BUEN VIAJE

Recupero mi mochila y mi celular. Y aunque no quiero hacerlo llamo a mi hermano Alejandro, quien me responde al tercer timbre.

—¿Qué hiciste? O ¿A quién hay que matar? —Reprimo el impulso de poner los ojos en blanco, sé que lo haría, entre mi hermano Gabriel y él, Alejandro es más impulsivo.

—Necesito una nueva identidad para que una amiga salga de Palermo a América. —Escucho como mi hermano camina y luego una puerta cerrarse.

—¿Frederick o papá saben de esto? —Mierda, si le digo las cosas no terminaran bien y sé que correrá sangre.

—Necesito tu silencio. —Escucho una carcajada.

—¿Para quién es y porque estás en un centro comercial? —Si fuera otra persona me asustaría de que supiera donde estoy, pero lo que realmente me asusta es que vea mi rostro lastimado.

—Es para mi amiga Luisa. —Suspiro dramáticamente. —La quieren casar y ella no desea hacerlo.

Por un momento ambos quedamos en silencio, él sabe que en caso las circunstancias se dieran, todos nosotros tendríamos que casarnos en contra de nuestros propios deseos, no sé si mi hermano sueña con amar a alguna mujer fuera de la familia, pero sé que le jode tanto como a mí que no tengamos toda la libertad que quisiéramos al escoger con quien casarnos y pasar el resto de nuestras vidas.

—¿Es del rubro? —Casi rio ante su pregunta, es obvio que si alguna persona dentro de las familias escapa muere o muere, no hay espacio para el perdón o la deshonra. Y a menos que quieras empezar una guerra no ayudarías a la persona que escapa.

—Sabes que no.

—Envíame una foto y te enviaré tu boleto de regreso incluyendo el de tu amiga hacia América.

—Aún no acaba mi viaje. —No puedo regresar con el rostro así.

—Ya termino, vayan al aeropuerto. —Corta la llamada y sé que esa es su condición para su silencio, no sé cómo haré, pero no pueden verme así.

Luisa me mira un poco asustada, suspiro.

—Vamos al aeropuerto. —Su rostro se ilumina.

—Gracias Nefertari, no preguntaré quien es tu hermano o esas cosas, solo gracias. —Es mejor que no sepa nada más de mí o de mi familia, así estará a salvo. Y al verla así aceptar mi ayuda sin tantas preguntas me hace quererla aun más como mi amiga, ya que para mí siempre fue difícil hacer amigos.

—Lo primero es irnos, iras a América y estoy segura de de que mientras vamos de camino al aeropuerto el tendrá todo listo. —Luisa asiente y yo me coloco mi mochila, salimos directo a un taxi.

En el camino me doy cuenta de las lágrimas de Luisa, entiendo que está dejando todo atrás y no debe de ser fácil hacerlo. Toco su mano infundiéndole un poco de apoyo, me mira con una sonrisa triste.

—Nefertari mi papá me dejo sola, no le importo que podía pasar conmigo y solo desapareció. —La sangre se me hiela ¿Cómo hace eso un padre? No puedo concebirlo, hasta en las peores familias de las mafias respetan su sangre por sobre todo.

—Eso ya no importa estarás bien. —Me planteo por un momento darle el dinero que su padre debe, sé que Frederick me lo daría.

La miro fijamente.

—Tengo otra solución para ti. —El taxi se detiene interrumpiéndome, salimos, pago y entramos al aeropuerto.

Vamos caminando intentando mezclarnos entre las personas.

—Luisa yo te puedo dar el dinero que tu padre debe, no es necesario que te vayas lejos. —Luisa me mira sorprendida.

—No sé que habré hecho para tenerte como mi amiga, pero gracias por esto. —Se limpia una solitaria lágrima. —Te hiciste pasar por mí y terminaste lastimada. —Señala mi mejilla y mi labio. — También vas a ayudarme a salir del país , no podría pedirte que me des tanto dinero.

—Si lo necesitas, puedo dártelo. Eres mi amiga y también has pasado por mucho. —Luisa sonríe.

—No es necesario Nefefertari, suficiente con tu ayuda hasta el momento y gracias nuevamente, esto es algo que nunca olvidaré. —Se acerca y me abraza.

