19- Culpable

Pasé toda la mañana acostada en posición fetal desahogandome, con el llanto ya tenía mi cara y ojos hinchados de tanto derramar mis lágrimas,

no tenía ánimos de nada, ni siquiera de levantarme a prepararme algo de comer, a pesar de que mi estómago rugía y se quejaba porque desde que salí de la sala de operaciones no había probado bocado alguno.

Alex casi nunca venía a almorzar a la casa, pero justo hoy vino a las doce, sentí cuando abrió la puerta de la habitación y me encogí más, él se sentó en la cama.

- Ojitos de gato ya no sigas molesta sé que no debí decirte esas cosas, perdóname por favor.

No le respondí ni una sola palabra.

- Sé que no debí actuar así, pero es tu culpa por no avisarme. Dijo mientras apartaba el cabello pegado a mi rostro, por el sudor y las lagrimas.

En serio estaba hecha un desastre y mi aspecto era lamentable, además de que en verdad no tenía deseos de hablar con él, no me parecía justo como me había tratado, trate de alejarme de su mano, cuando Grrrrrrr mi estómago me puso en evidencia.

- No has comido..? Me pregunto con preocupación.

Pero seguí sin responder la verdad no sabía ni que decir, o no quería decirle nada, no sé realmente.

Alex salió de la habitación y luego del departamento, yo seguí abrazada a mi almohada en estado de depresión.

Como a la media hora Alex regreso, entro a la habitación con dos bolsas, de comida china, lo sabía porque mi olfato estaba inundado de sus aromas, mi boca se hacía agua y mi estómago ardía del hambre.

- Ven siéntate para que comas. Me dijo mientras arreglaba la mesita de desayuno.

- No gracias, no tengo hambre. Dije sacando mi orgullo y evidenciando que aún seguía molesta, urrrggg mi estómago seguía delatandome.

- Perdóname Ojitos de gato, no volverá a pasar, yo te Amo y sé que tienes hambre. Se acercó y me sento en la cama.

- No me gusta verte llorar. Dijo mientras intentaba limpiar mi rostro con una toallita húmeda, mientras yo trataba de alejar mi cara.

Acercó la bandeja a mí.

- Por favor come, yo sé que te gusta, Y destapó el Chopsuey frente a mi, abrió una salsa de soya y se la rocio, no pude seguí con mi orgullo, me encanta comer vegetales, pero con ese sabor oriental son otro nivel, los adoro.

Comencé a comer, el sacó las lumpias mojo una en salsa teriyaki y me la acercó a la boca. la mordí, se me olvidó que estaba molesta, abrió el resto de platos y se dispuso a almorzar también, mientras tanto, yo comía como si tuviera una semana sin haber comido.

Al terminar nuestro almuerzo, Alex recogió todo y limpió, saco la basura del cuarto y regreso.

- Te sientes mejor.

Obviamente estaba más calmada y por supuesto el también, asentí con mi cabeza un si.

- Me perdonas..? Te prometo que no lo vuelvo a hacer, pero es tu culpa mami, si tú me avisas yo no me preocupo y me molestó de esa manera

Estoy enamorada de Alex, así que asumí que era mi culpa. cabizbaja le respondí:

- Si amor tienes razón, debí avisarte.

- Claro mami, no hubiésemos tenido esta discusión.

Solo asentí,.aceptar esa culpa sería el principio del fin, Alex se acercó me dio un beso, me ayudó a levantarme, saco mi ropa y me dijo:

- Ven vamos al baño para que te duches y te relajes.

Me abrió la ducha y me comencé a mojar, estregue mi rostro debajo del chorro, mientras dejaba el agua correr por mi cuerpo, Alex seguía ahí observandome.

De pronto tomo el jabón antes que yo y comenzó a enjabonar mi espalda, luego sus manos pasaron a enjabonar mis senos y luego más al sur, cuando sus dedos rozaron mi intimidad, gemí...

Luego sentí como Alex con todo y ropa aun puesta, me apretaba contra la pared, giro mi rostro y comenzó a devorar mi boca, con una mano acariciaba mis senos, mientras la otra frotaba mi entrepierna deslizando sus dedos índice y medio con toda facilidad gracias a mi humedad.

Sentía en mi trasero su dura virilidad a través del pantalón, Alex abrió su cremallera, apartó más mis piernas y se hundió dentro de mi con fuerza, mi rostro y mis senos se estrellaron contra el frio azulejo del baño, mientras Alex elevaba mi trasero y mis piernas con cada embestida.

Yo solo podía intentar sostenerme mientras era divinamente azotada, mis gemidos inundaban el baño.

- Dilo mami, quiero oírte gritarlo. Dijo acelerando sus embestidas.

- ALEX, SOY TUYA, ERES MI DUEÑO REY..! Dije mientras me corría.

- SI..! Eres mía, mía..! Susurraba en mi oído descargando su semilla mientras se hundía más duro en mi.

Luego salió con cuidado, sentí chorrear nuestros jugos tibios por mis piernas temblorosas, Alex se terminó de desvestir y nos terminamos de bañar, salimos y nos vestimos.

- Acuestate y descansa un rato Ojitos de Gato, voy a trabajar.

- Está bien rey.

Alex se fue y yo caí como saco de plomo, en un sueño profundo, al caer la noche me desperté como a las siete, me levanté, hice la cena, Alex llegó y. todo transcurrió como si esa mañana nada hubiera pasado.

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