Papá Soltero

Papá Soltero

Capítulo 1

Los santos, después de mucho tiempo regresó al lugar en donde su única familia se había establecido.Siendo esa la primera vez que llegaba a Los Santos con su pequeña hija.Gustavo era un ex policía que se hacía cargo de las acciones de su esposa, pero cuando ella murió al dar a luz a su hija, dejó todo atrás y emprendió un viaje por todo el mundo, viendo crecer a su hija en países diferentes.Hasta que después de un año, pensé volver a América.

— Esto es increíble - sonrió Horacio al verlo bajar de su camioneta todo terreno - Por fin su gran travesía los trajo a Los Santos.

— Queríamos peligro y paz al mismo tiempo y saliste tú - sonrió divertido, se acercó y lo abrazó fuerte - Hola hermano.

— Hola - se sonrieron - ¿Dónde está el bebé del viaje?

Gustavo soltó una risita, abrió la puerta de la camioneta y cargo a su hija en brazos.

— Aquí está la niña hermosa - acomodo su sudadera.

— Esta enorme - la tomó en brazos - Hola Gen, como te va con tu papá y su viaje por el mundo - sonrió divertido.

— Nos va bien - sonrió Gustavo.

— Vamos pasa, ya les prepare la habitación - entraron a la casa - Viktor, ya llegaron.

— Hola Gustavo - sonrió Volkov estrechando la mano de Gustavo - Dios santo, cuánto ha crecido.

— Un año hace maravillas - sonrió Gustavo.

— ¿Un año?¿Ya caminas?- dijo Volkov tomando a la bebé en brazos.

— Pruébalo - sonrió divertido.

La pareja se miró, bajó con sumo cuidado a la pequeña rubia, Volkov tomó sus pequeñas manos y Horacio se agacho estirando sus manos para que ella caminara hacia él.

Gustavo sacó una liga de su chamarra y amarró su cabello, mirando como su hija tomó la confianza y fuerza para sostenerse unos segundos y dar unos cuantos pasos hasta llegar a Horacio.

— Eso es - celebrado Volkov - Ya camina la princesa.

— ¿Hace cuanto que camina?¿Por qué no me dijiste?

— Hace meses que se sostenía, tomándose de mi pierna, pero no podía dar un paso - suspiro - Hasta hace como un mes que me sorprendió dando sus primeros pasos, ella sola se levantó de la arena y caminó hacia donde estaba.No estaba lejos de ella, fueron como cinco pasos los que dio - sonrió mirándolos - Estábamos en Sacramento cuando esto paso.

— ¿Fueste a casa?- Dijo Horacio.

— Si, hace dos semanas que fuimos a casa - suspiro y rasco su nuca.

— Gen y yo saldremos a buscar la cena - dijo Volkov cargando a la bebé - Los dejamos.

Volkov sabía que ellos necesitaban una charla larga y tendida, solo ellos.

— ¿Cómo te sentiste?- dijo Horacio regalando una cerveza.

— Creí que después de todo el año que pasó, llegaría a casa se sentiría diferente - suspiro y le dio un gran trago - Sentí un gran vacío al entrar en ella, incluso ella lo sintió - carraspeo - Voy a vender la casa.

— ¿En serio?Crei que la tenemos.

— No puedo tenerla, su ausencia me quema - suspiro.

— Gustavo deberías pensarlo, puedes tenerla ahí - lo miro - Toda tu vida está ahí.

— Mi vida se fue cuando mi esposa murió - lo miro - Esa casa era mi vida con ella.Necesito una casa donde solo seamos mi hija y yo.

— Mira Gustavo, deja la casa como esta y compra una con la que te sientas cómodo con Gen - suspiro - Quieras o no, algún día ella dejará saber donde experimentaron sus primeros días de vida con sus padres.

— Supongo que tienes razón - le sonrió - ¿Hay buenos vecindarios aquí?

- ¿What?- lo miró.

— Ya escuchaste, un vecindario aquí ¿lo hay?

— Posiblemente no lo se - sonrió - ¿Te quedarás?¿Aquí?

— Tal vez, aun no pienso establecerme en un lugar, pero me gustaría tener algo aquí cerca de ti para que cuando llegue a venir no invada su vida matrimonial.

— No invade nada Gustavo, sabes que Viktor los quiere - le sonrió - Pero si quieres eso, tengo un piso en la playa.

— Tienes tu pisito en la playa - le hizo burla y los dos rieron.

— Cállate, lo usamos cuando tenemos tiempo libre lo que jamás pasa - le sonrió - Podemos ir mañana y te quedarán unos días ahí.

— Perfecto, pero no me quedaré mucho, pienso irme en una semana - le sonrió.

— ¿A dónde irán esta vez?

— Las vegas, tengo una amiga ahí y dijo que hay buenos lugares donde puedo visitarlos con Gen - sonrió - Volveremos cuando sea mayor de edad para ir a los casinos.

— Las Vegas ¿eh?- sonrió - Me alegro por ti.

— Disfrutaré este tiempo con ella, antes de establecerme en algún lugar - suspiro - Quiero darme una ducha.

- Arriba está todo\, sube yo esperare a Viktor.

[...]

Mientras tanto Viktor se paseaba por el mini súper con su sobrina. 

— ¿Volkov?Demonios casi no te reconozco con esa niña.

Volkov miró a su jefa, la dueña de Los Santos, la Superintendente de la policía, tenía su típico traje de trabajo, camisa blanca arremangada, pantalones negros y botas, su cabello negro amarrado en un moño alto y sis lentes oscuros. 

— Conway - sonrió Volkov, sosteniendo que la bebé no se cayera - Es mi sobrina.

— ¿Sobrina?- lo miro confundido.

— Es la hija del hermano de Horacio.

— Oh cierto, su mujer murió cuando dio a luz - Conway dijo agachándose para ver a la bebé, se quitó sus lentes oscuros - Hola preciosa - sonrió tomando una de sus manitas - ¿Ya camina?

— No camina muy bien, la estaba ayudando - sonrió Volkov.

— Ven aquí nena - tomó su mano y comenzó a dar pasitos con ella.

— Te ves bien - sonrió burlón - Tal vez Gustavo necesita una niñera.

— Callate anormal.

Aradia sostenía la mano de la pequeña niña que la miraba con curiosidad, pero que se dejaba llevar por ella.

— ¿Quieres conocerlo?Está en casa - sonrió - Se quedará solo unos días.

— ¿Unos dias?– frunció el ceño. 

— Gustavo está recorriendo el país con ella, empezó un mes después de que murió su esposa.

— Interesante - la bebé tropezó y casi caía, pero Conway la carga - Suficiente caminar - lo miro - ¿Cómo es él?

— Eso suena a interés - dijo burlón - Ven a casa y conócelo, no es como si conocieras al amor de tu vida - se acercó - Bueno, él no es ningún chico con los que te acuestas una noche y los olvidas - soltó una risita .

— En mi vida te vuelvo a contar mi vida privada - soltó Conway molesta.

No era secreto que Conway acostumbraba a costarse con chicos universitarios, jóvenes y hormonales, para sacar sus ganas.Les pagaba y se olvidaba de ellos.Tampoco era secreto que era una de las mujeres deseadas por todos los hombres y mujeres de Los Santos.

Volkov y Horacio habían hablado hace tiempo de presentar a Gustavo y Aradia, tal vez ambos podrían conectarse y acoplarse juntos.

Y tal vez ahora era el momento de hacerlo.

Todo comienza con una buena cena en familia...

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