6- Secundaria de decepción (Parte 2)

La siguiente semana, Alirio regreso y mamá le dijo a Alan, que debia hacer sus visitas lo más temprano que pudiera, más cortas y sin tanta besadera, porque mi padrastro había llegado de viaje y ella no había hablado con el de mi noviazgo, asi pasaron dos meses, de semanas intensas y semanas calmadas

En cada salida Alan hacia planes a futuro conmigo, me hablo de. ir a conocer a sus padres, de nuestra boda, de cuántos hijos tendríamos y a quien se parecerían, un sábado me llevo a pasear, fuimos a cenar, me llevo a comer helado, otro sábado al cine y comer pizza, otro fuimos a la feria comimos manzanas acarameladas y algodón de azucar, y siempre estábamos besándonos, hasta que ese día en el cine entre beso y beso me dijo:

Te necesito Solmary, yo sé que voy rápido, pero quiero que seas mi mujer, abrió la bragueta de su pantalón y me mostró su miembro erecto

- Tócame preciosa.

Y así lo hice, lo roce suavemente con mi mano, se sentía muy suave, tibio, y algo húmedo en la punta, nos fuimos a su habitación y ahí, me besaba mientras me desvestia, Alan fue delicado y dulce me acostó y se puso encima de mi, y con zumo cuidado se hundió dentro de mi, me hizo el amor y me gustó aunque no fue lo que esperaba, menos la decepción que sentimos ambos cuando Alan termino y se sentó en la cama, agarro su cabeza y molestó me dijo:

- Porque no me habías dicho que ya habías estado con otro.

Yo no entendía porque me decía eso, pues en verdad nunca había estado con un hombre.

- No, nunca había estado con nadie antes de ti Alan.

- MENTIRA..!!! No me mientas, ya no eras virgen, cuando te penetré no te dolió, no tuve que hacer fuerza..! ESTUVISTE CON OTRO..!!! Y me has visto la cara de idiota todo este tiempo.

Dijo con su rostro rojo y desencajado de la ira, mirándome con desprecio y reproche en sus hermosos ojos verdes, entonce supe a que se refería con hacer fuerza y el dolor, recordé mi accidente y entendí la estupidez que había hecho, sentí en mi corazón el dolor por la consecuencia de mis acciones y mis lágrimas empezaron a brotar de mis ojos, le estaba diciendo la verdad, no había estado con otro hombre, pero el también decía la verdad, yo, ya no era virgen, me tomo por los brazos y sacudiendome bruscamente me dijo:

- No llores, dime porque..? Solo quiero saber porque Sol..?

Me dijo con su voz quebrada por la tristeza y vi rodar dos lágrimas por sus mejillas.

No pude decirle nada, estába avergonzada y decepciónada de mi misma, había arruinado el que debía ser el momento más especial de una mujer y mi imagen ante el hombre maravilloso que estaba planeando una vida conmigo, me sentía horrible.

Alan no pregunta lo más, se vistió y me ayudó a vestir, me dio una toalla húmeda para que limpiará mi rostro y me acompaño a casa, por el camino no volvio a pronunciar palabra hasta que llegamos.?

- Adiós Sol, descansa. Se despidió sin el acta acostumbrado abrazo de oso y beso de siempre, sentí que un rayo me partía en dos el pecho.

- Adiós Alan, Y entré, nadie vio mi rostro enrojecido, ni mis ojos hinchados por el llanto, todos estaban en su habitación como siempre y yo me fui directo a la mía, me tiré sobre la cama y lloré amargamente hasta que me quedé dormida.

Al día siguiente, me levanté temprano como siempre hice desayuno y me fui a mi cuarto con mi plato, me encerré a realizar mis actividades y no salí de mi cuarto en casi todo el día, no quería verle la cara a nadie, no quería hablar con nadie, pues de nada serviría, nadie sabía por lo que había pasado y estaba pasando,m y no lo sabrían nunca.

Después de eso mi relación con Alan no fue la misma, su trato hacia mi cambio, se la pasaba de mal humor, si salíamos estaba distante y serio, ya casi no me abrazaba ni me besaba, mi tristeza cada día iba en aumento y la suya también, así que no lo soporte más.

- Alan, quiero terminar nuestro noviazgo.

- Te vas a reconciliar con tu primer hombre..? Dijo con el ceño fruncido.

- Por favor no digas esas cosas, hablas por hablar, solo para herirme.

- Bueno si eso quieres...

- Si... Dije bajando mi cabeza.

- Listo, será como tú digas.

Y con seas palabras se despidió, sin un beso, sin un abrazo, sin un esperó te vaya bien y se fue... llevándose con el un pedazo de mi tierno corazón, pero ya el mal estaba hecho, ya no había vuelta atrás y este mal me lo cause yo, algunas veces más lo vi mientras se terminaba la construcción del centro comercial, pero no volvimos a hablar, yo quería, quería correr y abrazarlo, decirle cuánto lo extrañaba, pedirle que volviéramos, pero era obvio que me evitaba y yo tengo mi orgullo.

Al terminar la obra, regreso a su ciudad y no lo vi más, estaba destrozada y no tenía con quién desahogar mi dolor, pues a mis amigas no les contaba estas cosas tan privadas, todo lo he llevado bien guardado dentro de mi, pero eso no me hacía bien y ya lo descubriría más adelante, con mi siguiente metida de pata...

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