El consejero

Dos días transcurrieron con normalidad trayendo consigo la recuperación de Azalea.

— que bueno es volver a caminar — dijo Azalea saltando de alegría de un lado a otro por toda la habitación hasta llego a dar vueltas

Sin darse cuenta de que estaba siendo observada.

— no tenía idea de que eras bailarina — se burló el rey demonio estando recostado sobre el marco de la puerta

Azalea se detuvo en seco mientras su rostro se volvía rojo como un tomate. En ese día el rey demonio usaba un camisón blanco con el pecho al descubierto, un cinturón de tela roja que sujetaba sus pantalones grises anchos que apenas llegaban a sus rodillas.

— ¡¿desde hace cuanto estás ahí?!— pregunto Azalea totalmente avergonzada

— desde que empezaste tu mala imitación de bailarina — respondió el rey demonio con un ligero tono de burla

— solo estoy feliz de poder caminar — respondió Azalea

— que mal, me gustaba mucho tenerte en mi cama. Eras incapaz de escapar y no podías resistirte a mis afectos — dijo el rey demonio con una voz deprimida

< eso era porque era incapaz de moverme tanto y tú te aprovechabas de mi incapacidad. > pensó Azalea molesta dándole la espalda al rey demonio

Sin previo aviso, el rey demonio envolvió sus gruesos y peludos brazos alrededor de la cintura de Azalea abrazándola y asomando su cabeza sobre su hombro con cuidado de no lastimarla.

— ahora que ya estás recuperada ¿no intentaras escapar nuevamente, Azalea? — le preguntó el rey demonio, pero había algo diferente en su voz, se había vuelto más suave y tenía un tono de ansiedad y tristeza

Azalea se percató de eso y no supo como responderle. Ella quería volver a su vida en la que solo tenía que cuidar de Mury, pero ya sabía que escapar del rey de los demonios era una tarea imposible, aun así no podía negar que él era diferente a la mayoría de cosas que había escuchado sobre el rey demonio, más amable de lo que creía hasta podía compararlo con un perrito que busca su cariño.

— no te preocupes, ya me demostraste que es imposible escapar — respondió Azalea haciendo un esfuerzo para sonar indiferente

El rey demonio la volteo para que ambos se vieran directamente a los ojos.

— quiero tenerte a mi lado, pero no quiero que seas mi prisionera, solo por favor no te vayas — dijo el rey demonio con una voz temerosa y suplicante

Él rozó con delicadeza su garra alrededor de la mejilla de Azalea, para luego acercar su huesudo rostro al de ella con la intención de darle un beso.

Sin embargo...

— rey demonio — alguien llamo al otro lado de la puerta arruinando el momento. A juzgar por su voz parecía ser un anciano

El rey demonio comenzó a maldecir en murmullos mientras se alejaba de Azalea yendo a la puerta y abriéndola con brusquedad. Fuera estaba un ser pequeño y robusto cubierto por una gran capa azul grisáceo que lo cubría por completo dejando ver únicamente sus ojos rojos.

— Rogrand...— nombró el rey demonio con disgusto. — creí haber dejado en claro que no quería que nadie me molestara

— lamento mucho interrumpir de su... "Pasatiempo" — dijo lo último asomándose un poco para ver a Azalea.

— lo que haga no es asunto tuyo— respondió el rey demonio con dureza

— claro que si, después de todo soy su consejero y como consejero debo asegurarme de que el rey demonio que por fin derroto al héroe siga ascendiendo su posición — respondió Rogrand. — ahora mismo tengo asuntos que discutir con usted y prefiero que sean en privado

Con Privado dejaba bien en claro que no quería la presencia de Azalea cerca de ellos.

El rey demonio volteó a ver a Azalea.

— saldré por un momento.— dijo antes de cerrar la puerta e ir a hablar con su consejero

Cuando él se fue, Azalea cayó de rodillas.

Mury preocupado fue corriendo hacia su dueña esperando que nada le haya pasado. Por su parte, Azalea estaba roja de vergüenza, porque estuvo a punto de besar al rey demonio.

< ¡por la diosa luna! ¿Cómo es que llegamos a eso? ¿Desde cuándo el rey demonio es un romántico? ¿Y por qué tiene que estar interesado en mí? > pensó Azalea aún ruborizada.

Por otro lado con el rey de los demonios y su consejero, ambos se hallaban en una habitación donde podrían hablar sin problemas, pero el rey demonio no quería hablar solo golpear a su consejero contra un muro.

— sabe perfectamente que me necesita vivo e ileso— hablo Rogrand adivinando los pensamientos de su señor

— entonces no me provoques — le respondió el rey demonio sin disimular su disgusto. — ¿y bien? ¿Qué es tan importante?

— ¿así es como me recibe después de estar un tiempo fuera del castillo? — le cuestiona Rogrand

— habla de una maldita vez. —

— ¿por qué esa santa sigue viva? — le pregunto Rogrand con seriedad

— es la humana que durante meses he estado buscando y no voy a permitir que nadie la dañe.— aclaro el rey demonio

— estás consintiendo tanto a esa santa que incluso ordenaste no matar a ninguna otra humana — le reclamo Rogrand

— los demás demonios están felices con sus nuevos juguetes — respondió el rey demonio sin darle importancia

— esa santa fue antes una Santa de la Luna — le reveló Rogrand

— lo sé. — respondió el rey demonio recordando lo que escucho de la conversación de Azalea hace dos días. — También sé que no lo es más así que no hay problema.

— Aunque no sea una Santa de la Luna, tiene poderes de Santa, ella puede ser una amenaza para usted—

— realmente eres un anciano quejumbroso — se burló el rey demonio. — yo maté al héroe y a la Santa de la Luna, ella es lo bastante inteligente para intentar enfrentarme.

Rogrand se río en voz baja.

— realmente tu memoria sigue siendo mala, su majestad...— se burló en voz baja para que el rey demonio no lo escuchara

— ¿dijiste algo? — pregunto el rey demonio agudizando su oído

— no me atrevería, su majestad —

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***