Episode 19

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-¿Su madre se queda por aquí?

-Si es en esa cabaña en frente.

Camilo y los niños se dirigían para encontrarse con Adela fue cuando quedaron frente a la cabaña que Camilo pudo ver un grupo de soldados muertos en el suelo, “esto definitivamente solo lo puede hacer Adela”, pensó Camilo mientras entraba a la cabaña.

-¡Mamá!

Fue entonces que Alan abrió la puerta del cuarto rápidamente saliendo a ver a los niños quienes venían junto a Camilo, en ese momento se escuchó un fuerte ruido en la habitación y el rostro de Adela apareció frente a ellos, Adela vio a los pequeños quienes corrieron a verla y la abrazaron emocionados.

-Mamá, mamá teníamos tanto miedo.

-Niños… ¿Cómo, cómo llegaron?

-Fue el.

Dijo Dean cuando volteo y Adela vio el rostro de Camilo frente a ella, esta se emocionó y las lágrimas comenzaron a empapar su rostro, mientras que Camilo le sonreía con amor.

-¿Ca…Camilo?

Adela camino hacia Camilo y poso sus manos sobre el rostro de este acariciándolo, este la observo con ternura mientras pasaba su pulgar sobre el labio de Adela.

-Mi amor eh vuelto.

-Camilo.

Adela acerco sus labios a Camilo quien la sujeto por la cintura atrayéndola hacia el así inundándose en un beso profundo y tierno.

-Te extrañe mi amor.

-Camilo, estas aquí…yo, yo quiero que veas a.

-Lo sé a los niños, nuestros hijos.

Alan y los niños quienes estaban frente a la pareja quedaron boca abiertos por la escena.

-Adela no deberías levantarte aun.

-¿Tu quién eres?

Pregunto Camilo a Alan quien le estaba pidiendo a Adela que se recostara nuevamente para descansar.

-Usted ¿usted es nuestro…nuestro papá?

Pregunto Dean con lágrimas en los ojos, mientras Colette los miraba en silencio.

-Dean, Colette, él es Camilo su padre.

Dijo Adela mientras Alan miraba feliz  a los niños, pero aun sin poder quitarse la angustia de perder a Adela, quien hasta el momento solo lo miraba a él. Al terminar de hablar Adela y Camilo, los niños se acercaron a él curiosos de saber cómo era su padre, fue entonces, que Adela quien había terminado de charlar con Camilo observo a Alan quien se estaba levantando y saliendo por la puerta principal junto un pequeño bolso.

-Alan… ¿Alan que haces, a dónde vas?

Pregunto Adela nerviosa, ella de alguna forma era consciente que había desarrollado un pequeño sentimiento por él.

-Yo, es mejor que me vaya, tú y tus hijos ya están a salvo y…

Alan observo el camino que se encontraba frente a él, y luego miro a Adela angustiado “Si me quedo, no me podre dar por vencido con ella” Adela observo a Alan quien había estado con ella desde el comienzo de su escape, él se había convertido en un gran apoyo, aliado y amigo para ella.

-No quiero que te vayas.

Dijo Adela mientras sus ojos comenzaban a nublarse “no quiero alejarme de nadie que sea importante para mí” pensó Adela, Alan quien la noto angustiada se acercó a ella para tranquilizarla, fue entonces que pensó “tendré que ser claro con ella para que entienda claramente del porque me voy”.

-Adela…eh estado contigo por más de un mes, hemos pasado por mucho todo este tiempo y…y yo me eh enamorado de ti, si me quedo solo les causare incomodidades, ustedes cuatro son una familia y,  yo no tengo porque quedarme aquí, este no es mi lugar, y quiero que tú seas feliz.

Adela sorprendida abrió los ojos ante la repentina confesión de Alan, este mostraba una mirada de angustia al tener que separarse de ella, pero el consideraba que hacia lo correcto por lo que no se arrepentía.

-Alan yo.

-Sé que amas a ese hombre, él es el padre de tus hijos y lo esperaste durante mucho tiempo, yo…yo no tengo un lugar en esta casa, si algún día me necesitas y nos encontramos siempre te apoyare, pero si eso no llegara a pasar, por favor Adela cuídate, sé que eres fuerte pero no tomes riesgos, tu eres lo más precioso para mí, no quiero que te lastimes.

Fue en ese momento que Alan se acercó a Adela y poso sus labios besando la frente de esta en señal de despedida.

-Alan si en algún momento lo necesitas puedes volver aquí, o si todo se soluciona podrías ir a la mansión Kirsten, nosotros siempre te estaremos esperando.

Dijo Adela mientras Alan montaba uno de los caballos y se marchaba alejándose poco a poco de ella.

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