¡Woow! - exclamó Kevin con emoción - ¡Este coche está padrísimo tia!
- ¿Te gusta Kevin? Si quieres podemos irnos en él y dejaré que seas mi copiloto.
- ¿En serio? - los ojitos de Kevin le brillaban por la emoción.
- Si, además...
Justin interrumpió.
- Eso no pasara Kevin, Isa subanse en la camioneta - dirigió su mirada a Amber - ¿Que crees que haces? Un niño no puede ir como copiloto en un auto de estos ¿Quieres que te multen?
- Sólo trato de ganarme a mis sobrinos ¿No es lo que quieres? - dijo con tranquilidad.
- ¡Oh si! Ya veo como lo estás haciendo, poniendo su vida en peligro ¡Bravo!
Amber rodó los ojos y respiro hondo.
- Primera regla señorita, No siempre debes cumplir todos sus caprichos.
- ¿Ya terminaste?
- Si, ahora - el hombre señalo la puerta del auto y Amber con una mueca se subió al coche.
El auto salió por la gran puerta y durante el camino, Amber encendió la radio. La canción que estaba sonando era de Christopher e Isabella se emocionó.
- Sube el volumen Amber - pidió la niña mientras cantaba.
- ¿Te gustan las canciones de Chris? - preguntó la chica.
- Lo amo, sus canciones son de otro mundo ¡Es mi ídolo!
- ¡Pero si es un hippie rockero super raro!
- Justin, ya no te voy a querer si vuelves a decir eso - la niña fingió ofenderse.
- ¿No era yo tu ídolo?
- Si, pero él es como el dios de la música - respondió la niña orgullosa.
Amber sonreía ante lo que escuchaba.
- De hecho, próximamente estaré trabajando con él en su nueva canción. Si gustas puedes acompañarme para que lo conozcas Isa.
- ¿Hablas en serio? - se emocionó.
Amber asintió mientras la miraba por el retrovisor.
Llegaron al estacionamiento de una plaza comercial y antes de bajar Amber se colocó sus lentes oscuros y un sombrero que combinaba con su outfit. Justin observaba y disimuladamente esbozo una sonrisa.
- Oye Justin, quería pedirte una cosa ¿Se puede? - dijo cuando ya se habían bajado de la camioneta.
- Dime amargo patito.
Amber rodó los ojos, pero omitió responder.
- En el aeropuerto te presente como mi chófer en los medios, por lo cual te voy a pedir que te quedes a una cierta distancia de mi, no me gustaría que alguien malinterprete las cosas ¿De acuerdo?
- ¿Te refieres al payaso de tu novio? - se burló.
- A los medios y a mis fans.
Amber lo miró mal, estaba por responder, pero Kevin la tomó de la mano.
- ¡Vamos tía, ya quiero helado! - tiró de ella para caminar.
Salieron del subterráneo y se incorporaron al paseo comercial rodeo drive, donde las marcas más famosas de todo el mundo tienen presencia, Kevin estaba encantando con los edificios tan grandes. Isabella miraba y aunque mostraba una expresión de aburriendo en el fondo también disfrutaba el paseo, en ocasiones se detenía por unos segundos en las tiendas de Apple y admiraba los últimos modelos de Mac y celulares.
- Vamos cariño, dime que quieres y te lo compro - le decía Amber a Kevin.
- ¡Quiero un dinosaurio!
- ¡Perfecto! Por acá hay una juguetería.
Caminaron hasta el almacén de juguetes, pero en el trayecto una pareja reconoció a Amber.
- ¡Me encanta "una pareja dispareja"! Ryan y tú son los mejores - decía la chica.
- Gracias linda.
- ¿Nos permites una foto?
- Claro, no hay problema.
La chica se quitó los lentes y posó para la fotografía, entonces más personas la reconocieron y se acercaron para pedir su autógrafo y sacar fotos.
