Los Hermanos Volkov. (Continuación De Tus Curvas mi perdición)

¡Quieta fiera!

Mientras por un lado Andrew y Allison están en el cine, por otro lado Thomas estaba ocupadísimo con cierto asiático muy mano suelta en su habitación. Maripau sabía que no tenía nada que hacer, ni a dónde ir. Así que se puso a revisar sus redes sociales y a ver qué podía hacer esa noche de viernes. Estaba feliz por sus amigos pero triste por no poder hacer nada más.

Mientras navegaba en el mar de las redes sociales, su teléfono fué intervenido una vez más y ya que estaba sola quiso ponerse a jugar y a tentar a quien sea que estuviese del otro lado del teléfono. Si era Alexey lo iba a descubrir, y si era otra persona, vería hasta donde llegaba con su obsesión. Sonaba arriesgado y todo, pero en realidad esa persona jamás había hecho o dicho algo inapropiado hacia ella. Así que tomaría el riesgo. María Paulina no es una chica retraída, por el contrario es muy segura de si misma.

Cachorrita hermosa, que haces... Si ya sabes la repuesta para que me preguntas. -contestó con altanería, sabiendo que lo más probable es que sea Alexey- ¿Por que me tratas así? Eres cruel cachorra, eres muy cruel. ¡Ay ya! estaba revisando mis redes sociales y me interrumpiste. ¿que quieres? Solo verte y saber que hacías. Sabes a la perfección que estoy haciendo. Tienes intervenido mi celular y no puedo sacarte de él aunque ya lo he intentado todo. Así que por favor.

Maripau sabía que el tenía acceso a la cámara al micrófono, mejor dicho a todo, así que en plan de tentación, se quitó la camiseta y quedó solo con el brasier.

Alexey: Le escribo a mi sexy cachorrita y me contesta con desdén y altanería. Si supiera que no me produce sino risa verla así. Ella es tan segura de si misma, que su seguridad aplasta cualquier persona que quiera venir a intentar humillarla.

De pronto se quita la camiseta y queda solo en brasier. Paso saliva mirando semejante monumento de mujer. ¡Por Dios! -exclamé- ¡Es perfecta! Yo aún estaba en la oficina, pero al ver semejante espectaculo que mi cachorra pervertida estaba haciendo, salí inmediatamente de allí, con dirección al campus de Siracusa.

Al llegar fuí inmediatamente a la habitación de ella. De camino, seguía mirando a través de mi celular lo que estaba haciendo y estaba escuchando música colombiana imagino y bailando en ropa interior... Ella quiere acabar con mi pobre corazón. -pensé-

Al llegar a su habitación, toqué la puerta con desespero, cuando abrió tenía solo una toalla alrededor de su cuerpo y yo sabía que debajo tenía ese sexy conjunto de ropa interior.

Buenas noches señorita Ballesteros. -dije con mi voz más gruesa de lo normal y una dureza que parecía iba a reventar mi pantalón de diseñador.

¡Alexey! fué lo único que pudo decir.

Maripau: Estoy jugando el mismo juego que la persona que tenga intervenido mi celular está jugando. La diferencia es que yo lo estoy llevando más lejos, más picante. De todo corazón deseo que la persona que está del otro lado de éste acoso sea Alexey, porque honestamente me gusta ese hombre. Cuando lo escucho hablar mi ropa interior parece un elevador y llega hasta los tobillos con tan solo un: Buen día señorita Ballesteros. Eso es más que suficiente para que mi imaginación vuele y de inmediato se me viene a la mente el "incidente" del primer día en el que pude ver al vuelo, que su dotación es más que generosa y se me hace agua la boca con tan solo pensar en él y que podría hacer conmigo con ese tamañote.

En realidad hasta he tenido sueños húmedos al respecto y no me queda más que auto satisfacerme, pero aunque lo hago, nada igualaría a que esa fantasía se hiciera realidad. Ya que veo que el acosador intenso no me siguió escribiendo, terminó por deshacerme del jogger que tenía puesto y sigo bailando mi champeta que me enseñó un amigo cartagenero.

Estoy moviendo mi booty cuando mi puerta está siendo casi destruida con semejante forma de tocar.

-Buenas noches señorita Ballesteros- dijo la persona que tengo clavada en mi mente después de el incidente. ¡Alexey! dije sinceramente sorprendida, y sin poder evitar mirar nuevamente su dotación que está mejor dicho, que le revienta su carísimo pantalón. En cuestión de 2 segundos, estaba yo siendo arrastrada hacia adentro, el cerró la puerta y no sé porqué o mejor dicho si se porque mi ropa interior estaba de pronto humedecida y su mirada denotaba cuán sobrepasado estaba por lo que veía. ¿Que hace aquí señor Volkov? dije casi en un gemido y pasando la poca saliva que tenía con dificultad. Mis sentidos también están sobre exaltados. ¿En serio Paulina? -dijo con su voz más ronca aún, después que en la arremetida me hiciera caer la toalla y pues quedé en pura ropita interior.

Volví a tragar grueso al ver cómo me miraba como león mirando un pedazo de carne fresca. Quise ser lo más digna que pudiese así que iba a agarrar algo de mi closet cuando su mano enorme y cálida, me agarró y me estampó contra la pared, sin golpearme -claro está- y me dió un beso quita aliento, que beso más delicioso ¡por favor! quise bajar las manos, pero el con una mano me tenía las 2 mías inmovilizada por encima de mi cabeza y con la otra, me acariciaba desde los costados de mis pechos, hasta el borde de la ropa interior, produciendo en mi, cosquillas, pero no de las que dan risa, noooooo, de las que hacen que literalmente estés hecha un mar en tu zona V.

Cuando cortó el beso, yo seguía con los ojos cerrados y el pasando sus manos por mis costillas aún. De pronto se detuvo y abrí mis ojos ante la falta del contacto. Cuando los abrí, el estaba mirándome el cuerpo, detallandolo. Y creí que sería mi perfecta ocasión para deshacerme de él antes de que pase lo que quiero que pase, en serio deseo anhelo y quiero que pase, pero sin que él crea que soy fácil. Intento zafarme de ésto y solo logré que me apretara más fuerte. Cuando quise darle una patada, me abrió las piernas con las suyas, se acercó a mi oído y me susurró... Quieta fiera... Me estremecí por completo, mis vellos estaban de puntas y volvió a hacer lo que estaba haciendo, pero esta vez más lento, más despacio, hasta tortuoso. Mis labios fueron capturados por los suyos y devorados con pasión y frenéticamente de parte y parte.