¿Quién eres tú?

Neftis.

Está muy obscuro. Siento mucho frío y no tengo con que cubrirme.

De pronto escucho una risa macabra resuena frente a mi pero no puedo ver a quien pertenece.

Una mano me sujeta por la espalda rodeando mi cintura, otra tapa mi boca impidiéndome gritar y cierro los ojos al sentir mi impotencia.

-Shhhhh, no te haré daño- me dice esa voz tan grave en un susurro en mi oído. Esa voz... Tiene que ser...

Abro los ojos y me doy cuenta que estoy enrredada en mis sábanas. He ahí la razón del porque no podía moverme. Froto mis ojos con cuidado y me sobresalto cuando suena mi primera alarma.

Es temprano, así que me prepararé un buen desayuno. Le doy de comer a mi perro y enciendo la televisión para escuchar las noticias mientras como.

En eso, suena el tono de mensajes en mi celular y sonrío al darme cuenta de que es Colin.

-Buenos días señorita. Espero hayas descansado bien-.

Sonrío. Su forma de hablar y escribir es tan gentil y dulce.

-Buenos días atento joven. Gracias, si he descansado y espero hayas amanecido igual de bien- escribo y envío el mensaje antes de pensar bien lo que dije. Al releerlo sacudo mi cabeza negando. Esto fue demasiado de mi parte.

-Amanecí muy bien, gracias a ti- me responde.

Eso fue extraño, pero en lo que pienso como contestarle se me va el tiempo.

Tomo mis cosas, acaricio a mi perro diciéndole:

-Volveré en la noche, no te preocupes bebé. Pórtate bien-.

Tal vez luzca tonta hablando con mi mascota, pero es la mejor compañía que he podido tener desde que estoy viviendo sola.

Tomo mis cosas y voy hacia mi trabajo.

En el local me pongo a limpiar mientras escuchó música a un volumen bajo y después hago paquetes de cosméticos como regalos para que sean más llamativos para la venta.

(Terminando el turno de trabajo).

Salgo rumbo al autobús con un vaso de café recién hecho. Hace frío, pero no me molesta, al contrario. Disfruto mucho sentir el viento helado en mis mejillas, el cielo nublado, amo la ropa de invierno, estar muy arropada y las bebidas calientes. El café es mi favorita.

Al llegar a la parada noto que no hay nadie aún. Llegué muy temprano.

Me pongo mis auriculares y le subo el volumen a la música mientras doy sorbos a mi café para no quemarme. Veo pasar los autos y recuerdo que no le respondí a Colin. No me gusta dejar en visto las conversaciones, pero por más que veo su mensaje no sé que escribir. Siento que me sonrojo un poco, pero no me incomoda. No sé porque me siento así con él.

Comienzan a llegar más estudiantes y el autobús se ve a lo lejos, pero no veo a Colin por ningún lado.

Subo, tomo asiento y vuelvo a ponerme mis auriculares a todo volumen mientras veo por la ventanilla. No soy de ponerme a platicar con todos.

Al llegar a la universidad, busco inconscientemente a Colin con la mirada, pero al parecer hoy no vino. Dijo que estaba bien en la mañana, ¿le habrá pasado algo?.

En fin, a lo que vine.

Colin.

-¿Porqué no estás listo para ir a la escuela?- me dice Nathan desde el umbral de mi habitación.

-Solo no tengo ganas de ir hoy-

-Ya veo. Entonces no habrá problema si la señorita regresa sola por esa obscura calle con tantos malintencionados rondando y...-

-¡Ya basta!- lo interrumpo sin levantarme -No estoy de humor para ir. Además, ella sabe cuidarse sola-.

Nathan se va cerrando la puerta tras de sí mientras dice riendo:

-Recuerda que debes tener las mejores notas o no tendrás tu mesada este año-.

Sus chistes son tan malos y no tiene nada que ver con el tema.

Tengo toda la noche y la mañana pensando: ¿porqué me pasa esto? ¿Debo seguir lo que estoy sintiendo? ¿Debo dejar que crezca o lo corto de tajo? ¿Y si en lugar de llamar su atención la estoy asustando? ¿Se alejará de mi si descubre que soy?.

Ella es frágil pero no es tonta, sabrá arreglárselas sin mi ésta vez.

Neftis.

Ya han pasado las primeras dos horas de clase y han salido bien las cosas.

Al salir al receso voy a la biblioteca a imprimir unos artículos para la tarea y después voy a la cafetería. Pido un chocolate caliente y voy a una mesa individual al fondo del lugar.

(15 minutos de lectura después).

Una chica que lleva consigo muchos letreros pega uno frente a mí. Es para el festejo del día de brujas que se organizará aquí mismo. Habrá concurso de disfraces y varios números que los alumnos preparan para presentarse activamente en la escuela. Si no tienes buenas calificaciones y te encanta el barullo, organizar ese tipo de eventos te sube puntos con los maestros por "tener iniciativa y facha de líder". Un líder no organiza fiestas, dirige una empresa o su vida con responsabilidad. Total, en pocas palabras ése no es mi ámbito.

Tomo mis cosas, tiró el vaso desechable a la basura y voy al centro de computación para mí siguiente clase.

Colin.

Veo por la ventana que el sol ya no ilumina y busco la hora en mi celular. Ya son las 10 de la noche y no me he movido para nada.

Seguro Neftis ya salió de la escuela y tal vez ya viene en el autobús.

Me visto para salir y tomo las llaves de mi moto, pero al verlas me quedo pensando. Tengo ganas de sentir el viento pero no de esta forma.

Dejó las llaves y camino por el pasillo con esa velocidad distintiva. Antes de salir escucho a Nathan risa y risa en una llamada, así que es mejor no avisarle para no interrumpirlo.

¿Qué digo? Ya no soy un niño para pedirle permiso.

Será mejor parecer una persona normal. La luna llena ilumina las calles más que las farolas, aunque para mí es igual. Puedo ver todo con o sin luz.

Camino en dirección a la plaza y escucho los frenos del viejo autobús escolar.

No estoy listo para una conversación de frente después de lo que le dije por texto.

Veo directamente a la luna y, manipulando el viento, provoco que las nubes la cubran por completo para refugiarme en las sombras de la noche. Tal vez no la acompañe de cerca, pero siento este enorme deseo de cuidarla. La veo bajar del autobús, cruza la plaza hacia donde estoy escondido, pero no se da cuenta de mi presencia.

Se detiene un poco viendo hacía la calle que lleva a su casa y noto que inhala profundamente después de mirar en toda dirección.

-¿Porqué tenías que faltar hoy Colin?- escucho que reclama viendo su celular. Al instante recibo un mensaje. Es ella diciéndome que espera me encuentre bien. Si supieras que quien está poniendo mi mundo de cabeza eres tú, linda niña.

Hoy no se ve ni un alma por las calles, así que la sigo con cautela pero sin estar poniendo tanta atención a todas partes.

Mis poderes no han fallado. Al parecer solo sucedió ayer que me acerqué demasiado a ella.

A una cuadra de llegar a su casa me entra el deseo de verme reflejado en sus ojos. Puedo verlos brillar y eso me está atrayendo.

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