capitulo 5

La noche es larga.

Brenda, al tocarlo, se pone más caliente y lo besa desesperadamente. Alexander le corresponde y le quita el vestido de un solo jalón, quedando en ropa interior frente a él. Alexander observa ese cuerpo tan tonificado y se queda sin palabras. Lleva una lencería roja de encaje y unos lindos ligueros que sostienen sus medias.

Alexander: Eres muy bella, Brenda. Me encantas. Ven, quiero comerte completa.

Brenda: Tú igual, cariño. Haces que me ponga tan caliente solo de verte.

Ambos se besan y poco a poco dejan caer la ropa que les sobra al sofá, quedando desnudos frente a frente. Alexander toma el control de la situación y besa a Brenda por todas partes, aprieta sus pechos y se los lleva a la boca, haciendo que Brenda de un grito de placer. De una zancada, la pone encima de él, dejando a su disposición todo su lindo cuerpo.

De un solo movimiento, la penetra tan fuerte que ella se arquea de placer y la hace brincar arriba de él, haciendo movimientos circulares en su duro miembro, haciéndola llegar al clímax. De un solo movimiento, la deja boca abajo en una posición lista para penetrarla hasta que pida que se detenga. Le da unas embestidas tan fuertes que cuando termina, le quedan las piernas temblando y el corazón latiendo tan rápido.

Brenda: Eres maravilloso en la cama. Es increíble lo que un joven puede hacer a esta madura mujer.

Alexander: Soy joven, sí, pero tú eres la mujer más sexy que he conocido y me encanta hacerte gritar de placer.

Brenda: Cariño, ¿cuándo le diremos a tu padre sobre nosotros? ¿No crees que ya es hora de hacerlo?

Alexander: No te confundas, Brenda. Esto es solo carnal. Soy un joven al que le gusta complacer a las mujeres y nada más. No hay tú ni yo ni nada por el estilo.

Brenda ha agachado la cabeza y no dice nada, solo se queda ahí inmóvil, pensando que está mal y que creía que esto iba en serio.

Alexander: Brenda, mírame. Levanta la cabeza.

Brenda levanta la cabeza y lo mira fijamente a los ojos.

Alexander: Sabes, amor, que solo es sexo, ¿verdad? Y que entre tú y yo no puede ni va a haber nada. No lo eches a perder con tonterías de amor.

Brenda: No te preocupes, cariño. Ya entendí. No vuelvo a confundirme.

Alexander se levanta, toma un baño y se marcha del apartamento de Brenda en su automóvil. Conversa con Josué.

Alexander: ¿Por qué las mujeres son así de sentimentales? Siempre tienen que arruinar un buen sexo con tonterías de amor.

Josué: Si me permite decirle algo, usted tampoco les deja claro desde un principio lo que busca en ellas. Las hace creer que las quiere y pueden llegar a algo más que solo noches de cama.

Alexander: Tienes razón, pero ellas solas se ilusionan. Yo solo soy caballeroso con ellas.

Ambos se ríen y continúan su camino.

La verdad es que son tan fáciles de convencer ,que con un hola y unas lindas palabras cain redonditas

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