—Mi querida princesa... Lo siento mucho.
Cuando mi dama de compañía se desplomó frente a mí, el mundo se me vino encima. Corrí hacia ella y puse mis manos en su pecho buscando sanarla por medio del poder de la luz que me otorgó la luna. Sin embargo, ella había muerto con tal rapidez que ya no podía hacer nada para salvarla. Únicamente pude llorar desconsolada con su cuerpo entre mis brazos.
Cuando los caballeros escucharon mis gritos y finalmente llegaron a mi alcoba, las sospechas de todos los que estaban cuidándome se confirmaron. Y sin decirme nada, me llevaron a la sala de conferencias donde estaba mi padre, el emperador.
—Mi amada hija, lo lamento tanto... —dijo mi padre en cuanto me vio entrar y me extendió los brazos.
Aquella acción tan antinatural en él, me desconcertó, pero como toda hija que había sido criada fría y estrictamente, al verlo dispuesto a darme el amor que he añorado por años, corrí hacia él sin dudarlo. Él me resguardó en un fuerte abrazo, que me llenó el corazón, especialmente después de haber presenciado una muerte tan horrible.
Pasó un rato hasta que finalmente pude calmar las lágrimas y me separé de él. Entonces me condujo a un sofá que estaba situado en una esquina del salón, y él se sentó en el que estaba frente a mí. En su rostro había pena y una fuerte expresión de disculpa.
—Sé que vas a molestarte mucho conmigo, pero era algo con lo que todos los que trabajan en el palacio y eran de suma confianza, estuvieron de acuerdo —comenzó a decirme con cautela— Hace una semana, las sombras del castillo encargadas de seguir a la ex emperatriz, descubrieron que ella tenía varios infiltrados entre nuestro personal, y ella logró introducir un veneno letal al palacio. Sin embargo, no estábamos seguros de quiénes eran los infiltrados ni para quién estaba destinado el uso de ese veneno.
Mi padre detuvo sus palabras y se acercó a mí para tomar mi mano. Yo aún me encontraba fuera de mí por la conmoción y traté de comprender qué era lo que estaba pasando. Sus dorados y brillantes ojos me miraron con pesar.
—Así que, para poder descubrir a los infiltrados, debimos dejar que la preparación de los alimentos se hiciera como normalmente, registrando a todos los que estuvieron involucrados en la cocina. Y antes de que estos fueran servidos, las damas de compañía y asistentes de tu madre, de ti y de mí, se turnaron para probar la comida y bebida antes de servirla. Así fue durante toda la semana. Los primeros días no pasó nada, lo que nos dejó un tanto expectantes. Hasta que finalmente tu dama de compañía probó tu desayuno el día de hoy y... bueno —sollocé al saber que ella había muerto por mi culpa y me llevé las manos a la cabeza.
—¿Por qué... por qué no me dijeron nada? — cuestioné en un hilo de voz, sintiendo cómo el enojo se juntaba desde mi estómago.
—Sabíamos que no estarías de acuerdo, así que todos acordaron dejar este plan en secreto. Nadie fue obligado a hacerlo, por el contrario, ellos se unieron para poder protegerte, y tu dama de compañía fue la primera en ponerse de pie. Ella te quería muchísimo y sabía lo importante que era salvaguardar tu vida, por encima de cualquier otra cosa. — Negué con la cabeza. Mi padre me tomó de los hombros tratando de encontrar mi mirada de nuevo.
Cuando nuestros ojos se encontraron, la ira ya había superado a la tristeza que había en mi interior. Él suspiró apenado y bajó la mirada al piso. Volví en mis recuerdos al momento en que mi dama de compañía llegó a mi habitación con la comida. Lo más probable era que la hubiera probado justo antes de entrar, ya que estuvo conmigo todo el tiempo hasta que tocaron la puerta. Ella salió y volvió con la comida.
En cuanto ella cerró la puerta y tomó el carrito de servicio para empujarlo hasta mí, comenzó a salirle sangre de la nariz. Inmediatamente después, su semblante palideció y se llevó los brazos al vientre, abrazándose con fuerza.
—¿Amanda? — Cuando la llamé y sus ojos encontraron los míos, pude ver que en ambos aparecieron grandes derrames.
Entonces me levanté de mi asiento con rapidez, y Amanda vomitó sangre con mucho dolor. Sin pensarlo, corrí hacia ella, y antes de que lograra alcanzarla, me miró con una serenidad y tristeza que me angustiaron.
—Mi querida princesa... Lo siento mucho.
Suspiré pensando en lo rápido que sucedieron todos los acontecimientos, y me limpié una lágrima del rostro.
—¿Saben dónde consiguió la ex emperatriz el veneno? — le pregunté a mi padre, aún sin poder verlo a los ojos. No podía evitar pensar que de alguna manera él sacrificó a mi dama de compañía.
—Hasta donde sabemos, ella lo recibió de un mercader del mercado negro de la capital. — Yo negué con la cabeza al escuchar la información.
—Dudo mucho que ese sea el lugar original en el que se hizo el veneno, la rapidez con la que hizo efecto y lo letal que era... El poder de la luz convencional no es capaz de hacer algo así, especialmente porque está controlado por el poder del trono imperial. Investiga a dónde ha viajado ese mercader, creo que se trata más bien de magia negra —mi padre se miraba preocupado al escuchar mis palabras, pero curiosamente, no se miraba sorprendido.
