5 - Secundaria de decepción ( Parte 1)

Después de mi pequeño accidente pasaron días sin que disfrutara de mis caricias secretas mi vida iba pasando con menos prisa, ya había iniciado la secundaria y así conforme a que vamos creciendo y la vida va pasando, también van cambiando las cosas, como los amigos, ya Adriana no formaba parte del grupo, pues sus padres la enviaron a estudiar a otra ciudad, Stella tampoco. estudiaba con nosotras ya que se había ido con su mamá al extranjero luego del divorcio de sus padres, nuestro grupo se había reducido y cada ves era menos el tiempo que compartíamos, entre las actividades académicas y las familiares .que realizabamos cada día.

Un dia abasteciendome de golosinas en la tienda más cercana, conocí a Alan un chico de 19 años que llegó a trabajar en una construcción cerca del colegio, era esbelto, no muy alto y con unos hermosos ojos verde claro de esos que no te esconden secretos, como quince días seguidos lo encontré ahí al pasar por mi botín de chocolates y galletas para mis descansos, el sé me quedaba viendo detalladamente, ya yo había aprendido a detectar cuando le llamaba la atención a alguien, así que suponía que yo le gustaba.

Los viernes por la tarde mi salida del colegio era más temprano, pues tenía libre las dos últimas horas, siempre regresabs sola pues vivía a dos cuadras y mis amigas en otras direcciones, iba sumida en mis pensamientos cuando Alan se me acercó

- Te acompaño preciosa, no vaya a ser que alguien se me la robe por ahí.

- Jijiji no lo creo. Respondí toda nerviosa.

- Ven toma mi brazo, yo te escolto hasta tu casa.

- No gracias, vivo a dos cuadras.

- Uhmm, ya se que estoy feo y puedo ensuciar tu uniforme, pero no seas así.

- Jijijiji no, en realidad vivo aquí cerca.

- Pero al menos me puedes saludar, mi nombre es Alan y el tuyo es..?

- Solmary

.

- Solmary,. que hermoso nombre irradia calor.

- Jijijiji, te burlas por lo de Sol.

- No es burla preciosa,. te lo puedo asegurar.

Así llegamos a mí casa, no estaba muy lejos del colegio.

- Ya llegué, gracias

- Te puedo visitar otro día Solmary.

- No lo sé, no creo que mi madre me de permiso.

- Vaya voy a tener que hablar con la suegra.

A mí rostro subió un calor y me puse más nerviosa. - Cual suegra..?

- Tú mamá preciosa o tienes novio..?

- No, no tengo novio.

- Que bueno, entonces te veo después preciosa, adiós.

- Adiós.

Entre a casa temblando, mis piernas eran como gelatinas, mis manos sudaban y mi estómago estaba revuelto como si me hubiese comido miles mariposas, pero se sentía rico, nunca había hablado tanto con un hombre y que además me pudiera gustar

Al día siguiente sábado por la tarde, Alan se presentó en casa, Alirio no estaba, solo mamá, ya no venía sucio ni con ropa de trabajo, vestía un Jean negro y una camisa manga larga blanca con finas rayas negras recogida en los brazos, despedía un suave aroma varonil cítrico y sus rubios rizos saltaban en su cabeza.

- Hola preciosa, está tu mamá.

- Si, pero porque viniste..?

- Te dije que hablaría con ella y yo soy de palabra, así que aqui estoy, la llamas por favor.

- No..! Vete por favor. Me empezaron a alguien atacar los nervios.

- No me voy a ir preciosa, quiero hablar con tu mamá.

Cómo mamá escucho que había abierto la puerta y tardaba en regresar adentro salió a ver.

Quién era Sol..?

- Buenas tardes Sra, mi nombre es Alan y vengo a hablar con usted.

Comencé a sudar frío.

- Si dígame en qué le puedo servir..?

- He visto desde hace tiempo a su hija y me gusta, me gustaría que me permita ser su novio.

- Guao..! Que formal, me gusta. Y con qué intención quieres ser su novio, porque ya debes saber que aún no es mayor de edad.

- Si Sra lo sé, mis intenciones son serías, la quiero para casarme con ella.

Mi cabeza dolió, hablo de casarse.

- Pero yo no quiero casarme.

- Silencio. Sol, el joven está hablando conmigo.

- Pero mamá.

- Tú y yo hablamos después, Listo joven, puede ser su novio, la visitará aquí, si la quiere sacar, la busca aquí en la casa y la trae aquí a la casa, no quiero nada de arrumacos en la calle y siempre me dirá a donde la lleva.

- Si Sra, así será,. gracias.

- Bueno los dejo para que hablen.

Acepto, mamá acepto, yo no salía de mi asombro, Alan decía algo pero yo solo repetía esas palabras en mi mente, "mamá acepto", hasta que sentí que me tomaba de la barbilla y me besaba en los labios, eso no fue un roce de labios, fue un beso firme y apasionado, que me trajo a la realidad, Alan me pedío abrir la boca, metío su lengua suavemente y exploró mi boca, mi cuerpo parecía explotar en un montón de sensaciónes deliciosas, Alan chupaba mis labios, yo estaba casi no en shock este si era un primer beso, él era un hombre y sabía lo que hacía.

Ese día estuvo conmigo sentado en la sala besándome hasta el cansancio, mis labios ardían, mi cuerpo también, mi intimidad parecía una laguna y palpitaba de ganas, los besos de Alan hacían hervir mi piel, me revoloteaban mariposas en el estómago y me sentía en las nubes, Alan me habló de el, de su cuidad y de su familia, luego de no sé cuánto tiempo, se despidió y se fue.

Mamá no me dijo nada, ni yo le pregunté, simplemente me fui a mi habitación y me tiré en la cama, sentía mis labios hinchados y ardiendo de tantos besos, abrace mi almohada y me dormí. Así paso una semana, que trascurrió tranquila pues Alirio andaba de viaje, Alan iba de visita, se sentaba conmigo en la sala y me daba mi clase de cómo besar y yo, como buena alumna hacia todo lo que él me decía.

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