Manantial

— ¿ir al comedor? — preguntó Azalea incrédula

— me imagino que estar tanto tiempo encerrada en mi alcoba junto a un animal fastidioso debe ser agotador. — dijo el rey demonio acercándose a Azalea y tomando un mechón de pelo.— espero que puedas acompañarme

Realmente no esperaba que el rey demonio en persona le dejara salir sin siquiera haberle preguntado a él, aunque fuera solo al comedor podría aprovechar y conocer más a fondo el castillo demoníaco y tal vez hasta averiguar donde están las demás prisioneras. Pero antes, aprovecharía la amabilidad del rey demonio para pedirle algo muy importante.

— me gustaría, pero no puedo ir así nomas — dijo Azalea

— ¿por qué? — pregunto el rey demonio incrédulo, ya que no esperaba que lo rechazara

— no me encuentro en condiciones de ir porque no me he bañado en más de una semana, no quiero seguir así más tiempo — respondió Azalea dándole la espalda — ustedes los demonios pueden estar sucios, pero la higiene es muy importante para los humanos, es para estar sanos y limpios

La mandíbula del rey demonio se abrió dando a entender que recién se dio de ese detalle.

— entonces, si te bañas entonces estarías feliz ¿no? — pregunto el rey demonio pensativo. — sé dé un lugar que te encantara

Sin previo aviso el rey demonio cargo a Azalea sin pedir su consentimiento y rápidamente se la llevó por los pasillos hasta salir del castillo y llevarla a un lugar en lo que sería un patio de losas de piedra que tenía un gran manantial azul verdoso que emanaba vapor caliente, que era rodeado por un muro de piedra.

Al llegar el rey demonio bajo con cuidado a Azalea. Ella estaba impresionada por el lugar, no esperaba ver algo así en este castillo.

— sabía que te gustaría — dijo el rey demonio

— ¿qué es este lugar? — pregunto Azalea

— es un lugar privado mío, lo uso para relajarme y alejarme de los molestos deberes de ser soberano — dijo el rey demonio con una voz profunda que denotaba amargura

Azalea lo miro por unos segundos luego al manantial.

— ¿es seguro para los humanos? — preguntó Azalea insegura

Azalea recordaba haber leído sobre algunos manantiales y lagos contaminados por energía demoniaca que causaba enfermedades en los humanos que nadaban ahí incluso sus cuerpos llegaban a disolverse en algunas situaciones, pero los demonios podían nadar y beber como si fuera agua normal. En una excursión que tuvo con Marcus en el pasado, fue testigo de cómo un soldado se disolvía al caer accidentalmente a un lago contaminado, recordar ese incidente siempre la perturbaba.

Por eso Azalea temía que este manantial estuviera afectado por la corrupción demoniaca.

— si es seguro. — dijo el rey demonio levantando a Azalea y llevarla hasta el borde de la losa que daba al agua del manantial.

— ¡¿QUE ESTAS HACIENDO?!— grito Azalea exigiendo saber que quería hacer el rey demonio con ella

A pesar de agitarse e intentar zafarse de su agarré, el rey demonio se mantenía firme.

— solo confía en mí, nada te pasará — hablo el rey demonio con una voz suave

"Solo confía en mí, nada te pasará"

Azalea ya había escuchado esa frase antes proviniendo de la boca de Marcus, siempre que había algún problema Marcus le decía lo mismo para aliviarla, pero ahora esa frase la estremecía.

Antes que se diera cuenta sus pies ya se hallaban dentro del manantial y nada les había pasado

pensó Azalea sin poder creerlo.

— te lo dije, este manantial es especial — le dijo el rey demonio dejándola sentada en el borde. — los otros demonios no pueden entrar sin quemarse, solo yo puedo nadar sin problemas. Por eso este es un lugar donde ningún otro demonio pueda entrar

Azalea lo miro, a pesar de que él pudiera tener un rostro tan inhumano podía llegar a expresar emociones humanas a través de su voz y ojos. Realmente estaba aprendiendo cada vez más de este misterioso y fascinante ser.

pensó Azalea intentando recordar su objetivo principal.

Dejando esos pensamientos de lado, Azalea comenzó a desabrochar los botones de su vestido desgastado. Pero se detuvo al notar que el rey demonio seguía presente.

— ¿le importaría darme algo de privacidad?, su majestad — le pregunto Azalea a regañadientes cubriendo su torso superior con sus brazos

El rey demonio reacción.

— discúlpeme si la incómodo, es solo que quería ver como es el cuerpo de mi querida Azalea — respondió el rey demonio tratando de sonar igual que un Amante enamorado

Pero lo único que recibió fue una mirada sombría de Azalea junto a unos ojos asesinos.

— te esperaré — dijo el rey demonio dejándola sola

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