Capitulo 3

_¿Es una broma, cierto?_

Ore negó con la cabeza, Olga lloraba de dolor, su bebé, su princesa, pasaría por eso tan difícil sola, todo por no tener el apoyo de sus padres, por sentir miedo a ser rechazada y juzgada, ella misma sintió eso y no podía pensar en más nada que no fuera su hija.

_¿Dónde está? Quiero hablar con ella._

Olga le hablo a Orella en súplica con lágrimas en los ojos, no podía simplemente decidir sin preguntar.

_¿Por qué no lo dijo ella? ¿Qué piensa hacer botarlo? ¿Y tú la ayudarás?_

Darwin le estaba levantando la voz a Orella, pris y Ofe se acercaron rápido._

_¿Me imagino que todas lo saben? ¿No?_

Olga quiso calmarlo, pero no espero que él reaccionara así, a ella le dolía.

_Déjame, todo esto es tu culpa, no sabes ser una buena madre, si la hubieses castigado, no pasará..._

¿No termino de hablar cuando sintió una cachetada de Orella, como se atrevía a decir eso? ¿Dónde estaba él para hacerlo?

_ Eres un imbécil, también es responsabilidad tuya, no vengas a querer dejar a Olga como la mala, nadie sabe por qué ella tuvo esa actitud y solo Olga trataba de entenderla, tu cómo el hombre de la casa debiste hacer más._

_No me vengan con estupideces, no es la hija de ninguna de ustedes._

La decepción de Darwin lo hacía hablar sin pensar, le dolía ver a su hija en una situación así.

_Pero nos ponemos en esa posición, no nos hables como si disfrutamos de su dolor._

Ofe de verdad se sentía mal por él y por Olga, podría ser alguna de sus sobrinas o su pequeña.

_No me vengas a decir algo que no sabes, solo tienes una hija pequeña._

_A mi mujer no le hablas así imbécil._

Lucas entró junto a Brais y Abraham, escucharlo hablar así le molestó, solo quería partirle la cara.

_¿Vienen todos a dar sus lástimas? No las necesito lárguense._

Darwin de verdad estaba descontrolado, las palabras salían de su boca sin medir el daño, sus gestos eran de un hombre sin control, herido, decepcionado.

_¿De qué carajos hablas Darwin? Que te pasa?_

Brais no entendía nada, en realidad no sabía nada, los últimos años se unieron como familia, todos eran tíos y tías, no necesitaban tener la misma sangre para apoyarse como familia.

_No digas cosas que no son, sabes bien que somos como familia._

Abraham, si sabía todo, fue quien ayudó a que su sobrina, como así llamaban a cada uno de sus amigos, quedará bien, que no le faltará nada.

_Yo solo espero que mañana estén calmados y tú le hallas pedido perdón a Olga, cuando eso, pase, les diré donde está windy, porque yo si puedo entender cómo quedó y Olga aún más, yo si voy a apoyar a windy, porque pudo haber sigo Ori o mili cómo tú mismo lo dijiste._

Ore salió junto a todos los demás, llegaron a casa de Abraham, después de calmarse un poco hablaban tranquilamente.

_Por favor, que los chicos no se enteren aún, windy lo quiere así, tenemos que darle tiempo de decirle a todos que tendrá un hijo._

Todos asintieron, pero ya ori y mili habían escuchado todo, salieron corriendo a la habitación de Ori.

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Darwin y Olga tomaron rumbo diferente, Darwin decidió ir por un trago y Olga se fue a una habitación a llorar, lloraba de tristeza, pensaba en lo que sentía su hija, Necesitaba el apoyo de su madre, un abrazo, un beso, un te quiero y un te apoyo hija, Darwin pensaba y pensaba y las palabras de Orella de cuando Olga se fue embarazada por miedo a decirle y la rechazará, eso mismo sentía su hija, miedo, no lo pensó y fue a casa, tenían la ventaja que su hijo winder no estaba, le gustaba ir a casa de sus amigos, ya era un adolescente.

_¿Olga?_

La casa estaba en silencio y con las luces apagadas, entró a su habitación y no estaba, la busco en todas, hasta que llegó a la de windy, Olga estaba abrazada a una foto de ella, pensaba en toda su niñez, una niña que no le faltaba nada y siempre tenía una sonrisa, su único miedo, eran las tormentas.

_Mi amor... Perdón._

Darwin se acostó y la abrazo, seguía dormida, acarició su cabello y su mejilla, era tan imbécil, ella siempre perdonaba sus locuras y fallas, pero él no valoraba eso, Olga se despertó y quiso levantarse rápido.

_Perdóname por favor, fui un idiota, no pensé las cosas antes de hablar, me siento decepcionado al saber que mi princesa está embarazada, mi niña, no es tu culpa._

Olga se sentó en la cama y vio su foto.

_Yo estoy igual, pero no la puedo dejar sola, es mi niña y sé que no lo hizo para molestarnos, yo necesito estar con ella, sabía que lago le pasaba y no fui capas de detenerla, hubiese llevado a un psicólogo, pero ya él hubiera no existe._

Darwin se acercó a su cara y la beso.

_¿Me perdonas? Los dos vamos mañana a ver a Orella y pedir disculpas._

Olga se quedó viendo a su esposo, Darwin era el tipo de hombre que se dejaba llevar por la rabia, y ella la que siempre perdonaba sus fallas.

_Si amor, solo no trates mal a windy._

Un abrazo respondió a su pedido, ya llegaría el siguiente día para ver a Orella.

Al día siguiente

_Te pido una disculpa Orella, dije cosas que aunque las sentía, no las debí decir, me disculpe con mi esposa y ahora contigo y los dos apoyaremos a windy, es mi hija y no puedo ni quiero darle la espalda en este momento._

Orella quedo viendo a Olga y luego a Darwin.

_Bien, me disculpo por la cachetada, aunque te la merecías, en esta carpeta está todo, la dirección de donde vive y donde trabaja y la chica que la cuida._

Olga y Darwin se sorprendieron, Orella hacía mucho por todos ellos, sentían mucho agradecimiento de saber que su princesa estaba bien.

Fin del flash

_Quiero ver la madre, por favor._

Orella estaba en una posición muy difícil.

Flash

_Tía, quiero pedirte un favor._

Orella noto que windy le costaba decir lo que quería.

_¿Claro mi amor, dime.?_

_No le digas a Mateo donde estoy._

Ore se acercó y se sentó a su lado.

_No sé qué pasó entre ustedes, pero espero algún día confíes y me digas mi niña, mientras tanto, te lo prometo, solo espero no sea difícil._

Fin del flash

_¿Esa mirada la conozco, no quiere que sepa, cierto? ¿Por qué? ¿Qué le hice? ¿Por qué siento que me odia?._

Ni siquiera espero que respondiera, salió en busca de Ignacio a un club, Olga y Darwin viajaban a México, se reconciliaron con su hija y decidieron apoyarla en todo, ahora disfrutaban cada momento a su lado y esperaban con ansias la llegada de esa gran bendición.

_¿Estás seguro de que no le hiciste nada?_

_Claro que no, cambio cuando cumplió 15, seguro sus amigas o no sé_

Ignacio no sabía que más decirle a su amigo, pero algo si estaba seguro, había cosas que él no sabía y tampoco se daba cuenta, solo el tiempo se encargará de poner todo en su sitio.

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