Es La Hora Del Grandote

Al Bruno darse cuenta de que aún tenía los labios manchados por el maquillaje de los labios de su reina se pone rojo y se emociona al ser atendido por ella que limpia sus labios tan dulcemente.

Bruno _ Con su permiso mi reina iré a llamar al comandante Hersir.

Erika _ Ya no lo hagas de todas maneras lo vere más tarde.

Bruno _ Con su permiso majestad, me retiro.

Bruno sale del despacho dejando a Erika y Amelia juntas.

Amelia solo se mantenía callada y expectante de lo que hacía su señora.

Erika _ Ya di lo que quieres decir que lo tienes atorada mujer.

Amelia se sienta en la silla frente a Erika y empieza a reír sin poder parar.

Erika _ Ya para mujer, te vas a ahogar.

Amelia _ Ja, ja, ja. Ya... ya está bien es que nunca antes vía al hijo del barón así de nervioso y desaliñado. Pero bueno en fin estás buscando al comandante Hersir.

Erika _ No hace falta ya que el vela mis sueños y vendrá más tarde él solo a mi habitación.

Amelia _ El comandante tomó una habitación al lado de la tuya y yo tomé la otra. Por tu seguridad.

Erika _ Y anoche vi como Hersir ingreso a mi habitación cuidando mi sueño y al poco tiempo ingreso un asesino y Hersir se deshizo de él muy rápidamente. Ahora se que tengo su lealtad lo que no me queda claro es quién busca deshacerse de mí. Elvira,, sus admiradores entre ellos tres de mis esposos o las familias de las otras concubinas. Tengo que aumentar mi seguridad.

Amelia _ Y sigues con los planes de deshacerte de todos tus esposos.

Por pura casualidad muy cerca del despacho pasaba el Duque Arturo Ricci que venía para hablar asuntos de estado con el rey y escucho la palabra divorcio y pensó._ Esas eran buenas noticias eso quiere decir qué la bárbara se irá con toda su gente así ya no hará falta mandar más...

Hasta que se cruza con Hersir que venía con una pequeña comitiva de soldados, ve mal al duque pues está muy cerca del despacho de su reina y pensó. _ Acaso es un espía estoy casi seguro de que fue él, que mando al asesino de anoche.

Hersir _ Duque si lo que desea es hablar con mi reina todo lo que tiene que hacer es pedir que lo anuncien

Duque Arturo _ Solo venía a hablar con el rey y, ya que estoy por aquí pensé en venir a ver a mi esposa.

Ante lo dicho por el duque hersir solo apretó los puños porque detesta el hecho de que su reina tenga por esposos a ese hombre y al Canciller aparte de él, por lo menos lo consuela el hecho de saber que ella sigue siendo pura, que aún no ha pasado la noche con alguien más pues es el quién vela sus sueños. _ No te llenes la boca en decir tu esposa pues ella después de la ceremonia ni siquiera te mira.

Arturo lo mira con desprecio y da media vuelta en dirección al despacho del rey.

Hesir llama la atención de los soldados que custodian la puerta del despacho de la reina pues es peligroso que alguien se quede allí escuchando lo que adentro se habla. _ Son asuntos de estado ustedes no cumplen con su trabajo váyanse de aquí este lugar lo ocuparán soldados del imperio ellos si son leales a nuestra reina.

Amelia que salía el despacho se encuentra con Hersir y lo deja pasar mientras Amelia ve a los soldados que se quedaron custodiando la puerta y les dice que la sigan pues no es adecuado el uniforme que llevan puesto, ya que están dentro de palacio.

Hersir _ Buenas tardes su majestad.

Erika levanta la mirada y ve a Hersir con una agradable sonrisa. _ Que te trae por aquí esposo.

Hersir es tomado de sorpresa y responde a Erika. _ ¿E... Espo... So?

Erika se levanta de su asiento y estira la mano hacia Hersir para que este se acerque a ella. Hersir cuál cachorro fiel a su ama la obedece y se acerca a ella, Erika toma asiento sobre el escritorio y ya teniendo delante de ella a Hersir hace que él tome asiento en el sillón que ella ocupa este anonadado solo la obedece y ella pone un pie sobre la rodilla e Hersir a lo que él la mira maravillado. Y toma la pantorrilla de ella con una mano se inclina hacia el pie de su reina y lo besa.

Erika _ Muy bien hecho mi grandote sigue así.

Hersir esboza una sonrisa a su reina y su mano que estaba en la pantorrilla de ella se abre camino hasta el muslo de ella, el que no lo puede creer se pone de pie y de un arrebato besa los labios de Erika a lo que ella corresponde ese beso, paso de los labios al cuello de Erika que está extasiada con las manos de Hersir, toman la pequeña cintura de su amada y desata los cordones del vestido de terciopelo verde que cubre el torso de Erika como loco logra liberara los pechos de su amada al verlos queda maravillado pues ver esos pechos coronados de un pezón rosado y erecto por la excitación los empieza a besar como loco.

Hersir _ Mi reina si este es un sueño por favor no me despierte.- y la vuelve a besar en el cuello.

Erika _ No es un sueño cariño toma a tu esposa que te pertenece._

Hersir sin esperar más órdenes se baja el pantalón liberando su enorme miembro y se abre camino entre la falda de su reina rompiendo la ropa interior para tener fácil acceso logra ver la intimidad de su amada a lo que se lame los labios y se acerca a esa parte privada de Erika para pasar su enorme lengua.

Este acto hace esbozar gemidos de placer por parte de Erika. Y Hersir se apura en levantarse para ver el rostro de Erika lleno de satisfacción pone su miembro en la entrada de Erika para con pequeños intentos para introducirse en ella.

Erika _ ¡Haaa!

Hersir sigue moviéndose dentro de ella saliendo y entrando, con cada estocada provoca gritos de placer en su amada.

Erika _ ¡Mmmm! ¡Ayyy! ¡Ohhh! ¿ Ssssi!

Nicolás que salía de una reunión junto con el duque Ricci y al Canciller Conrad que estaban reunidos porque estos le pedían al rey acelerara la forma de subir al puesto de reina a Elvira sin tener problemas con el imperio ya habían salido del despacho del rey cuando estaban por el pasillo muy cerca del despacho de la reina y los gritos de placer los alertaron.

Nicolás sin pensarlo dos veces irrumpió en el despacho de Erika encontrados así los tres hombres con una escena que los dejaría babeando y con la boca abierta.

Lo que ellos vieron fue a Erika sobre el escritorio. Con la espalda en curva y la cabeza colgando y una mirada clavada en la puerta a esto le seguía una sonrisa saliendo de sus labios mientras Hersir la tenia con las piernas abiertas, penetrándola y devorando uno de sus pechos con los labios y con la otra mano aprisionaba su cintura para retenerla después de cada estocada.