Amber soltó la mano de Kevin y se quedó atrapado en la multitud, llamaba a Amber y buscaba su mano, pero no la veía por ningún lado, cuando el niño empezaba a asustarse, un brazo tiro de él, sacándolo de ahí.
- ¿Estas bien Kevin? - preguntó Justin.
- Esas personas me tenían ahí y no me dejaban salir - dijo asustado.
- Si, son un poco obsesivos, tranquilo.
- Eras el pepinillo de ese sandwich hermano - se burló Isabella.
Justin se molestó al ver a Amber tan feliz con sus fans y olvidándose de los niños, no le importó que después ella le recriminara, pero no iba a permitir que le hiciera eso al niño entonces se aproximó a la multitud que rodeaba a la joven y paso entre ellos.
- Bien, ya tienen suficientes fotos por hoy. La señorita Campbell, necesita respirar, muchas gracias.
La joven lo miraba sorprendida por su intervención.
" ¿Quién es él?" - se preguntaban algunas personas.
" Lo siento chicos, mi guarda espaldas tiene razón, debo irme, pero muchas gracias por su apoyo. Para Ryan y para mí es muy importante contar con ustedes. Los amamos"
"¿Cuando los veremos juntos por aquí?"
" Muy pronto, los sorprenderemos"
La joven guiñó un ojo coqueto y se alejó de la multitud.
- Dos paso atrás de mi - susurró a Justin quien rodó los ojos.
- Perdón niños, no creí que pasara esto - dijo.
- Si, seguro no lo esperabas - respondió Isabella.
- ¿Ya no vendrán más? - preguntó Kevin aún un poco asustado.
- Espero que no cariño, vamos al almacén de juguetes ahora sí - la chica extendió la mano para que el niño la tomara, pero Kevin negó con la cabeza y mejor tomó a Justin.
- Okey, ve con él ¿Tú Isa?
La niña hizo una mueca negando y se colocó los audífonos.
Siguieron caminando hasta la juguetería, era un edificio de tres pisos repleto de juguetes de todas las edades, colores y tamaños. Kevin miraba emocionado, pero aún con el susto de antes. Amber se dio cuenta y trato de acercarse.
- Mira Kevin, por acá hay una sección exclusiva de dinosaurios ¿Quieres venir a verlo?
- Si, pero con Justin - dijo.
- Yo buscaré un baño porque lo necesito con urgencia, ve con Amber amiguito, vuelvo enseguida.
El niño miró con duda.
- ¿No me soltarás la mano otra vez?
- Perdón por lo que pasó hace un momento, no me di cuenta cuando solté tu mano, te prometo que no lo volveré hacer ¿Si?
- Está bien, te perdono tía - sonrió.
- De acuerdo, vamos corazón.
Dirigió su mirada a Isabella que estaba recargada en un estante.
- No pretendo ganarme tu amistad con regalos, pero si algo te gusta puedes decirme y te lo compraré.
- Estoy bien así - dijo con la vista en su móvil.
Amber no dijo nada y se dejó guiar por Kevin que la llevaba por todos los pasillos e Isabella detrás de ellos con rostro de aburrimiento.
Luego de una hora de recorrer toda la tienda, Kevin terminó eligiendo un rompecabezas de dinosaurios y un T-Rex de medio metro.
- Nunca pensé decir esto, pero esto es frustrante - expresó la joven al salir.
- ¿Te refieres a la tienda o a los niños? - preguntó Justin.
- Me refiero a la tienda - respondió.
- ¡Helado! - gritó Kevin.
Al otro lado de la juguetería había una tienda enorme de helados con mesas y juegos infantiles, el niño pidió uno de tres bolas, con su cono encima y un pancake cómo base.
Tomaron asiento para esperar su orden.
- Iré al baño - dijo Isabella y se puso de pie para ir y su hermano se fue a los juegos infantiles.
- Al parecer esto no es lo tuyo ¿ O si?