La extrañaré demasiado, es poco el tiempo que tenemos de ser amigas, pero ella es de esas amigas que la vida te regala para hacerte ver que no todo es malo y que aún puedes confiar en las personas.

—Estarás bien Luisa. —La abrazo un poco más fuerte, sé que tendrá que mantener un bajo perfil por un buen tiempo y no podre verla o llamarla.

Me separo de ella y reviso mi celular, Alejandro me envía la identificación de Luisa y el boleto de avión. Vamos juntas hasta que entra a la sala de espera .

—El avión ya casi despega, la estuvimos esperando. —Nos dice la azafata, sé que fue obra de Alejandro.

Luisa me abraza, me quito la mochila y se la doy.

—Te ayudará por un tiempo, mantén un bajo perfil. Estoy segura de que alguien te ayudara en cuanto llegues. —Luisa asiente con lágrimas en los ojos, me abraza una vez más.

—Nunca olvidaré lo que hiciste por mí, tengo una enorme deuda contigo Nefertari. —Se aleja y va casi corriendo a abordar el avión.

—Buen viaje. —Susurro mientras me limpio una lágrima.

Por lo menos ella tendrá una oportunidad y la posibilidad de una vida.

Saco mi celular una vez más y llamo a mamá.

—¿Todo bien? —Es su primera pregunta, si respondo bien es que todo está mal.

—Estoy en el aeropuerto mamá.

—¿Ya vas a regresar? —Es mala idea decirle la verdad

—Aún no me decido mamá, mi amiga viajo por vacaciones y me quede sola. —Esa ni yo me la creo, pero necesitaba escuchar la voz de mamá.

—Si quieres puedes quedarte unos días a conocer Palermo hija, no es necesario que regreses tan pronto. —Sonrío.

—Gracias mamá, lo tendré en cuenta. Pero puedes decirle eso a Alejandro , él quiere que regrese pronto. —Mamá ríe.

—Hay no sé que haré con mis hombres tan celosos y sobrepotectores. —Ahora yo soy la que rio, para mamá mis hermanos son unos ángeles, nunca hacen nada. Pero ellos son todo lo contrario.

Y claro mamá es la única capaz de controlar a las tres enormes bestias en casa, sonrío ante el pensamiento.

—Controlarlo para que no me obligue a regresar. —Y que todos vean mi rostro.

—Está bien, iré a hablar con el ahora mismo. —Amo a mamá y su gran poder.

—Gracias mamá. —Sé que Alejandro no le dirá nada a mamá, en el peor de los casos el vendría aquí y lo dudo.

No puedo dejar que me vean así.

Cuelgo la llamada y guardo el celular en el bolsillo de mi pantalón mientras voy caminando. Hasta que choco con una persona y por el impacto pierdo el equilibrio, espero la caída, pero nunca llega.

Puedo sentir una mano sujetando mi cintura y un olor embriagador llega a mí, me giro a ver quien es la persona con la que choque y unos ojos negros como la noche me miran con detenimiento.

Tiene los labios más perfectos que he visto en mi vida, que me hace tragar saliva por el simple hecho de imaginar como se sentirá besarlos, aparto la vista de sus labios y cuando nuestras miradas se vuelven a encontrar siento como si su mirada fuera fuego sobre mi piel.

Tiene la mandíbula cuadrada y el rostro un poco serio, una insipiente barba se ve a la vista, lleva puesto un terno negro que abraza cada parte de su alto y musculoso cuerpo, su camisa blanca contrasta con su piel aceitunada mientras una corbata roja cuelga perfectamente por su cuello.

Siento que casi olvido como respirar mientras a cada segundo que pasa su mano en mi cintura hace que mi piel queme.

—¿Se encuentra bien? —Una voz gruesa que hace vibrar todo mi cuerpo y llega a lugares que nunca antes nadie a llegado me envuelve.

...…...

NOTA :📌📝

Estoy agradecida con tod@s por leer mi novela, espero que cada capítulo que publique les guste.

🚨🚨RECUERDEN LAS ADVERTENCIAS🚨🚨

✨Mientras llega el próximo capítulo los invito a leer mis novelas NEFELIBATA y SUEÑA ✨

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