cinthya: ¡No! Yo soy la que debe estar en esta habitación. No me digas que esa es la perra que todos hablan, la que viene todas las noches a calentar tu cama, hacer mi trabajo.

Lucia: ¿Que ? Yo…

Rey Muerto: Así es Cinthya, ella es mi mujer, la que calienta mi cama todos los días, alguien que elegí, así que lárgate antes de que descargue mi furia en ti.

“Pero este hombre está loco como es que dice eso”

Cinthya: ¡Perra maldita te voy a matar!

La mujer camino hacia a mi, el rey seguía en mi espalda, trate de soltarme del agarre del Rey.

Rey Muerto: Quédate quieta.

Me susurro al oído, lo vi como se lanzó contra la mujer, la sacó de la habitación, escuchaba sus gritos afuera, después la puerta se abrió, el venía caminando hacia mi.

La verdad no daba crédito a lo que veía, él se dejaba ver por fin.

Lucia: Vaya, eres…

Rey Muerto: Un mounstro, ¡vete ya!

“Sentía su rabia así que lo mejor era irme, al llegar a la puerta le hablé”

Lucia: Iba a decir que eres Hermoso, buenas noches Rey Kai.

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