Capítulo:57

No podía escuchar lo que escuchaba, ¿Cómo era posible que Kristine y su criada escaparan? ¿Quiénes fueron las personas responsables? ¿Quiénes las ayudaron? ¿Cómo no me di cuenta? Que dos chicas estén usando de ropa de Kristine y su criada me hace pensar que desde hace tiempo habían planeado escapar de este lugar, ¿Cómo pude ser tan tonto?

Lo que me molesta es que no fui capaz de darme cuenta de que ella lo había planeado una mujer embarazada, no puede ir lejos, estoy seguro de que la primera persona que visitaría serían sus padres o su hermana para que la ayude a ocultarse. Desde que obligué a Kristine ser mi esposa no había tenido la oportunidad de conocer a sus padres y ahora que ella desapareció, la mejor idea es reunirme con el patriarca de la familia Bonaparte, Edward Bonaparte.

Su arrogancia, la forma en la que me miraba me incomodaba, no había duda que el señor Edward Bonaparte es igual que su hija Kristine, de arrogante y de mirada fría, pero por la manera en la que me mira es como si no está con su hija, entonces si no está con ella, ¿Dónde demonios está Kristine? ¿Dónde demonios realmente está ella? Si no está con ellos, ¿Dónde se oculta?

-Cuando mi secretaria me informó que usted deseaba reunirse conmigo, cancelé todas mis citas, ¿En qué puedo ayudarlo señor White?

Recuerdo que te investigué un empresario de sangre fría como usted debe actuar como una persona que no le importa su hija para poder protegerla.

-Kristine Anabelle Bonaparte…

Esperaba que fingiera que no había escuchado ese nombre, pero no imaginé que él reaccionara tan rápido al escuchar el nombre de su única hija y heredera de una gran fortuna.

-¿Cómo? ¿Cómo usted conoce ese nombre? ¿Conoce a mi hija?

-Kristine Anabelle es mi mujer.

El rostro de avanzada edad mostraba confusión, ¿Qué sucedía? ¿Por qué actuaba así?

-Oh. ¿De verdad? 

-Nos casamos

-¿Casarse? ¿Cuándo se casaron? ¿Por qué no lo sabía?

-Nos casamos el día en que ella debía casarse.

-Imposible.

-¿Por qué es imposible? Ella decidió cambiar todo y aceptar ser mi esposa, ¿Por qué no lo quiere aceptar? Al menos debería ser feliz al tener un hijo político con dinero, siempre usted y su esposa lo desearon.

Casi dos años habían pasado desde que me casé para hacer sufrir a esa mujer que se encargó de destruir toda mi felicidad, ellos la familia Bonaparte son los responsables crearon un monstruo al ser hija única se encargaron de darle todo y la hicieron olvidar de los sentimientos de los seres humanos personas como ustedes nunca debieron ser padres no supieron educar a Kristine y ahora ella ha desaparecido con lo más importante que es el heredero de la familia White.

-Mi hija puede salir con cualquiera menos contigo.

-¿Por qué? ¿Por qué no deseas que estemos juntos?

-¿Crees qué no sé? Te casaste con Kristine porque piensas que ella es la responsable de la desaparición de esa chica bastarda, pero te equivocas, mi hija no es la responsable, así que te ordeno que si la tienes cautiva la dejes ir porque haré que todo lo que tienes la pierdas.

-¿Me estás amenazando? No me hagas reír, ¿Qué puede hacerme un pobre viejo como tú? Como dijiste tengo a Kristine en mis manos puedo hacer que ella muera o viva, eso depende de lo bien que ella me sirva.

-¡Eres un monstruo! ¿Cómo te atreves?

-¿Qué sucede? ¿No esperó encontrarse con una persona que tiene más poder que usted? Como un empresario debería saber que nunca dejo ir a mi presa hasta asfixiarla por completo, así que no pierda su tiempo ordenándome porque no lo haré, Kristine Anabelle White es mi mujer, ella es mía y me pertenece.

-Haré que te arrepientas al decir esas palabras, preferirás estar muerto, nadie puede enfrentarse con un Bonaparte.

-Bueno, alguien se está enfrentando a los Bonaparte y soy yo.

-No te acepto como esposo de mi hija.

-Yo no espero que me acepte.

-¡Fuera de mi oficina! Bastardo.

Mis investigaciones fueron aclaradas, la familia Bonaparte no tiene a Kristine oculta, entonces. ¿Quién tiene a Kristine? Ella no tiene muchos amigos y la mayoría viven en este país, ¿Dónde está Kristine? ¿Dónde se oculta?

Salir del oficinal señor Bonaparte sin una respuesta hace que me sienta frustrado, pero eso no significa que me vaya a rendir o que no lo siga, todos sabemos que la mejor persona ocultando sus emociones y secretos es Edward Bonaparte.

-¡Oh, señor White! Nos volvemos a encontrar, ¿Se acuerda de mí?

-¿Quién eres?

Una persona que desea estar en la alta sociedad, pero a la vez no pertenece, es interesante. La hija bastarda de la madre de Kristine, esa chica que era como la sombra de mi mujer y que todo lo que ella tiene esa bastarda lo quiere.

-Yo soy Mariana Bonaparte.

-¿Mariana Bonaparte? No recuerdo que el señor Bonaparte tuviera otra hija, pensaba que la única heredera de la fortuna Bonaparte es Kristine Bonaparte.

-Soy su hermana.

-Oh. ¿De verdad? 

-Sí, por cierto. ¿Dónde está mi hermana? ¿Por qué no la veo con usted?

No solo es una bastarda, sino que también desea ser parte de la familia Bonaparte, ¿Piensas que siempre vivirás bien? No me hagas reír, ¿Qué pasaría si Kristine aparece? ¿Tendrás esa misma arrogancia?  Una chica como tú no merece soñar, ¿Cómo puedes pensar o fingir que eres heredera? Tienes un pensamiento inútil.

-Cuando descubrí que se habían casado….

-Oh, ¿su esposo le dijo que nos encontramos?

-Si él no me lo hubiese dicho, yo lo hubiera investigado.

-Al parecer tienes mucha confianza, ¿hasta dónde puede durar esa confianza?

-¿Perdón?

-¿Qué sucede? ¿Por qué reacciona de esa forma? Piensas que eres la gran heredera 

Es una mujer arrogante que olvidó que todo lo que tiene es de Kristine.

-Ella no está aquí, además mi madre…

-Tu madre no es una Bonaparte, se casó con Edward Bonaparte para pagar la deuda de su familia, en pocas palabras no tienes sangre pura para decir que eres una Bonaparte, todos saben que eres una bastarda y que siempre serás conocida por ser la sombra de Kristine.

-No puede hablarme así…

-¿No puedo? ¿Por qué? 

-Esta compañía es de mi familia….

-Al parecer no solo olvidaste tu lugar, sino que también piensas que eres la heredera de este gran conglomerado, señorita Mariana, tengo una reunión, no puedo perder el tiempo con usted discutiendo sobre legitimidad y explicarle que nunca será una Bonaparte.

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