POV Juliette Cannon
Me mudé a la pequeña ciudad de Grass Valley en el norte de Nevada luego de más de dos años de andar de un lado para otro junto a mi pequeña Lizzy. Huir de Paul Cannon no es fácil. Es un perro rastreador de primera.
Estaba cansada de sus abusos, su mal genio, sus golpizas... desde siempre supe que Paul tenía un problema con la ira, además de otros muchos traumas, pero siempre podía ver a través de eso su corazón dulce.
Nos conocimos durante la secundaria y fue amor a primera vista. El chico de cabello oscuro, alto y musculoso, con tatuajes en sus brazos y esa mirada retadora, me atrajo inmediatamente.
Lo vi por primera vez en la sala de detención. Era mi primera vez en ese lugar, pero para él era costumbre estar ahí, es más, parecía hacer todo a propósito con tal de que lo enviaran a ese lugar donde se sentía muy cómodo.
Recuerdo preguntarle su nombre y el me respondió sin siquiera abrir los ojos
-No quieres saber mi nombre nena, no te conviene que te relacionen conmigo
Eso me hizo intrigarme más. Hablé mucho con él ese día, en realidad hable sola, él parecía no escuchar nada de lo que yo decía, pero al finalizar la jornada se despidió diciendo
-Hablas mucho Juliette, pero tu voz tiene el poder de calmar tormentas...
Me dio una media sonrisa y salió del lugar. No volví a verlo hasta una semana después. Esperaba por mi junto a los lockers.
-Vaya, el tenebroso Paul Cannon ¿estabas esperándome?- le digo
-Algo así... ¿te gustaría acompañarme a beber algo?- pregunta
-¿Beber? ¿Alcohol?- le respondo.
-No... o sí, pero tu podrías beber un refresco, o tal vez un te helado- dice riendo.
Su voz era tan sensual y ese porte de chico malo... era tan atractivo...
Tiempo después estábamos ya saliendo, nos hicimos novios. Pude ser testigo de todo lo que causaba que Paul fuera como era, su casa era un desastre. Su madre trabajaba todo el día, su padre solo bebía y fumaba, nunca le dirigía la palabra a Paul y su hermana pequeña nunca estaba en casa, permanecía siempre con una vecina que la cuidada.
Paul era el chico más solitario que había conocido, por eso no fue difícil convertirme en su todo.
Antes de finalizar la escuela, Paul se vio involucrado en un asalto a la casa de un mayor del ejército. El hombre conoció su caso y lo investigó, decidió no arruinar más su vida. Le propuso enlistarse al ejército al finalizar la escuela, a cambio de no denunciarlo.
Todos vimos el hecho como una oportunidad de tener una buena vida, haría una carrera, sería un miembro respetable de la sociedad, nos casaríamos y seríamos muy felices.
Nada más alejado de la realidad...
El ejército solo hizo crecer el monstruo en él, una oscuridad latente en su interior que aumentó hasta opacar por completo al dulce chico del que me había enamorado...
Nuestra boda fue hermosa, más no nuestro matrimonio. Al nacer Lizzy, Paul intentó cambiar, y durante algún tiempo creí que lo lograría, pero cuando alguien está tan dañado por dentro y se niega a recibir ayuda para restaurarse, ningún cambio es duradero.
Tres años después del nacimiento de nuestra hija, nuestra vida era un desastre, uno del que debía huir por mi seguridad y la de mi hija.
No me imaginé que al hacerlo, al abandonar a Paul, lo empujaría definitivamente al infierno...
Ahora me encuentro en este sitio, un pequeño café en el centro de la casi desolada ciudad de Mill City, esperando para una cita con William Foster. El no es mi amigo ni mucho menos, pero es la persona que me ayudó, me preparó y me infundió todo el valor que necesitaba para huir.
Eso que para mi representó una vida de libertad y relativa seguridad, para William y su familia fue el inicio de una tragedia...
El temor a que Paul nos encontrara a mi y a Lizzy me impidieron ayudar a William para que mi esposo fuera atrapado y pagara por lo que hizo. Pero ya no puedo evitarlo más.
Paul me ha encontrado y temo que quiera hacerme daño o a Lizzy. Debo hacerlo... debo ayudar a atraparlo. Pero solo lo haré si tengo la garantía de que mi hija no sufrirá ningún daño. No me imagino lo que William debe haber sufrido al perder a su esposa, o al ver a su hija sufrir, pero se que no quiero eso para Lizzy.
El ruido de la puerta del café abriéndose me alerta. Veo entrar a William. Es un hombre muy guapo. Tal vez tenga 45 años o un poco más. Viste un pantalón de mezclilla, una chaqueta color negro, lleva su cabello con corte militar, unos lentes oscuros... no puedo evitar pensar en él como el hombre que me entrenó en su gimnasio y me enseñó todo para defenderme.
-Juliette, gracias por venir- me dice en forma de saludo.
-Hola William...- le respondo
-¿Cómo has estado? ¿Tu hija está bien?- me pregunta.
