Capítulo:59

Ningunos de los empleados de esta mansión sabían dónde podían estar Kristine y su criada. Lo extraño es que cada vez que una criada se acercaban a dejarle la comida siempre las encontraban hablando de postres, eso me hace pensar que se estaban comunicando y que nadie fue capaz de detectar ese lenguaje de comunicación.

-Señor White, estás dos jóvenes estaban utilizando la ropa de la señora White, su anillo de matrimonio y el uniforme de la criada.

“Kristine Anabelle desde el principio sabías que ese anillo tenía un rastreador. Por eso se los diste a esas jóvenes estudiantes universitarias”

-¿Quiénes les dio esas ropas y el anillo?

Estas chicas al parecer fueron entrenadas al no decir nada, eso significa que le ofreció dinero por su silencio, Kristine Anabelle, pensaste en todo, incluso decidiste darle suficiente dinero por su silencio, estoy seguro de que utilizaste el dinero de tu compañía para proteger a tus padres incluso contratando hackers te encargaste de que la persona que te ayudó a retirar parte de tu capital no fuera rastreado.

 -Señor, no sabemos a qué usted se refiere.

 Se atreven a negar la verdad que chicas más patéticas.

-¿No lo saben? Preguntaré de nuevo, ¿Dónde encontraron esas ropas y anillo? 

-No... No sabes de qué habla.

-¿Seguirán mintiendo? Ese anillo fue elaborado por un artesano famoso, solo hay uno y es que utilizaba mi esposa, entonces. ¿Quién se los dio? ¿Por qué lo tienen ustedes?

Una de esas chicas era una joven de cabello castaño, estaba nerviosa porque se descubrió sus mentiras, estoy seguro de que si presiono un poco a esa chica ella me dirá toda la verdad.

 -¿Cuál es tu nombre?

-Emy.

-Entonces, Emy. Te ofrezco 400,000. Para que me digas la verdad, ¿Quién les pago? Debes tener una deuda que deseas pagar, si aceptas este dinero podrás pagarla además de que te daré 800,000. Por todo lo que sepas. Bien, ¿Aceptas?.

-Yo…

-Ella no acepta.

-Acepto sus condiciones.

-Bien, dime todo lo que sepas sobre esa persona.

-Mi amiga y yo habíamos terminado nuestras clases de historia, una elegante joven se nos acercó y nos ayudará a solucionar nuestros problemas, si nosotras la ayudamos a resolver los de ella nos dijo que puede ofrecernos dinero y que se encargaría de que tuviéramos la gran oportunidad de vivir bien en una gran casa a cambio de que la ayudemos a escapar de la casa de su esposo maltratador como la vimos algo apurada y preocupada por el bienestar de su bebé nosotras aceptamos.

-Bien, ¿Mencionó donde iría?

-No, señor, solo nos dio las instrucciones de utilizar su ropa y el anillo, nada más es la verdad, no estamos mintiendo.

-Entiendo, pueden retirarse, aunque tu otra compañera no dijo nada, fue leal, también serás recompensada por guardar silencio, mis hombres le guiarán hacia la salida.

Kristine Anabelle, incluso las chicas que contrataste para que permanecieran en silencio te traicionaron, ¿Crees qué puedes escapar de mí? ¿Piensas que vivirás en paz si te alejas de mí? Desde que aceptaste ser mi mujer desde ese día me perteneciste no creas que te dejaré ir tan fácilmente.

-Señor White.

Esa voz fría y distante pertenecía a la señorita Anastasia. Cuando la conocí su presencia me perturbó por completo por el gran parecido de ella con Susie, pero con el tiempo fui aceptado la idea de que ambas son personas diferentes.

-Señorita Anastasia….

-Lo estaba esperando en la reunión, pero su secretario me informó que usted hoy no asistiría, me dijo que usted no se sentía bien, eso me preocupó mucho, por eso decidí visitarlo, espero no estar molestándolo, ¿Se encuentra mejor?

Sus ojos, un poco de su voz y la manera de como actúa me hace preguntarme si Susie estará bien y está descansando bien.

-Estoy bien, gracias por preocuparse señorita Anastasia.

-Es un placer, yo siempre me preocuparé, aunque usted me pida que no lo haga, siempre lo haré.

-señorita Anastasia…

-Estoy segura de que sabes lo que siento por usted.

-Yo….

-Le tengo envidia a la señora White.

-A lo mejor fue porque usted se acostumbró a que siempre estemos juntos haciendo las reuniones, por eso estás diciendo eso.

-Conozco muy bien mis sentimientos y no estoy confundida el beso que nos dimos cuando estábamos en ese hotel lo sentiste, eran todos mis sentimientos hacia usted, entonces. ¿Por qué no puedo al menos desear estar con usted? Estuve investigando y descubrí que la señora White, aunque está casada con usted, no lo ama, ¿Por qué al menos no me da la oportunidad?

¿Enamorada? Aquel sentimiento que dices que sientes, ¿Será verdad? ¿Estás enamorada?, ¿Por qué decidiste admitir lo que sentías? 

-Señorita Anastasia, ¿Qué desea realmente? Mi esposa siempre me dijo, usted está enamorada de mí, pero nunca la escuché porque pensé que ella debía estar alucinando, sin embargo, todo resultó ser verdad, ¿Cómo quiere que yo actúe al escuchar su confesión? ¿Quiere que le diga mis pensamientos? Lo que yo pienso al escucharla decir eso si digo algo me temo que rompería su corazón.

-Señor White…

-Señorita Anastasia, no me gustas. Lamento no corresponder a sus sentimientos, pero como usted sabrá estoy casada y pronto seré padre no puedo abandonar a mi familia, además de que no podré ofrecerle los sentimientos que usted desea lamento mucho si por mi culpa usted tuvo una idea equivocada.

-Usted me rechazó, ¿Por qué me parezco a su antigua prometida?

¿Cómo la señorita Anastasia sabe acerca de Susie? ¿Por qué está hablando de ella?  

-¿Perdón?

-¿Es por qué me parezco a Susie? ¿Por eso me rechazó? 

-Señorita Anastasia, que usted se parezca a Susie no tiene que ver que yo la rechazara.

-Entonces, ¿Por qué me rechazó? El beso a usted no le desagradó.

-No entiendo, si no es por mi parecido, ¿Por qué me rechaza?

-Usted es una mujer fantástica, hermosa, elegante e inteligente. Pero, lamentablemente, no me siento atraído por usted señorita Anastasia.

-¿No se siente atraído?

-No voy a negar que su gran parecido a Susie me sorprendió, me confundió un poco me hizo pensar que usted puede ser ella, pero no es porque sintiera atracción por usted, estuve investigando al final llegué a la conclusión que no son la misma persona.

-Señor White, ¿Qué sucedería si lo que usted piensa es falso? Si todo el sufrimiento que usted sintió no es verdad y que todo es un mal sueño, ¿Qué usted haría?

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