Una relación tóxica.

Sin duda alguna, Tamara utilizó el chantaje, eso nunca le falla, su aspecto era decadente y Enrique se sintió culpable y pensó en qué quizás había malinterpretado las cosas.

-¡Tamara no es para tanto, ven aquí! Enrique la atrajo hacia él y se disculpó con un beso, quizás el empresario ha caído en un círculo en dónde siempre se siente culpable por hacerla sufrir y por no quererla como ella quisiera, ante sus ojos, Tamara no hace más que cuidar y querer a la niña y él es un patán qué en cuanto puede, le pone los cuernos con otras mujeres.

Ese día, Enrique terminó pasando la noche con Tamara, tenían una relación de años, una relación evidentemente tóxica, el CEO usaba protección y cada despertar junto a Tamara la obligaba a tomarse los anticonceptivos, y no solamente con ella, también lo hacía con las demás chicas con las que se acostaba, a pesar de qué Mariana es su vida, el joven aprendió una gran lección y no quiere más sorpresas como Mariana.

Por otro lado, en el edificio del grupo Larios, Mónica se presentó a su primer día de trabajo, llevaba puesto un traje ejecutivo, y parte de su cabello recogido, ella utilizaba mucho maquillaje para cubrir la cicatriz, está lo era tan pronunciada, ya que gracias a la medicina avanzada, los doctores utilizaron adhesivo Cutáneo en su rostro, esto no le dejó puntos u otras marcas más notables.

No obstante, siempre se notaba un poco, por lo que se hizo un flequillo que cubría parte de su mejilla.

Al llegar a la recepción se dirigió a la secretaria y se presentó ante ella.

-¡Señorita soy Mónica Foster la nueva directora!

Mónica junto a un abogado habían hecho el papeleo para crear una identificación, su padre la había borrado de los registros y Mónica tenía que ser alguien, así que decidió conservar su nombre y empleó el apellido de su madre.

-¡Srta. Foster, la estaba esperando, por favor sígame le mostraré su oficina! Esta jovencita parece ser muy descuidada y no se percató de que caminaba sosteniendo su taza de café.

Mónica caminó con gran elegancia detrás de la secretaria, mientras detallaba todo el edificio, casi todo era de cristal, por lo que entraba mucho la luz del día, los pasillos del edificio tenían un toque Europeo, se nota que el dueño se desgastaba en los grandes y pequeños detalles.

En ese momento, pasaron junto al ascensor del presidente de la compañía y la secretaria se alarmó al escuchar el timbre que anunciaba la llegada del CEO, de pronto sus manos temblaron y por error derramó el café.

-¡Srta. Tenga cuidado! La advertencia la hizo demasiado tarde, puesto que Mónica ya había resbalado. Y en cuestión de segundos, unos fuertes brazos detuvieron la caída.

Al levantar la mirada Mónica, se encontró con el gélido rostro de Enrique, quién la ayudó a recomponerse, y de inmediato el hombre rugió.

¿Por qué demonios hay café derramado en el piso? -¡La señorita por poco se golpea y si ella hace una demanda por la caída, perderé millones indemnizándola!

El CEO de esta compañía es muy estricto, no puede dejar que sus empleados hagan lo que les dé la gana, y ante la acción de la secretaria Enrique se volteó a su asistente y ordenó con rudeza.

¡Raúl llama de inmediato al personal de limpieza, no quiero accidentes, también comunícate con recursos humanos y pide una amonestación para esta señorita, ella sabe muy bien que está prohibido comer en horas laborales, para eso tiene sus horas de receso, su descuido casi me cuesta millones!

Como un perro regañado, la secretaria inclinó la cabeza, y se disculpó con su jefe. -¡Lo siento mucho señor no volverá a suceder!

¡Si, eso es un hecho, desde hoy quedará suspendida por tres días sin goce de paga! Enrique es un hombre que cuida a sus empleados, pero también su fortuna, esto se debe a que una vez, hubo un accidente que le costó parte de su fortuna, y ahora tiene que convivir con él, ya que el hombre exigió ante la corte parte de las acciones, ese hombre es nada más, y nada menos que su cuñado, Alejandro a quién Enrique no tolera en lo absoluto. Y esto se debe a que Thomas no obtuvo la compañía, y Alejandro quiso fregarlo de alguna manera.

Después del disgusto con la secretaria, el empresario recordó a la señorita y como todo un caballero se disculpó por su actitud, luego le preguntó el motivo de la visita.

-¡Soy Mónica Foster, la nueva directora adjunto!

¿Directora? ¿Acaso no eras un hombre? Evidentemente, Enrique se sorprendió, y se acercó a su asistente con disimulo, por lo que Raúl también se acercó y le susurró.

-¡Traté de decírselo, pero usted no prestó atención! Raúl se había encargado de hacer la selección, y Mónica era la única que daba la talla.

-¡Debiste haberme insistido, no puedo trabajar con mujeres, sabes que esa es mi gran debilidad! Enrique y su asistente murmuraban para que Mónica no los escuchara. Y al notarlo tan alarmado Raúl bajó la cabeza. -¡Señor esto no está bien!

Raúl sintió que fue una equivocación escoger a Mónica para el puesto, se dejó llevar por la hoja de vida de la joven, pero ella era la única que encajaba para el puesto.

En ese instante, el CEO detalló con detenimiento cada curva de la mujer y por consiguiente, dijo con lujuria.

-¡Cómo te atreves a decir que no está bien, solamente mírala, ella es muy hermosa!

Cómo ya les había dicho este CEO tiene un gran defecto y son las mujeres, no se puede resistir a sus encantos.

-¡SR. Por favor concéntrese, recuerde que ella está aquí, porque urge entregar una propuesta al gobierno, de lo contrario la competencia ganará este jugoso contrato!

Cuando se trata de mujeres, su asistente siempre lo hace poner los pies sobre la tierra, por esta razón Enrique no se enoja si lo corrige.

-¡Tienes razón, ya habrá tiempo para otras cosas! Ajustándose el traje Louis Vuitton, Enrique caminó hasta su oficina y la invitó a pasar.

Luego encendió la pantalla de su computador y de inmediato apareció toda la información de Mónica.

Por favor toma asiento. Enrique no ha caído en cuenta de que es la misma chica del aeropuerto, quizás porque el día anterior Mónica había viajado tan deprisa, que no le dio tiempo de arreglarse, además, se había estado sintiendo mal por la cirugía, y no tenía ánimos de nada, pero ese día, luce como una gran ejecutiva.

-¡Señorita según su hoja de vida, usted estudió en Tokio, ahí trabajaba para una de las mejores compañías, mi asistente recibió muy buena información y referencias sobre usted, además su antiguo jefe habló maravillas de usted y la dejó muy en alto, solamente espero que aquí también haga bien su trabajo y no me decepcione!

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