Historias De Terror Y Relatos Hechos En Vida Reales

Capítulo 9 El hombre que vendía hamburguesa con carne humana

Gracias al mundo de las películas de terror, algunos de las antagonistas más escalofriantes que podemos encontrar en estas, suelen ser personas de un enorme tamaño, asesinos o carniceros repugnantes que disfrutan de ingerir a sus víctimas devorándolas y despellejandolas como si se trataran de animales. Ésta desagradable imagen parece haberse quedado grabada en el inconsciente colectivo para nunca desaparecer, pero francamente, algunos de los hechos reales son mucho más aterradores que cualquier películas de terror.

Uno de estos antagonistas de la vida real fue Joe Metheny, un asesino en serie despiadado cuya peculiaridad es que la carne de sus víctimas la molía y preparaba hamburguesas, las cuales las vendía sin reparo alguno. Sus actos comenzaron en el año 1994, Joe trabajaba como camionero y en ese tiempo estaba junto con una mujer adicta al crack, la cual tenía un hijo. Un día cuando llegó de su trabajo la casa estaba vacía, aquella mujer había desaparecido y eso fue lo que despertó su sed de sangre. 6 meses después se entero que se ex-mujer se encontraba debajo de un puente drogándose con otro hombre y su hijo había sido entregado a las autoridades por obvias razones, al saber eso, Joe tomó un hacha y se dirigió a dicho puente en el cual despedazó violentamente a aquel par, ese tétrico lugar se transformó en su lugar predilecto para aterrorizar a todo aquel que pasara por allí, ver su enorme presencia en aquel oscuro rincón habrá sido una imagen sumamente perturbadora.

Fue descubierto cuando en su último lote vendido de hamburguesas, algunos clientes encontraron cabellos, uñas e incluso dientes, enviaron a policías a revisar su hogar y encontraron una carnicería; cuerpos destrozados, cortados y molidos. Cuando él fue arrestado en Baltimore, en diciembre del año de 1996, solo se lo acuso de ser el responsable de tres asesinatos, pero él afirma haber matado a diez.

Maté a siete personas (luego confesó que habían sido tres más), tres hombres y cuatro mujeres. A dos hombres los corté con un hacha debajo de un puente en el Sur de Baltimore. No fui culpado por eso por que no pudieron demostrar que lo hice. Debajo de ese mismo puente también asesiné a dos mujeres y a un hombre que estaba pescando, quien simplemente estaba en el lugar incorrecto en el momento incorrecto. Me llevé los cuerpos y los dejé en ese río. Le mostré a la policía donde los había dejado 3 años después, pero no pudieron encontrarlos. Por lo que no pudieron arrestarme por ellos”. Indicaba su confesión.

Dos de las tres personas a las cuales se le acusa de haber asesinado fueron encontradas, enterradas debajo de su casa rodante, que es donde vivía Metheny. Pero no fue por eso la razón por la cual se le atribuye el título de “El Asesino Caníbal”. Le dieron ese apodo porque durante sus asesinatos en serie, abrió un puesto de hamburguesas a cielo abierto y en ese lugar el vendía carne humana mezclada con puerco. Más tarde él afirmó que no podrías distinguir si la carne humana había sido mezclada con el puerco. Dijo que veía a sus víctimas como una fuente de carne más que como personas reales. En su declaración relató lo siguiente:

"Corté la carne y la metí en el congelador, abrí un pequeño puesto de hamburguesas frente a mi casa rodante, tenía ternera y cerdo asado, sándwiches reales, ellos eran muy buenos, el sabor del cuerpo humano es muy similar a la carne de cerdo, si se mezclan juntos nadie puede sentir la diferencia".

Metheny se encuentran encerrado de por vida en la prisión, luego de que le revocaran su sentencia de muerte en el año 2000. Hasta el día de hoy no ha tenido remordimiento por sus crímenes, al finalizar su declaración dijo algo a las autoridades, algo que heló la sangre de todos los que allí se encontraban:

"Bueno, esa es mi historia, horrible pero cierta. Por lo que la próxima vez que vayas por la carretera y te encuentres con un puesto de hamburguesas que nunca hayas visto antes, asegúrate de pensar en esta historia antes de darle una mordida a esa hamburguesa. A veces nunca se puede saber a quien te puedes estar comiendo. ¡Ja! ¡Ja!"