Que vio el Pretor

Bruno _ Al llegar al despacho de mi amada reina tan temprano me senté en el sofá que está en el centro del despacho con las manos juntas y los dedos entrelazados una pierna temblando sin poder la controlar. Mirando el reloj de arena que la reina tiene sobre su escritorio, queriendo cortar los granos de arena y así cortar los minutos que faltan para ver a mi amada. No sé cómo ni en qué momento me quedé dormido talvez sea porque me embriague de su olor el que está impregnado en este lugar solo cerré los ojos y me deje llevar. Así yo estaba en medio de un recuerdo en forma de sueño. Cuando siento un suave y delicado tacto de un dedo explorador primero por mi rostro, luego este viajo por mi cuello. Yo tan quieto sin poder moverme ese travieso dedo siguió su recorrido por mi pecho y se detuvo en mis manos no pudiendo controlar mis impulsos y por no dejar escapar a quien se atrevió a tocarme. Rápidamente tomé el brazo. Que al tocarlo se sintió muy delgado y su suave piel, decidí no descansar más y abrir mis ojos, no podía creerlo mi amada está sobre mí. Jale tan fuerte su brazo que toda ella está sobre mí. No queriendo que esta distancia se haga más enorme tome su cabeza desde su nuca y la bese le di un beso tan profundo que sentí como se desvaneció su frágil cuerpo sobre mí. Ella dejó caer su cabeza sobre mi pecho y envolvió mi torso con sus brazos, entre suaves murmullos, dijo volviste, volviste a mí. Yo también la abracé estuvimos así sin decir nada un largo tiempo hasta que sentí la necesidad de besar sus labios los cuales, recibieron a los míos de manera complaciente, luego fue bajando sus labios por mi cuello y pecho ¡Ho! Que mujer siguió dándome besos, allí los dos demostrándonos amor en la intimidad del despacho, ella es tan apasionada, que no para de besarme. Y se entrega a mí de una manera que nunca antes experimente. Soy un juguete en sus manos pues solo me dejo devorar por esta bella mujer, con la que siento que nuestra conexión será tan profunda he intensa será más que mi reina, más que mi esposa, amiga, socia o amante seremos uno solo por el resto de nuestras vidas. Así abrazados los dos nos quedamos dormidos.

Erika _ Verlo dormir en mi sofá fue satisfactorio él es tan bello y varonil además de que él me ama porque estoy segura de que me ama a mí a Luciana. Cuando era Luciana nunca le di tiempo al amor por dedicarme a mis estudios, pues deseaba tener un futuro seguro, por qué no tenía padres ni a nadie en el mundo más que a mi misma, solo contaba conmigo así que deje el amor para después, ese más tarde nunca llego. Morí joven así que he decidido amar en este mundo y ser amada y por supuesto hacerme cargo de este reino pues yo tengo muchos conocimientos del tiempo en el que vengo y aplicaré aquí todo lo que pueda.

No le pedí la cabeza del Duque a Bruno, o la cabeza del Canciller a Hans porque yo no pueda, yo puedo ya lo demostré en ese duelo una pequeña parte de lo que soy capaz. Este cuerpo tenía conocimiento del manejo de armas. Por otra parte, de Nicolás me ocuparé yo misma, tampoco es que me vaya a llenar de esposos pidiendo que maten a mis enemigos. El pedido a mis nuevos esposos es por ver que son capaces de hacer por mí. Por otro lado, estoy aquí con mi Bruno este aún no se recupera de la noche intensa que tuvo por ir tras el Duque, no pienso en desperdiciar a mis bellos esposos los disfrutaré al máximo, no seré una experta para atenderlos, sobre la marcha se aprende sobre todo si me dejo llevar, mis amigas me contaban mucho de lo que hacían con sus novios además que yo veía una que otra película para adultos por curiosidad que pervertida soy, ja, ja, ja.

Bueno mientras el despierta del sueño que acaba de tener yo tengo que trabajar, así que me dirijo a mi escritorio y tomó asiento.

Al poco rato Bruno se pone de pie y me busca dentro del despacho, ja, ja, ja parece zombie, un zombie bello y tierno, cuando me ubica en el espacio, tiempo corre hacia mí y se pone de rodillas frente a mí, yo solo lo observó mientras él se abraza a mis piernas. Y me dice muchas cosas no sé que pues yo estoy ocupada viendo los informes del Pretor tal parece que él quiere hacer su trabajo, y los señores de diferentes distritos se oponen a menos que pague una cuota para dejarlo trabajar en el sitio, los señores se les dice aquí a los jefes de los delincuentes, que ironía los llaman señores.

Bruno _ Mi reina te amo, te amo.

Erika se voltea para ver a Bruno y le manda un beso y dice _ Yo también te amo Corazón.

Bruno _ Eres tan magnífica nunca antes experimenté tal sentimiento.

Eso me hace pensar. _ ¿con cuantas mujeres has estado? dijo Erika.

Bruno _ Solo 2 mi amada._

_ Si ella supiera que una de ellas fue la hermana del Canciller Conrad, su nombre es Camille ella es muy bella inteligente y delicada así mismo, también es arrogante, celosa, posesiva y muy controladora nuestro compromiso fue hecho por nuestros padres en nuestra infancia, hasta cierta época yo la amé, hasta que descubrí que salió de su casa con su criada de confianza para verme a mí. No fue así ella tenía un amante con el cual estaba dispuesta a matarme para ocupar mi lugar como el señor de la Guerra, este puesto no se hereda, o se hurta. Este puesto se gana, día a día, batalla tras batalla, mis heridas en mi piel fueron múltiples y aun así no tan profundas o dolorosas cómo la que me causo Camille con su traición ese sujeto es un joven al que muchos llaman maestro, en fin para que recordar si fue ella la que me fallo yo no. Despierto de mis recuerdos cuando me doy cuenta de que mi reina me está hablando.

Erika _ Como saber si estás limpio, escúchame de ahora en adelante tú eres solo mío oyes.

Bruno _ Todo tuyo mi reina, lo olvidé ya traje tu regalo mi reina.

Bruno se levanta y saca un paquete que guardo dentro de un baúl, lo pone sobre el escritorio de Erika y abre dejando ver la cabeza del Duque.

Amelia toca la puerta anuncia la llegada del Pretor que pide audiencia. Y estuvo esperando afuera tanto estuvo esperando que escucho los ruidos de placer que hacía Bruno mientras era devorado por Erika.