CARA O SELLO 2

Un fuerte olor alcohol me despierta e inmediatamente después unas enormes náuseas se hacen presente, cuando abro los ojos y el hombre sexy está mirándome fijamente. Hago todo lo posible por sentarme, pero es inútil sin que las náuseas me invadan.

—Tranquila, es normal que te sientas mareada. — Cierro los ojos con fuerza para que las nauseas y los mareos pasen.

—Me drogaste, no es normal. —Mi voz sale un poco rasposa y cuando logro abrir los ojos me doy con la sorpresa de que el techo es blanco, todo el lugar tiene un aspecto de hospital.

Parpadeo un poco y veo que tengo una vía en mi brazo, también de que tengo puesta una fea bata de hospital.

—¿Pero que…?

Dejo la frase en el aire y el enorme, musculoso y sexy hombre me mira.

—Estás en un hospital. —Repite lo obvio y levanto una ceja. —Me temo que tuviste una mala reacción al somnífero y te tuve que traer para que te desintoxiquen.

Recuesto mi cabeza en la almohada y me quedo mirando al techo, soy alergica a la penicilina tal vez esa cosa que me puso tenia algun componente.

Miro al hombre.

—¿Entonces sigue en pie lo de secuestrarme? —El sonrie y luego se levanta haciendolo ver aun mas grande.

—No eres Luisa.

—Creo que eso es obvio.

—Sin embargo te hiciste pasar por ella dandole el tiempo para que se escape. —Me apoyo en mis codos y me siento para verlo mejor, si, el es el jefe. Este hombre debe ser con el que Luisa debia de casarse y luego divorciarse.

—No sabia que logró escapar. —Doy todo de mi en mi actuación. —Pero me alegra, era injusto que ella pague por los errores de su padre.

El hombre sonríe .

—El detalle es que me dejaste sin esposa. —Lo sabia , el era el hombre. —Y ya que por tu culpa ella no está , solo te queda tomar su lugar.

Ahora soy yo la que ríe , ni yo tengo el poder de decisión para elegir con quien me casaré .

—¿Ah si? —El hombre sonríe .

—No saldrás de aquí a menos que aceptes ocupar el lugar de Luisa. —Lo miro fijamente.

—No me casaré con usted, yo no lo conozco ni se quién sea.

—Estamos en la misma situación. —Extiende su mano para que la tome , me quedo mirando su mano en el aire unos minutos. —Mi nombre es Marcello.

Respiro y contemplo mis posibilidades, si este hombre le prestó dinero al padre de Luisa significa que tiene la suficiente solvencia para desaparecer a una persona. Ahora no se si solo es un político , un empresario o parte de los otros negocios.

Es obvio que si fuera parte de los otros negocios yo ya no estaría viva, entonces o es un político o algun empresario que necesita casarse para conseguir algo.

Le tiendo mi mano.

—Mi nombre es Nefertari. —Una sonrisa se extiende por su rostro.

Cuando nuestras manos se rozan siento una extraña corriente y la suelto inmediatamnete, ¿Qué fue eso?

Intento apartar la extraña sensación de mi cuerpo y mi mente.

—Como la reina. —Levanto una ceja. La reina era mi madre, yo solo soy la princesa, pero me trago mi comentario. Mientras menos sepa de mi es mejor. —Me dejaste sin esposa y yo necesito estar casado antes de que decidan casarme con alguna chiquilla, asi que te propongo un trato.

Sabía que había algo que quería , aunque no me imaginé que fuera por su libertad. En cierto modo lo entiendo, si pudiera hacer lo mismo lo haría , tal vez asi podría elegir un esposo con quién casarme aunque preferiría pasar mi vida sola a estar a la sombra de algún capo de la mafia.

Aparto esa idea con rapidez ya que eso solo me hace pensar en Frederick y ruego porque este a salvo.

