Quiere una amiga

— me gustaría tener tiempo para hablar con ella— pidió Azalea

— no lo permito— respondió inmediatamente el rey demonio

— estoy confinada a esta habitación sin poder salir. ¿No crees que sería bueno para mí tener una conversación con otra humana para pasar el rato? — le pregunto Azalea

Durante este corto tiempo en esa habitación, Azalea pudo conocer más a fondo parte de la personalidad del rey demonio: desde serio, impasible y estoico con sus subordinados; hasta sobre protector, cariñoso y juguetón con ella.

Aún no tiene en claro si era así porque ella era su juguete o si de verdad la amaba, pero si podía aprovechar eso para pedirle pequeñas cosas.

— además, podría estar tan aburrida que preferiría investigar nuevas rutas de escape para entretenerme. — agregó Azalea

El rey demonio comenzó a rascarse su huesuda sien.

— buscaré otra chica con la que puedas hablar —

— con ella está bien — insistió Azalea

— "ella" no puede ser porque...— el rey demonio iba a responderle de no ser porque fue convocado en ese momento a una reunión. — bien, pero quiero que se largue una vez que regrese

Así fue como el rey demonio se fue dejando a las dos chicas y al bebé grifo en la habitación.

— nunca creí ver al rey demonio siendo doblegado por una señorita santa de esta forma. — hablo la chica

— ¿único, verdad? —

Azalea miró a la otra chica analizándola de pies a cabeza, observándola detalladamente.

< tiene una figura esbelta; su voz tranquila y ese carácter firme y sereno la hace parecer una mujer madura y elegante además, de tener buenos modales. Me pregunto si ella era de la nobleza antes de terminar aquí.>

Entonces, la chica noto que Azalea la observaba.

— ¿sucede algo señorita Santa?— pregunto la chica

Azalea reaccionó.

— no-no es nada, simplemente me preguntaba si usted pertenecía a alguna familia noble. — dijo Azalea

La chica río un poco nerviosa.

— soy de una familia noble que no tiene mucha influencia. Por cierto, aún no le he dicho mi nombre a pesar de que la atendí durante este tiempo. — dijo la chica

— je, je, je, muy cierto —

Ni siquiera habían entablado una conversación antes debido al hecho de que el rey demonio siempre expulsaba a la chica una vez que terminaba de examinar a Azalea.

— soy Juliana. — se presentó la chica. — no creo que sea necesario mencionar mi apellido

— encantada, soy Azalea y este es Mury — se presentó Azalea cargando a su grifo para poder presentarlo

— ahora que lo pienso, solo he oído hablar de una Santa que tiene el cabello de tu color, la falsa Santa de la Luna.

Los hombros de Azalea se tensaron, una gota de sudor frío recorrió su mejilla. Mury pudo sentir que su dueña no se sentía bien, era algo que Juliana también se percató.

— me disculpo de todo corazón haberla llamado por ese título — se disculpó Juliana

— yo ya no soy la Santa de la Luna y tampoco me interesa que me llamen Santa — respondió Azalea con una voz fría intentando no revelar debilidad alguna

— aunque no sea la Santa de la Luna, aún tienes tu título de Santa, eres importante para el- —

— ¡SER SANTA SOLO ME HIZO SUFRIR!— grito Azalea con furia

Tanto Juliana como Mury estaban sorprendidos y sin palabras, sobre todo el bebé grifo que se asustó al ver a su amable dueña tan furiosa.

Cuando Azalea se calmó noto el temor en los ojos de Mury.

— lo siento Mury. — se disculpó Azalea abrazando a Mury esperando poder consolarlo.

— yo soy quien debería disculparse. — dijo Juliana. — no tenía idea qué repudiará tanto ese puesto... realmente eres diferente a los rumores.

Azalea suspiró pesadamente.

— estuve confinada a un pueblo donde las noticias tardan mucho en llegar.— respondió Azalea. — Así que no se que tipo de rumores se esparcieron aunque me hago una idea

— ¿es cierto que acoso y amenazo a la Santa Dayan?—

— mentira —

— ¿también usaste tu posición para acostarse con otros hombres? —

— totalmente una mentira —

— ¿gritaste tu deseo de que el rey demonio matara al héroe? —

— eso... fue verdad — respondió Azalea un poco avergonzada

Juliana la miro atónita.

— es que estaba muy furiosa en ese momento. — se excusó Azalea.— Marcus era mi novio y mi prometido, ese imbécil no solo me engaño sino que tuvo la brillante idea de enviarme a un lugar remoto para que viva con la vergüenza de ser una mentirosa

Juliana al terminar de escucharla se quedó pensativa.

— ¿tu relación era buena con el héroe? — pregunto Juliana

— solo dire que antes lo veía como el hombre perfecto, pero ahora no es más que solo un perro que persigue perritas falderas — respondió Azalea con rabia pensando en Marcus y en Dayan

— parece que lo odias un montón —

— más que nadie en este mundo, tanto que desearía no haberlo salvado hace años —

"salvado hace años" esas palabras llamaron la atención de Juliana, haciendo que hiciera la siguiente pregunta:

— ¿como es que se conocieron? —

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