(Continuación)

Neftis.

Estoy muy nerviosa.

¿Debo dejar que Colin me acompañe hasta mi casa o me adelanto?.

Si le cuento sobre este chico seguro me tachará de loca y querrá convencerme de que es peligroso (lo cuál tiene sentido, me estoy portando como una ingenua).

Veo de reojo a Colin que esta con los ojos cerrados. Pensaría que es un cadáver por lo blanco de su piel si no viera que su pecho reacciona a su respiración.

Llegamos a la parada del autobús, en la plaza y me quedo pensativa unos segundos.

No, él me dijo que no estuviera sola. Debo esperar a Colin que sigue sin moverse y le doy un pequeño codazo diciendo:

-Oye, ya llegamos-

Al parecer estaba dormido o muy concentrado en la música porque se sorprende un poco. Lentamente bajamos del camión y comenzamos a cruzar la plaza.

-¿Estás bien?- me pregunta.

-Si, solo ya quiero llegar a mi casa- le respondo.

Él solo sonríe murmurando:

-Entiendo-.

A medio camino Colin toma la palabra y me pregunta:

-Oye, ¿te parece si te invito a cenar? Hay un lugar que aún está abierto ahora y...-

-Lo siento, hoy no puedo. Tengo... cosas que hacer hoy- lo interrumpo un poco incómoda por su propuesta. ¿Y si ve que aquel chico está afuera de mi casa? ¿cómo le explico?.

-Esta bien, puede ser otro día- sonríe y seguimos caminando en silencio.

Al dar la vuelta que da a mi casa no veo a nadie esperando en la banqueta.

Tal vez esté en el patio.

Me encamina hasta la puerta del barandal y se despide diciendo:

-Nos vemos. Debo ir a mi casa. Mi padre me ha estado hostigando por mensajes toda la tarde-

-Esta bien, no te preocupes. Ve con cuidado. Nos vemos- le digo mientras camina hacia la banqueta de enfrente y toma la calle rumbo a su casa.

Abro la reja y la cierro esperando ver alguna sombra llegar.

¿Porqué me preocupo? Él entró y yo tenía la casa cerrada. Debería preocuparme más por cómo lo hizo.

Escucho los ladridos de mi bello Loki. Abro la puerta de la casa y abrazo a mi esponjoso amigo que brinca de felicidad.

Cierro la puerta detrás de mí y suspiro al ver que no hay nadie en la sala. Me descepciono un poco. Dijo que estaría esperándome.

Subo a mi habitación a dejar mi mochila y tomar un baño rápido.

Al salir del baño me tomo mi tiempo para secar mi cabello.

Estoy algo cansada y honestamente me dan ganas de acostarme a dormir, pero veo que Loki sale corriendo a la planta baja y gruñe un poco.

Bajo enseguida y ahí está él, haciéndole cariños mientras el perro se hecha en el suelo comenzando a dormirse.

-Creí que no vendrías- le digo tratando de no demostrar que me emociona su presencia. Trae puesta su máscara y la capucha de su suéter negro, también mechones de cabello cubren sus ojos que destellan azules al mirarme.

-Lo siento, sé que dije que te esperaría, pero no podía dejar que tu amigo me viera, se alarmaría- me responde poniéndose de pie.

Loki definitivamente se quedó dormido en el suelo. Cuántas cosas habrá hecho hoy que se durmió con un simple masaje en la cabeza.

-Traje la pizza- la señala en la mesa de centro -solo que olvidé el refresco- confiesa rascando su cabeza, algo tímido.

Su voz me gusta. Es la voz más fuerte que he escuchado y me hace sentir escalofríos con solo hablar.

-No te preocupes, tengo jugo de manzana. Yo lo hice, así que es mejor que el refresco- le propongo.

-Es cierto- me responde riendo.

Pongo vasos y la jarra de jugo en la mesa. Abro un poco las cortinas y apagó la luz de la casa.

Siento que entiende porque lo hago y se quita lentamente su máscara poniendola en el sofá.

Esta vez se quita el suéter y alcanzó a ver algunas marcas en su cuello y brazos.

Sonrío y me siento en la alfombra, frente a la mesita, con la ventana frente a mí.

Lentamente toma el lugar a mi lado, apartando un poco el cabello que cae sobre su rostro.

Sirvo el jugo con cuidado, primero para a él y después para mí.

-¿Quieres algo para ponerle a la pizza? Hay aderezo y salsa- le ofrezco tratando de ponerme de pie, pero me toma de la mano diciendo:

-No, así está bien. No te preocupes-.

Alcanzo a ver una vez más como sus ojos destellan azules. Es como si me hipnotizara. Quisiera verlos más de cerca.

-Dime, ¿cómo te fue en la escuela hoy?- pregunta mientras besa mi mano, sin soltarla.

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