- ¿Cuando dejaras de atacarme Justin?
- No te estoy atacando, me da curiosidad tu comportamiento en esta situación.
- Mira, estoy tratando de hacer las cosas bien con ellos y demostrarles que conmigo estarán bien.
- Si, por supuesto, tanto que Kevin casi llora al sentirse aplastado por la multitud - recriminó el chico.
- Ya le pedí perdón, además no sentí cuando se soltó.
- Tienes que ser más cuidadosa. Kevin es un niño que desde el momento que llegaste te vió como una figura materna, depende de ti si quieres que siga así.
Ya no continuaron hablando porque Isabella regresó.
- Justin ¿Me puedes acompañar a la tienda de Apple que está a dos cuadras?
- ¿Que necesitas?
Isabella vio de reojo a Amber.
- Vi un iPad que me gustó mucho.
A Justin se le ocurrió una idea.
- Ve con ella Am, me quedaré a vigilar a Kevin y esperar los helados.
La joven se sorprendió e Isabella mas.
- Ella te lo pidió a ti, yo...
- Tendrás que subir por Kevin cuando se niegue a bajar.
Amber miró a Isabella esperando su respuesta y con una mueca de resignación aceptó.
- Vamos, pero no me tomes de la mano.
El trayecto a la tienda era incómodo pues no hablaban entre ellas, unas chicas se acercaron para una foto con Amber.
- ¿Nos apoyarias con la foto? - pidió una de ellas a la niña.
- Ahmm, si claro.
Entraron a Apple store y la niña empezó a ver todos los dispositivos, de repente vio un cartel promocional con el rostro de Amber.
- Si que estás en todos lados - dijo.
- Eh... Si, Ryan y yo somos los patrocinadores de distintas marcas, entre ellas está.
Amber carraspeo antes de hablar.
- La oferta de hace rato sigue en pie nena, tómalo como un regalo de cumpleaños No 1
- ¿Cumpleaños No. 1?
Amber agachó la cabeza.
- Si yo hubiera pasado más tiempo con ustedes nuestra convivencia sería más sencilla, por eso quiero conocerte y tú a mí ¿Aceptas mi regalo?
- Lo acepto con una condición.
- ¿Cual? - preguntó Amber.
- Quiero conocer a Christopher.
Amber sonrió.
- Por su puesto nena.
Mientras tanto...
- Dígame doctor, ¿Viviré?
- Señor Turner, solamente fue un roce, de hecho la hinchazón bajo desde la madrugada y apenas se logra ver una marca, le aseguro que estará bien. Si me disculpan, debo irme.
Ryan soltó un respiro de alivio.
- Creí que moriría - se dirigió a Linus que hablaba con el doctor - ¿A qué hora vendrá Amber? Tenemos que hablar.
- Mathew me llamó para avisarme que no irá a la agencia ni a ningún otro lado, al parecer tenía que quedarse con los niños que llegaron ayer con ella, por cierto ¿Quienes son?
- ¡Malditos niños! - gruñó por lo bajo.
El hombre tomó su celular de la cómoda con la intención de llamar a Amber; sin embargo al entrar a sus redes sociales, fotos de ella circulaban en todos lados.
" Nuestra asistente favorita recorriendo las calles de Rodeo drive"
"Amber Campbell ¿Es mamá?"
"Su guardaespaldas es un dios griego"
"Amber Campbell jugando a la familia feliz"
Ryan pegó el grito en el cielo al ver las publicaciones.
- Entonces ¿Prefirió salir con esos enanos y ese idiota a quedarse conmigo en casa?
Inmediatamente marcó su número y mandaba a buzón.
El móvil de Amber sonaba desde un locker de un centro de brincolines pues ella y los chicos se encontraban muy entretenidos, saltando y brincando.
Amber no recordaba la última vez que se divirtió así, a pesar de la situación tan complicada en la que se encontraba se la estaba pasando bien.
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