Capítulo 4 EMPLEO

...BELLA ROSELLI...

Estoy muy desesperada por conseguir empleo. Desde que llegué aquí cada día durante las últimas semanas salgo temprano a caminar para recorrer cada calle y entregar mi currículum con la esperanza de que alguien me llame para contratarme pero vuelvo a casa siempre sin un empleo.

Siento hambre y me detengo en un pequeño café donde miro el menú buscando lo más económico y así poder comer algo., Estoy perdida en mis recuerdos pensando lo hermosa que era mi vida antes de aceptar aquella misión. De una chica tropieza conmigo, es alta y muy delgada, parece demasiado apurada, incluso sus cosas cayeron al suelo así que la ayudo a recoger todo.

-Disculpame, lo siento no me fijé- suena agitada

-No te preocupes, me di cuenta- le doy una amable sonrisa porque parece nerviosa

-Soy Vivian. Nuevamente perdóname, mi jefe me mata si no llevo su café a tiempo, debo apurarme- se nota nerviosa, su jefe debe ser el mismísimo diablo para generar ese tipo de reacciones en sus empleados

-Si tienes un empleo para mí te disculpo- Intento bromear pero resulto gratamente sorprendida porque me toma del brazo

-Vamos, hay una vacante pero no sé si sea de tu agrado y la paga no es mala- se detiene para ver mi reacción y sonrío aliviada sintiendo esperanza

-Claro que me interesa, así sea de limpieza, no es fácil conseguir empleo si no tienes referencias- suspiro con tristeza, como Celeste conseguiría un buen empleo en cualquier sitio

Llegamos a una oficina de publicidad y me cuenta todo lo que debo saber de modo muy apresurado después de llevar el café.

-Usarás uniforme, mantendrás la cocina aseada y te encargarás de los baños, por la noche viene alguien a limpiar las oficinas, si necesitan agua o alguna bebida para las visitas tú las llevas, yo soy la Asistente del señor Máximo Novikov él es el CEO de la empresa y aunque es joven es muy estricto y perfeccionista, así que debes ser muy cuidadosa

Me pongo el uniforme y comienzo con mis labores, no es nada de lo que estudié, pero mi objetivo es sobrevivir a como de lugar. Además estoy sola en este país y tengo que mantenerme ocupada para no caer en depresión ya que eso me está costando demasiado con tan importantes ausencias.

Antes me iba de casa y no sabía cuándo regresaría a casa pero sabía que cuando lo hiciera estarían mis padres y hermanos esperándome, siempre con una sonrisa y dispuestos a compartir buenos momentos y así crear lindos recuerdos juntos pero ahora no solo no puedo volver a mi país sino que nadie me espera al llegar y estoy sola.

Durante la primer semana he conocido a todos los empleados en la empresa hay alrededor de cien trabajadores de distintas áreas y hasta donde he averiguado esta es una sucursal pequeña comparada a las otras que forman el holding de Máxima Publicidad que tiene agencias en varios países del mundo.

La segunda semana de empleo comienza y el lunes me visto sencilla, después de todo debo usar mi uniforme así que use lo que use es igual mi apariencia a las demás trabajadoras. Siempre me gustó subir escaleras porque amo estar en movimiento y además mantenerme en forma así que soy enemiga de los elevadores.

Al girar para ir a otra planta por no mirar choco con alguien que iba distraído como yo y llevaba una carpeta así como otros documentos en sus manos que acaban tirados en el suelo. Es atractivo pero parece haber desayunado limón por su expresión. Mide 1.90, tiene la piel blanca, unos ojos claros hermosos y antes de poderlo seguir detallando es cuando abre la boca y su hermosa apariencia se ve opacada por su carencia de modales y prepotencia.

-Смотрите, куда вы идете. Проклятая женщина (Fíjate por dónde vas. Maldita mujer)- su voz profunda y varonil en perfecto ruso hasta me insulta, jamás se disculpó

-Смотри, куда идешь, и позволь сестре помочь тебе собрать все это. Деньги не учат манерам (Fíjate por dónde vas y ahora que te ayude a recoger tu hermana. El dinero no enseña modales)- respondí en perfecto ruso y lo dejé allí parado y sorprendido

Que agradeciera que no lo mandé en mi lengua natal a dónde pertenecía porque eso sí que sería mucho peor. Trabajé con hombres hasta heridos de muerte pero ninguno fue tan grosero. Seguí mi camino como si nada hubiese sucedido rogando no volverlo a ver nunca.