-Estamos bien...- le respondo, -Dejé a Lizzy en la escuela, una amiga del trabajo irá a recogerla y la tendrá en su casa hasta que yo vaya por ella.
-Bien...- me dice
>>Se que esto no ha sido fácil para ti Juliette\, pero quiero que entiendas que si Paul no es capturado\, ni tu o tu hija\, y menos la mía\, estarán seguras nunca.
>>Paul llamó a Maddison hace algunos días\, no se como demonios logró conseguir su número de teléfono\, pero volvió a atormentarla\, tuvo un ataque de pánico... uno como hace años no tenía... no estoy dispuesto a que tu esposo continúe arruinando la vida de mi pequeña...-me dice muy irritado.
-No es mi esposo William, dejó de serlo desde el día que lo abandoné- le respondo
-Lo sigue siendo legalmente hasta que se divorcien, eso es algo que no lograrás mientras él este huyendo- me responde.
Miro hacia afuera del café, a la nada, pensando que William tiene toda la razón. Mientras Paul siga libre yo estaré presa, presa de mis temores, del hecho de seguir casada con él, tendré que seguir huyendo hasta que un día por fin me atrape...
-¿Que pretendes de mi William?- le pregunto
-Voy a se franco contigo Juliette, necesitamos una carnada, eres tu o es mi hija, y definitivamente no va a ser ella...- me dice.
Bajo la mirada mientras le doy vueltas a la taza de café que acabo de beber
-¿Y mi hija no importa?- pregunto.
-Tu hija no se verá involucrada, eso te lo prometo, ella va a estar protegida y resguardada, y si todo sale según lo planeado, tu también estarás segura- me dice
Permanezco en silencio por unos segundos antes de preguntarle
-¿Sabes quien es Flynt Magwire?
-No ¿debería?- pregunta
-Flynt es primo de Paul, es un buen chico, ambos hemos estado huyendo de Paul durante estos cuatro años. Flynt tiene una hija, ella tiene cuatro años, tenía solo unos meses cuando Paul decidió secuestrar a tu esposa. Flynt fue su cómplice...
-¿Cómo?!!! ¿Es el maldito cómplice de Cannon?- pregunta alterado.
-William, cálmate... déjame terminar de hablar- le digo.
El me mira enojado y veo como mueve su pierna nerviosamente.
-Flynt tenía 19 años cuando su novia se embarazó, ella lo abandonó dos meses después de dar a luz y él se vio obligado a asumir su cuidado. La madre de Flynt es tía de Paul, es una mujer en silla de ruedas que hizo todo para ayudarlo con la bebé. Paul le daba algunos trabajos sencillos, cobrar algún dinero, golpear a algún cliente que no pagara, cosas sencillas, aunque no legales.
>>Aquel día Paul le propuso que le acompañara a hacer un trabajo\, no le dijo de que se trataba\, le pago por adelantado. Cuando supo de lo que se trataba Flynt trató de alejarse\, pero Paul lo amenazó con hacerle daño a su madre y a su bebé.
Hago una pausa y veo el ceño fruncido de William que escucha atentamente
-El era el encargado de vigilar a tu esposa y a tu hija en la cabaña, de ir por provisiones y otras cosas. Fue el quien le consiguió el celular a tu hija con el que te puedo llamar, fue él quien la ayudó a escapar, trato de evitar que Paul golpeara a tu esposa, regresó a la cabaña para ayudarla, pero cuando ustedes llegaron el huyó, tu hija lo ayudó a huir...
>>Cuando Paul dedujo que Flynt era quien había ayudado a tu hija lo buscó por todas partes\, cuando lo encontró golpeó a su madre intentando llevarse a la pequeña. Flynt no estaba en casa en ese momento\, pero los vecinos ayudaron a la mujer\, denunciaron el hecho como un intento de secuestro por parte de un desconocido.
>>Desde entonces Flynt ha estado escondiéndose de Paul\, su madre permanece en una casa para personas abandonadas.
>>Te digo todo esto por que él también puede ayudar en el caso\, quiere declarar\, no quiere seguir huyendo\, pero tampoco quiere ir a la cárcel\, él es lo único que su pequeña tiene...
William permanece en silencio unos minutos.
-Bien... veré que puedo hacer, pero si tiene antecedentes por otros delitos no creo que pueda ayudarlo...- me dice
-Flynt no tiene antecedentes, puedes averiguarlo, es solo un chico que se vio involucrado en algo turbio tratando de encontrar un medio para vivir- le digo.
-Bien...- responde
Permanecemos en silencio unos minutos más hasta que suspiro y le pregunto
-Y bien ¿Cómo lo haremos?
Y se que con esa pregunta estoy poniendo en juego mi vida, la de mi hija y se que la de Flynt y su familia también.
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Comments
Adoración del Carmen Martinez sonni
el tema es muy delicado,, desgraciadamente está al día,,muy interesante historia Autora
2024-02-28
1
Claudita Caro Cabrera Caro Cabrera
exelente buena trama me gusto mucho mas capitulos porfavor
2023-04-18
2