Capítulo 10

VALERIO

Han pasado 6 meses y al fin puedo volver a casa, atrapar a líder de los bandidos y desmantelar toda su banda no fue fácil en absoluto, pero lo logramos, capturando miembros de la banda la debilitamos y sabiendo cómo conseguir respuestas pudimos acabar con ellos.

Mi primera parada es mi casa, allí en la entrada me espera mi abuelo, cosa que no me sorprende ya que fue al único que le avise que mi misión había acabado.

- Bienvenido hijo – me dice mi abuelo mientras nos damos un abrazo – quiero asumir que tu misión fue todo un éxito – me dice

- Claro que si abuelo, hace un momento dejamos a los prisioneros en manos del Gran General – le conteste

- Ese es mi muchacho – me dice mientras entramos a la casa

Hablamos un poco sobre mi misión y de cómo la lleve a cabo pero pude notar que mi abuelo estaba ansioso, algo le preocupaba.

- Abuelo ¿Qué pasa? – le pregunto al ver que él no tiene intención de decirme nada

- ¿de qué hablas? – me dice

- Abuelo sé que hay algo que te preocupa pero no me quieres decir, te conozco mejor que nadie, así que dímelo, sea lo que sea estoy seguro de que lo resolveremos juntos – le digo muy seguro, porque si algo se es que podemos enfrentar lo que sea

- Hijo no es que no te lo quiera decir, es que no sé cómo, y al contrario de lo que pareces pensar no es algo malo, es más yo diría que es algo bueno – me dice

- Y ¿Qué es? – le pregunto realmente intrigado por lo que sea que me quiere decir

- Al siguiente día de que te fuiste la señorita Verónica vino a verme, bueno en realidad venía a verte a ti, sabía que te habías ido y quería saber hace cuanto, creo que tenía la loca idea de intentar alcanzarte – me dice

- Abuelo eso es … - imposible, pienso la última palabra pero no la digo

- ¿imposible? – dijo a completando lo que había pensado – si yo también me sorprendí mucho al verla, pero en realidad parecía muy afectada por tu repentina partida, no te diré de lo que hablamos, porque eso es algo entre ella y yo, pero lo que sí puedo decirte es que debes ir y hablar con ella, tienen mucho de qué hablar.

Las palabras de mi abuelo quedaron rondando en mi cabeza toda la noche y casi ni pude dormir debido a ellas, por eso al levantarme decidí que iría a ver a Verónica, si mi abuelo me aconsejaba ir a verla no puede ser nada malo, mi abuelo antes que nada era mi mayor protector y él nunca me llevaría ante algo que me pudiera hacer daño.

Llego a la mansión que la familia Volana tiene en la capital con la esperanza de que Verónica se encuentre allí, al llegar me recibe el mayordomo, cuando le pregunto por Verónica este no solo me dice la gran noticia de que Verónica esta en casa, sino que también me lleva a donde esta ella.

Entro en la habitación y la veo, se ve hermosa, mi corazón se acelera con solo verla, está muy concentrada en sus pensamientos por lo que no notó que había entrado a la habitación, me acerco a ella pero sigue sin notar mi presencia, así que en un impulso la levanto en mis brazos y noto como se tensa y por la posición que toma sé que si no me hago notar pronto terminare en el suelo, así que la volteo rápidamente para que sepa que soy yo

- ¿Valerio? – oigo que dice y antes de que pueda contestarle ella me hecha los brazos al cuello y me besa.

El principio no sé qué hacer, en primera porque es la primera vez que beso a una mujer y en segundo porque esto es lo último que me esperaba, pero a pesar de mi confusión inicial rápidamente alejo las dudas de mi mente y le regreso el beso siguiendo mis instintos, porque cuando la mujer que amas te besa no la rechazas.

Con ella en mis brazos me siento el hombre más afortunado del mundo, cuando nos separamos por la falta de aire nos míranos a los ojos y fue allí donde supe que ella sentía por mi lo mismo que yo sentía por ella, no sé qué paso en estos 6 meses pero sé que ella me ama, así que sin dudarlo volví a besarla.

VERONICA

Estoy sentada en el regazo de Valerio mientras aun nos besamos, la verdad es que no se hace cuánto tiempo estamos así, pero me es imposible dejar de hacerlo, después de nuestro primer beso, que fue más que perfecto, de alguna manera llegamos al sofá de la habitación y yo quede en su regazo mientras damos rienda suelta a nuestros sentimientos, sé que debemos hablar, tenemos mucho que decirnos, pero por el momento voy a disfrutar de esto, de él.

Como era de esperarse tuvimos que sepáranos, aunque si por nosotros fuera nunca lo hubiéramos hecho pero una de las sirvientas se le ocurrió que era buen momento para llevarnos té y bocadillos lo que nos obligó a separarnos.

- Siento lo que dije cuando fuiste a ver a mi padre – dije yo cuando estuvimos solos de nuevo

- Yo te perdono, es mas creo que te perdone a los dos segundos de que lo dijiste, pero lo que no entiendo es que ye hizo pensar así no solo de mi sino también de toda mi familia – me dice

Entonces le cuento lo que me dijo mi madre y lo que ese horrible día me dijo mi padre.

- Creo que llevo enamorada de ti desde hace mucho pero los prejuicios que mi madre metió en mi cabeza no me dejaron verlo y te lastime y no sabes cómo me arrepiento de haberlo hecho, y el hecho de que me hayas perdonado solo me demuestra la gran persona que eres, por Dios yo fui una tonta, pero te prometo que hare todo para seas feliz, prometo hacerte feliz – le digo mientras me acerco y tomo su rostro entre mis manos

- Sabes eso debería haberlo dicho yo – me dice y no podemos evitar reírnos – Verónica te amo, te amo como nunca creí hacerlo, estos meses separado de ti me hizo darme cuenta de lo importante que eres para mí – me dice a lo que yo sonrió y nuevamente nos besamos.

- Yo también te amo Valerio – le digo cuando nos separamos

Aunque sé que está muy mal visto esa noche Valerio y yo dormimos juntos, ninguno quería separarse del otro, la verdad me preocupaba muy poco lo que pensaran los demás, estar con Valerio era lo más hermoso que me pudo pasar.

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