Colin.
Nathan tiene una sonrisa de estúpido está madrugada.
-¡Oye!, así la pones tu cuando pasas tiempo con tu señorita- me dice burlándose.
-Dudo que me vea así de idiotizado, pero bueno- le contesto tomando de mi copa -¿qué pasó?-.
Nathan afloja su corbata y dice mientras ve su copa:
-Es una chica especial. Sé que no es la misma persona, pero es idéntica a la mujer que perdí hace siglos-.
Se toma el resto de la bebida y se pone de pie mientras cambia su expresión:
-El problema es que está comprometida. Faltan meses para su boda, estaba en su despedida de soltera -se sirve más vino- pero me dió un beso al no estar en sus cinco sentidos-.
Se toma el vino de un solo trago.
-Oye, basta. Así no se disfruta la bebida, siempre me regañaste por eso- le digo quitándole la copa.
-De ahora en adelante toma el vino como te dé tu gana- me contesta quitándome la botella y empinándosela.
-Me voy a acostar, quiero estar solo- termina diciendo y se va a su habitación con la botella en la mano.
Eso fué demasiado raro, perdió el porte en segundos, pero si esa chica es idéntica a la mujer que perdió, tal vez le esté pasando lo que a mí con mi cordura.
Abro otra botella, sirvo en mi copa y me voy a mi pieza. Me siento en la cama frente al retrato de Neftis.
¿Porqué si estoy muerto, puedo sentir? Es como si mi corazón latiera de nuevo, como si la sangre fría que duerme en mi cuerpo de pronto se calentara e hiciera que me doliera el pecho al expandirse.
Neftis, eres la llave que abre ante mis ojos un camino que no estoy seguro si quiero tomar.
Neftis.
Veo su silueta contra la ventana que de pronto empieza a desaparecer y cierro mis ojos al no poder mantenerme despierta.
(Por la mañana).
La luz del sol entra por mi ventana lastimando mis ojos. Me duele la cabeza.
Me siento en la cama y poco a poco me voy dando cuenta de dónde estoy, pero no recuerdo cómo llegué. Aunque, el sueño que tuve fue algo raro. Veía al chico que me ayudó ese día, pero por más que lo intenté, no pude agradecerle lo que hizo por mí. ¿Tanto deseo verlo de nuevo que hasta lo siento? ¡Diablos!
Loki viene a despertarme ladrando, pero me retumba en la cabeza.
-Ya voy hermoso, ya voy- le digo mientras me pongo mis sandalias y voy a lavar mi cara.
Le doy de comer sus croquetas y me preparo un café. Me pierdo en mis pensamientos mirando a la nada cuando de pronto mi celular me saca de mi ilusión.
Es un mensaje de Colin.
-Buenos días, ¿cómo estás?-.
Me tomo una pastilla para el dolor y lentamente le escribo:
-Estoy bien, ¿y tú? ¿asistirás hoy a la escuela?-.
-Si, fue difícil estar encerrado todo el día- me contesta.
Tal vez se enfermó o tal vez fue algo personal, pero si no quiere contarme no tengo porque insistir.
-Te veo en la tarde, debo alistarme para ir a trabajar- le respondo y voy a darme un baño, pero al levantarme, cae una flor de mi cabello al suelo. Tiene el tallo cortado. Loki me mira moviendo la cola.
-¿Acaso fuiste tú?- digo moviendo la rosa frente a él y ladra. Tal vez la arrancó de las macetas del jardín pero no tengo ánimos de ir a revisar.
La ha de haber puesto en mi cama, dónde terminó enrredándose en mi cabello.
No puedo entender porque no recuerdo haber llegado a mi casa, pero seguro es por la cotidianidad que mi mente se está afectando. Necesito un descanso del trabajo.
Colin.
Sus mensajes me hacen sentir bien, como si algo en mi pecho saltará de emoción. Suspiro viendo el cuadro de nuevo y me levanto para darme un baño.
Quiero relajarme un poco y pensar en el futuro, que al parecer ya tengo.
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Comments
Chabela Jesús
me encanta
2021-04-23
2