Colin.
Tengo todo el día con una sonrisa en la cara y Nathan se ha dado cuenta, pero curiosamente no me ha molestado como acostumbra hacerlo.
Tal vez sigue pensando en esa chica.
Ya le he preguntado pero solo me hace una seña de -ahora no- y se encierra en su habitación.
Tal vez quiera contarme después.
Ya es medio día, así que empiezo a elegir la ropa que me pondré para ir a la escuela.
Quiero que Neftis me vea y sienta algo de duda entre si de siente atraída por mí o por el chico que la besó anoche.
Solo quiero que me reconozca. Tal vez sea más fácil así poder mencionarle mi condición libremente.
Salgo rumbo al autobús de la escuela, pero siento una presencia muy fuerte.
Veo en dirección del bosque pero no hay nada.
Tal vez estoy exagerando. Estar con Neftis pone mis sentidos de cabeza.
Neftis.
La he pasado con la mente ida toda la mañana que cuando Colin toca mi hombro me sobresalto fuertemente soltando un libro que llevaba en la mano y tirando los lentes obscuros que suele llevar puestos siempre.
-Lo siento, lo siento. No era mi intención asustarte. ¿Estás bien?- me pregunta tomando el libro y sus lentes del suelo.
Cuando se levanta y me mira a los ojos siento como un escalofrío recorre mi cuerpo. Estoy segura que sus ojos centellaron de otro color.
-Neftis... ¡¡Oye Neftis!!- me dice agitando la mano frente a mi cara -¿Qué tienes? ¿Estás bien?-
-S-Si... Si estoy bien, lo siento- me subo al autobús y busco un lugar hasta el final.
Colin me sigue, se sienta a mi lado y me entrega el libro diciendo: -Olvidas algo-
-Gracias- le respondo.
Colin me sonríe y vuelvo a sentir una descarga. No me había dado cuenta de lo atractivo que puede llegar a ser este chico.
-Tu cabello... Es más largo hoy- le digo desviando la mirada a la ventanilla.
-¿Te gusta o prefieres que me lo corte?- pregunta mirándome atentamente.
-No... No lo cortes, así... Así luce bien- respondo tartamudeando un poco.
De reojo alcanzo a ver qué sonríe y se pone sus audífonos sin dejar de mirarme.
Paso el camino a la escuela viendo el paisaje cuando de pronto mi celular vibra. Es un mensaje de un número desconocido.
Abro mis ojos como plato al leer:
-¿Puedo verte esta noche? Es viernes, estoy libre y me imagino que tú también. Llevaré de cenar lo que tú quieras-.
-¿Quién eres?- escribo, aunque ya sospecho la respuesta.
-El chico a quien besaste anoche- me contesta al instante -entonces, ¿es un sí?-.
Sonrío un poco contestando:
-Esta bien. Sería agradable-.
-¿Quieres que lleve algo en especial?- me pregunta.
-Lo que tú quieras está bien-
-Perfecto entonces... Te veo está noche. Cuídate y no regreses sola. Te estaré esperando-.
Mientras leo los mensajes de nuevo siento la mirada de Colin.
-¿Sabías que leer lo que otros están escribiendo es una falta de respeto?- refunfuño escondiendo mi celular.
-Lo siento, solo quería saber porque de pronto estás tan feliz si hace rato estabas tan ausente- regresa la mirada a su celular.
Es un chico muy amable, pero si le cuento lo que está pasando seguro y se burlará de mi.
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Comments
Chabela Jesús
cuando me enamoró pierdo la razón
2021-04-23
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