¿ MATRIMONIO? 2

Veo a una mujer alta de cabello negro que le llega a la clavícula, de rostro delgado y que muestra el paso de los años en él, no logro ver el color de sus ojos ya que lleva puestos unos lentes negros. Lleva un vestido gris sencillo con una correa en la cintura y cuando se acerca más a donde nos encontramos Marcello y yo, sus altos tacones rojos resuenan, se acomoda el bolso negro que lleva mientras se acerca más.

Marcello se apresura a darle el alcance, dejando mi brazo en libertad mientras en mi cerebro resuena la palabra “Huye”, me giro a ver las opciones que tengo, pero Marcello toma mi mano y me acerca a la mujer.

—Madre me casaré con Luisa quieras o no. —No puede ser, esta mujer es su madre, la madre de Marcello se quita las gafas de sol y unos ojos negros me miran fijamente.

No estoy preparada para casarme y menos conocer a mi falsa suegra.

Su madre me mira fijamente.

—Por lo que veo no habrá ceremonia de noche de bodas en este matrimonio. —¿Qué? Volteo a ver a Marcello en busca de alguna explicación al comentario de su madre, pero él solo se pasa una mano por la frente. Su madre posa su mirada en él. —Por lo menos te hubieras esperado a la noche de bodas en lugar de usar el auto.

Casi puedo sentir como mi mandíbula cae al piso por lo que su comentario insinúa, piensa que Marcello y yo tuvimos algo en el auto. Mierda, lo peor es que si hubo algo, pero no ese algo. No puede ser.

Tierra trágame.

Tal vez se deba al rubor en mis mejillas por la incómoda escena que pasamos Marcello y yo en el auto, pero definitivamente no lo que su madre insinúa. Marcello intensifica su agarre en mi mano.

—Madre sabes que no habrá la ceremonia tradicional, no veo el porqué te inquieta tanto que mi casi esposa y yo tuviéramos sexo en el auto . —Miro a Marcello como si tuviera dos cabezas y me trago el impulso de decir algo cuando su madre lo mira muy enojada.

—Si tu padre…—Marcello la corta con una mordaz mirada que no había visto antes.

Anoto mentalmente no provocar que Marcello me de esa mirada, no porque le tenga miedo, pero no me gustaría que estemos en posiciones diferentes y el no parece del tipo que se enoje con facilidad y por lo que veo, mencionar a su padre logra ese efecto.

—La amo madre y no importa que diga mi padre, me casaré con ella. —Marcello me mira fijamente, pasa su brazo por mi hombro y me encamina por el sendero lleno de flores. Siento mi corazón palpitar a mil por hora cuando veo un pequeño altar donde se encuentra el responsable de oficiar este falso matrimonio y una sola silla que estoy segura es para su madre.

—No firmes el papel, eso lo hará Luisa. —Marcello me habla bajo para que su madre no escuche, únicamente asiento. Aunque creo que ambos sabemos que Luisa nunca firmara dicho papel.

Se oficia el matrimonio con normalidad hasta que llegamos a la parte más difícil.

—Hemos llegado al momento clave de la ceremonia en el que ustedes deben tomar la palabra para confirmar lo que sienten el uno por el otro. Así pues, te pregunto: Luisa Morelli Barone —Se escucha el sonido de los tacones de la madre de Marcello y todos miramos en dirección al sonido. Su madre se aleja por el camino y Marcello solo sonríe, me mira y se encoge de hombros.

—Es mejor que no este. —Luego mira al oficiador . —Puede continuar.

El hombre se acomoda su traje y yo solo soy un manojo de nervios ¿Todo esto es necesario? Al parecer si, si no, no estaríamos aquí.

— Luisa Morelli Barone ¿quieres contraer matrimonio con Marcello Greco y efectivamente lo contraes en este acto? —Creo que esta es la pregunta más difícil que me han hecho en toda mi vida aunque no dijeran mi nombre, trago y suelto el aire que estaba reteniendo.

—SI. —Marcello me da un ligero apretón en nuestras manos entrelazadas y me da una sonrisa que parece genuina, aunque rapidamente aparto ese pensamiento. Marcello es muy inteligente y demasido guapo para su propio bien, no puedo caer en su juego.

