7- Cayendo en el despecho

Alan se fue sin siquiera despedirse de mi y yo sentía que el pecho me dolía y el corazón lo tenía oprimido si ganas de seguir latiendo, sentía que me ahogaba con tanto dolor y tristeza, en la soledad de mi cuarto las lagrimas salían solas y sin control. había perdido lo más bonito que había tenido en mucho tiempo.

Alan me había hecho sentir que por fin tendría lo más parecido a una vida normal y feliz, aunque pareciera dramático, mi pequeño mundo se había acabado y yo me sentía morir.

Ese año, ya había conocí a Cristian un chico de piel canela y ojos café, robusto de mi estatura más o menos, cuando sonreía se la hacia un hoyuelo en su mejilla derecha que lo hacía lucir encantador, era muy sociable y carismático, hacia deportes y siempre estaba rodeado de chicos y chicas, tenía bastantes amistades en el colegio cursaba dos años más que yo y era todo lo contrario de mi, ya mi cuerpo estaba casi formado por completo, mis senos ya no dolían, aunque no eran muy grandes, mis caderas ya tenían una suave curva insinuante y mi larga cabellera rozaba por encima de mis pequeños glúteos.

Sentada en una de las bancas del patio, realizando mi actividad favorita "leer", un día se acercó

- Hola, porque tan sola.

Levanté mi vista nerviosa, Cristian era lindo y yo clamaba por atención, me sentía sola y quería sacarme ese despecho que sentía por Alan.

- No tengo muchas amistades, por si no lo has notado.

- Si, he visto que no compartes con muchas chicas y menos con chicos, no tienes novio..?

- No, pero según se, tú si que haces aquí.

- Estás mal informada, terminamos.

- Uhmm ya.de igual no ando pendiente de chismes.

- Si, por eso me gustas, quieres ser mi novia..?

- Bueno. Eso fue rápido y fue una respuesta más motivada por mis problemas sentimentales que por más nada. Cristian no me besó ahí, sabíamos que en el colegio estaba prohibido ese tipo de demostraciones, de afecto, así que:

- Nos vemos en la salida baby.

- Ok nos vemos

Sonó el timbre del descanso y todos regresamos a nuestras aulas, el día transcurrió normal, Ingrid y Stella me veían de reojo y cada que podían me hacían una seña, yo no sabía que se traían esas dos. A la hora de salida se me acercaron y emocionadas me felicitaban, Stella me dijo:

-Sol te vimos hablando con Cristian, dinos qué te dijo..?

- Ay si..! Que te dijo agregó Ingrid. Es tan lindo..!

- Pues hablamos poco, pero me preguntó si quería ser su novia.

- AAAHH..! LO SABÍA..! Ingrid casi me deja sorda.

- Y que le respondiste..? pregunto Stella.

- Acepte. Respondí. sin mucho ánimo

- Y Alan..? Pregunto Stella.

- Alan se fue y ni se despidió, me supongo no quiere saber nada de mí y yo tampoco de él.

- Ay Sol lo siento, trato de consolarme Ingrid.

- Pasó algo grave para que se fuera así..? El te quiere mucho. Acotó Stella.

Eso ya no importa respondí, no podía contarles nada de lo que había pasado

No habíamos caminado mucho cuando oí que Cristián me llamaba, - Solmary pensé que me esperarías. Con permiso chicas les dijo a Ingrid y Stella sin mirarlas y me tomo de la mano para que me fuera con el. Cristian me llevo hacia una plaza, allí pasamos varias horas hablando y besándonos, yo nunca había hecho eso de tardar en llegar a casa al salir de clases, pero había caído en el despecho y así conocería otra forma de maldad y cometería otro grave error.

Cómo mamá acepto a Alan cómo mi novio sin mucha protesta, supuse que no era muy necesario el formalismo de que Cristian fuera a hablar con ella así que no había a quien responderle.

- Solmary acompañame otro rato, aún no es tan tarde. Esa era su frase favorita y yo caía. - Acaso eres miedosa..? su segunda frase más usada y la tercera y más peligrosa - Solmary si me quieres debes demostrarlo. En ese juego de manipulación comencé a irme con el a la salida del colegio, a visitar sitios solos o abandonados y a regresar cada vez más tarde a casa.

- Solmary vamos a salir el sábado por la noche.

- Bueno a qué hora..?

A las seis, nos vemos en la plaza.

- Listo, ahora me voy. Cristian no solía salir a pasear conmigo, el solo era un chiquillo sin dinero, sin oficio ni beneficio, pero yo ya había caído en su supuesto encantó y no tenía idea de lo que él planeaba.

El sábado me coloque un lindo vestido, unas sandalias, dejé mi cabello y suelto, ya que solía llevarlo recogido los días de colegio, me coloque brillo en los labios, pues mamá no me dejaba maquillarme, mi perfume favorito Sweet Honesty de Avon y salí de casa a mi encuentro con Cristian.

- Huy Solmary, que diferente te vez sin el uniforme. Dijo viéndome de arriba abajo con una sonrisa de lado.

- Diferente bien o diferente mal..? pregunte, tímidamente.

- Bien, te vez bonita.

- Gracias.

- Bueno vamos

- A donde vamos..?

- Quiero que vayamos al mirador. Respondió sin afán

- Pero eso queda muy lejos y es muy solo por ahí. Dije algo dudosa, pues el mirador era un club en ruinas que había en lo alto de una colina y obvio tendríamos que ir a pie.

- Tienes miedo..? Miedosita. Dijo volteando a verme con su cara muy risueña.

- No es eso, pero podemos ir a cualquier otro lado porque al Mirador precisamente, ya es de noche.

- Ay ya Solmary, vamos solo será un momento y regresamos, si me quieres demuéstralo

Caminé junto a él como 45 minutos hasta que llegamos, la maleza no estaba muy alta así que se podía caminar, estaba oscuro y yo pensaba en si había serpientes o cualquier tipo de insectos que se me pudiera subir, Cristian me llevaba de la mano casi a rastras hacia el edificio en ruinas, una vez adentro.

- Solmary te traje aquí porque ya tenemos dos meses de novios y quiero que me des una prueba de amor. Dijo mientras me besaba y me tocaba por todos lados como si fuera un pulpo, Cristian me subía la falda mientras trataba de meter sus manos dentro de mi blusa.

- No Cristian por favor, no quiero. Y la verdad, después de lo sucedido con Alan no quería pasar por otro lado momento como ese.

- Solmary si me quieres demuéstralo, que mejor prueba que hacer el amor conmigo.

- Pero no estoy segura y no me siento cómoda

Cristian tiro su chamarra al piso y me recostó ahí, subió mi vestido y quitó mi panty torpemente mientras seguía besándome, luego se subió en mi se movió dos veces y uhhh lo escuché gemir. Ya párate vámonos, dijo mientras subía su pantalón y se acomodaba la ropa, me levanté acomode mi vestido y salimos de ahí.

De regreso a la plaza no dijo mucho y yo tampoco, en mi mente yo solo recordaba mis hermosos y tiernos momentos con Alan y pensaba en lo seco que había sido Cristian, después del acto ni me ayudó a levantarme, solo me tomo de la mano y me llevo casi arrastras de regreso.

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