—¿Qué trato podria ofrecerme usted como para que aceptara casarme? —Marcello jala la silla y se sienta cerca a mi cama.

—No necesito que tu te cases conmigo, necesito que Luisa lo haga. —Lo miro como si estuviera mal, porque acabo de decirle que no se donde esta y no la delatare. —Quiero que te hagas pasar por ella y seas mi esposa un tiempo, por lo menos delante de algunas personas.

—¿Por qué Luisa? —Podria ser cualquier otra persona.

—Porque de ella no sospecharian que solo la estoy usando para despues divorciarme ya que es del círculo social y la hija de un reconocido juez de la corte en Palermo. —Claro es lo más lógico , Luisa no podria casarse asi ya que despues nadie querria casarse con ella.

—Pero yo no soy Luisa, es logico que las personas lo sepan en cuanto me vean. —Marcello sonríe .

—Debo admitir que el juez Maurizio Morelli Testa fue muy inteligente ya que en ninguna foto se ve el rostro completo de su hija, solo se observa que es rubia, con ojos azules según los rumores y de complexion delgada. —Ahora soy yo la que sonríe , eso fue muy inteligente y lo bueno es que Luisa encaja en la descripción de una chica común .

Lo que me recuerda que de mis hermanos y de mi solo figuran nuestros nombres, ninguna foto fue filtrada excepto una de cuando éramos bebes, aunque muchas cabezas rodaron. Los únicos que siempre se presentaron en la sociedad fueron mis padres y pocas apariciones de mi hermano Frederick, las únicas fotos que figuran son de su espalda.

Con sus poderosas nalgas de acero como lo molesto Alejandro por meses, reprimo el impulso de reír y pensar en cuanto extraño a mi familia, me centro en el hombre que se atrevió a dormirme y que al parecer deje sin esposa.

—Encajo con la descripción. —Marcello asiente, pero no quiero hacerme pasar por Luisa y luego dejar su nombre en mal. Si la ayude a escapar fue precisasmente por ello.

—Asi es, pero el trato que te tengo es este. —Mete la mano en el bolsillo de su pantalón y saca una pequeña moneda. —Como ninguno de los dos tuvo opción dejemos que la suerte lo decida, si cae cara te quedas y te haces pasar por Luisa mientras permaneces un tiempo como mi esposa, si cae sello eres libre y claro correre con los gastos del hospital hasta que estes recuperada por completo.

Me quedo mirando la moneda analizando mis opciones, no puedo regresar a casa, pero tampoco quiero estar en un matrimonio aunque sea una mentira. No quiero vivir a la sombra de nadie, aunque algo me dice que este hombre Marcello no suele perder y esta dispuesto a salirse con la suya aunque esto es el azar y cualquiera podria ganar.

Mi lado aventurero, competitivo y la emoción a lo desconocido me gana.

Tomo la moneda de su mano, pero sin querer las yemas de mis dedos rozan su palma volviendo a enviar las corrientes por todo mi cuerpo, hago mi mejor esfuerzo por disimularlo y me fijo en el seño fruncido de Marcello ¿Habrá sentido esa extraña sensación ?.

Pero aparto la pregunta, es obvio que no, me aclaro la garganta antes de hablar.

—Sello me quedo, cara me voy. —Marcello me mira fijamente y ahora es el quién levanta la ceja. Me encojo de hombros, no viviré a la sombra de nadie.

Lanzo la moneda al aire y luego la tomo cuando aun esta en el aire cubriendola con las palmas de mis manos.

Me quedo mirando mis manos por un momentos antes de levantar una y ver si fue cara o sello.

...…...

NOTA :📌📝

Estoy agradecida con tod@s por leer mi novela, espero que cada capítulo que publique les guste.

🚨🚨RECUERDEN LAS ADVERTENCIAS🚨🚨

💫Mientras llega el próximo capítulo los invito a leer mis novelas NEFELIBATA y SUEÑA ✨

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