—Amelia, sé que no es el mejor momento, pero es preciso que se tomen medidas urgentes contra la ex emperatriz por sus actos. Ahora tenemos pruebas para comenzar un juicio, pero temo que este tan solo sea el primero de muchos intentos para atentar contra tu vida —mi padre se detuvo un momento, pensando en sus palabras, fue entonces cuando volteé a verlo— Es por eso que tu madre y yo hemos decidido mandarte al imperio del sur.
Fruncí el ceño, confundida y desconcertada. De todas las medidas que creí que tal vez podría tomar mi padre, esa era la que menos esperaba, y mucho menos deseaba.
—Pero... Me estoy preparando para tomar el trono, tengo al menos seis años para estar lista. ¿Cómo se supone que entre en los asuntos de nuestro imperio si ni siquiera voy a estar en el territorio? —cuestioné incrédula, mientras me levantaba de mi asiento.
—No es algo por lo que debas preocuparte. Sabes que el emperador del sur y yo somos amigos, así que él personalmente te recibirá en el palacio del emperador y te permitirá entrar a la universidad Lunae, donde podrás aprender más sobre los poderes otorgados por nuestro dios y ayudarás en investigaciones avanzadas. Incluso podrás financiar la investigación sobre el poder sanguíneo que comenzaste hace dos años —la emoción con la que mi padre me explicó todo lo que había preparado para mí me desconcertó, especialmente porque hace al menos veinte minutos había muerto una persona.
Pero entonces consideré sus palabras. El hecho de que yo tuviera el derecho de llegar directamente al palacio del emperador ya era un privilegio.
El imperio del sur tiene al menos cuatro palacios en su capital: el Palacio del Príncipe, donde se queda el heredero al trono, los maestros de la espada y los caballeros. A ese palacio llegan todos los grandes generales militares, caballeros y todo aquel que tenga un puesto de importancia militar de otros territorios, cuando visitan el imperio.
El Palacio de la Emperatriz, es donde debe vivir emperatriz junto a las hijas que pueda llegar a tener. Ahí llegan princesas, reinas y emperatrices de otros territorios, al igual que posibles aprendices a princesa heredera o protegidos de la Universidad Lunae que vienen de otros territorios. Es el lugar al que yo esperaría llegar y en el que debería quedarme.
El Palacio Invernal, es donde se celebran todos los bailes y reuniones organizados por la familia imperial. Tiene una capilla que se usa exclusivamente para las bodas de la familia imperial, y también es donde se celebra la recepción y la coronación de los emperadores. Es uno de los palacios más hermosos de entre los cuatro imperios, dotado de al menos seis jardines inmensos, donde hay flores que solo se encuentran en el sur. Las fiestas de té que organizaba la emperatriz del sur, siempre se celebran en esos jardines.
Finalmente, está el Palacio del Emperador, donde se realizan todas las reuniones políticas, estratégicas o de investigación. Ahí pueden entrar reyes, duques, científicos o investigadores de la luz, y emperadores de otros territorios. El resto del pueblo tiene asambleas con el emperador en el templo. A este palacio solo pueden entrar el príncipe heredero y la emperatriz sin aviso o cita previa.
Es un sitio en donde solo las personas de mayor rango e importancia pueden entrar. El hecho de que ese será mi lugar de residencia por al menos tres años, hará que mi posición se vuelva aún más poderosa ante el resto de los imperios.
—Princesa, ten por seguro que el emperador del sur se encargará de enseñarte todo lo necesario para ser emperatriz, y cuando vuelvas, este imperio será seguro para ti, y así podré terminar de pulir la hermosa gema que volverá a casa, para que finalmente puedas ascender al trono con toda la gloria que te mereces— me prometió mi padre mientras se llevaba una mano al corazón.
Suspiré inquieta al pensar en ir al sur, sabiendo que en casa se desataría una pelea contra la ex emperatriz traidora. Esto me hacía sentir insegura. Lo cierto es que mi poder sobre la luz era más potente que el de mi padre, pero él era mucho más sabio y tenía más conocimiento que yo.
No debía haber razón para temer por su seguridad o la de mi madre, sin embargo, algo muy dentro de mí me seguía alertando del peligro.
—Por favor, si algo pasa, llámame— le supliqué a mi padre, mientras el recuerdo de Amanda volvía a mí, y el miedo de que lo mismo le pasara a él me inundó el pecho.
—Hija mía, yo también soy un Maestro de la luz, confía en tu padre y ve a lograr cosas más grandes. El imperio del norte estará bien— me aseguró y entonces depositó un beso en mi frente.
Nuevamente, me sentí extraña ante todo el cariño que estaba recibiendo de su parte, pero asumí que era debido a que pronto nos separaríamos, y me permití sentir su amor.
Fue así como acepté embarcarme en un viaje desconocido hacia el sur, en busca de seguridad y conocimiento, sin saber lo que me esperaba, y la ola de desgracias que se desatarían en el imperio del norte apenas me fuera.
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Comments
Ines Riveros olate
estoy confundida lo que cuenta es su tiempo pasado o presente por qué se veía a la ex emperatriz muy convencida de lo que decía y el emperador ya era frío con ella
2023-10-04
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