— Marcello Greco ¿quieres contraer matrimonio con Luisa Morelli y efectivamente lo contraes en este acto?

—Si. —Su respuesta es rápida y sin titubeos, suelto un pequeño suspiro por mi falso matrimonio y la desastrosa presentación con mi falsa suegra.

Sacándome de mis lamentaciones el oficiador vuelve a hablar con todo el ánimo.

—Ahora pueden proceder al intercambio de los anillos. —No puede ser ¿Anillos? Eso es como una correa para no escapar, miro a Marcello.

Mete una mano en el pantalón de su bolsillo haciendo que mi mirada se fije en la parte baja de su cuerpo e inevitablemente recuerdo la escena en el auto, estábamos tan juntos y … mi vista viaja al sur y doy una mirada al punto medio entre sus piernas, pero no me permito ver mucho, ya que instantáneamente siento el calor subir por mis mejillas.

Me intento aclarar la garganta porque tontamente me siento culpable por haberlo mirado y mientras intento recobrar la compostura evitando su mirada, Marcello toma mi mano izquierda haciendo que inevitablemente lo vea.

Ojos negros profundos, peinado perfecto y terno impecable, si, Marcello es demasiado guapo para su bien. Su mirada es determinada y por la diferencia de altura inexplicablemente me siento muy pequeña, es normal para mi estar rodeada de personas altas como mis hermanos, mi papá, mis tios, mis guardas espaldas, etc, pero justo ahora me siento muy pequeña junto a él.

Tan pequeña que tengo que levantar un poco la barbilla para verlo. Y mientras sujeta mi mano con delicadeza, me centro en sus pecaminosos labios que empiezan a moverse.

—Yo —Parpadeo evitando perderme en Marcello, no sé que me pasa. Nunca me había sentido así, nunca había dejado nublar mi buen juicio fuera la situación que fuera y ahora aquí estoy , lejos de casa en un falso matrimonio que no me beneficia en nada y casi babeando por un desconocido que está demasiado bueno para su bien y sobre todo el mío.— Marcello Greco te tomo a ti, Luisa Morelli Barone, como esposa —Esas palabras hacen que todo a mi alrededor se detenga ¿Su esposa? Sé que no soy su esposa, que no soy Luisa, pero…¿Por qué sus palabras se sienten sinceras? ¿Por qué su rostro no muestra la picardía inicial? ¿Por qué parece que realmente me toma a mí como esposa?—y prometo serte fiel y cuidar de ti en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida. —¿Nefertari que estás haciendo? Este es un juego peligroso, sabes que no puedes enamorarte, sabes que no puedes decidir con quien casarte y sabes que si lo haces el resultado inevitable es la muerte.

Marcello me mira fijamente esperando una respuesta, pero no puedo pronunciar palabra alguna.

Desde pequeña supe cuál es mi rol en mi familia, ser la hija del rey de la mafia Alemana y posteriormente la hermana, se espera que me case con algún capo, pero no que lo elija o que me enamore. Sé que no puedo ir en contra de las tradiciones porque eso podría demostrar debilidad y perjudicar a Frederick.

Eso lo he tenido claro toda mi vida, nunca me he metido en ningún escándalo o he dejado que algún hombre mancille mi honra más que por mi bien, por el bien de mi familia. Pero justo ahora frente a Frederick sé que corro el riesgo de enamorarme de él, lo presiento.

Podría enamorarme de él perdidamente y olvidar lo que no debo, pero tarde o temprano esa verdad me alcanzara y lo más probable es que Marcello termine con una bala en la cabeza al igual que yo, pero eso no quedaría ahí. También podría significar la muerte de toda mi familia.

No puedo hacer esto, no debo olvidar quien soy yo.

...…...

NOTA :📌📝

Estoy agradecida con tod@s por leer mi novela, espero que cada capítulo que publique les guste.

🚨🚨RECUERDEN LAS ADVERTENCIAS🚨🚨

✨Mientras llega la proxima los invito a leer mis novelas NEFELIBATA y SUEÑA ✨

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