Capitulo 5.

Thomas sale adelante y Rosana lo sigue, luego él se acerca al coche y su chófer que ya lo esperaba, dice:

- Buenas noches señor Thomas.

- Buenas noches señor Leon.- Habló Thomas.

- ¿Habló Rosana siendo amigable y subiendo al auto al lado de Thomas.

León se sorprende, mirando por el espejo del retrovisor a la mujer que estaba al lado de su jefe, era la primera vez que iba a conducir a dos personas y no solo a su jefe, ella mira al conductor y con una sonrisa en la cara dice:

- Señor, ¿está todo bien?

-Puede conducir Leon. - Habló Thomas en serio.

-Estoy bien señorita. gracias por preguntar. Jefe, ¿adónde quiere ir?- preguntó Leon.

Thomas mira hacia otro lado, dirigiendo su rostro hacia Rosana y dice:

- A casa, por favor.

Ella observa que él la miraba y entonces dice:

- ¿Me pasa algo?

Thomas sigue mirándola en silencio, después de dos minutos, dice:

-No! acabo de tener curiosidad, como en tu primer día de trabajo, ¿conseguiste que nuestro mejor ingeniero renunciara?

- ¿Igor te contó lo que pasó? - preguntó ella.

- ¡No! Peter vino a mi oficina y me pidió que la despidiera y que le pidiera disculpas.

- ¿Lo hizo? Vaya hombre patético, pero tú, ¿qué le dijiste?- Preguntó ella curiosa.

- Que no lo golpearía de nuevo si se fuera de mi oficina.

-Gracias! por estar del lado correcto- ella habló con una sonrisa en su cara.

-Lo siento! por sus ofensas-Habló Thomas.

-No te preocupes, no me importa lo que dijo, después de todo no estará mañana en la empresa- Habló ella mirando por la ventana del coche en movimiento.

Se quedaron en silencio y después de unos minutos llegaron a la mansión.

Thomas se dirige a la puerta de la mansión sin mirar atrás, dice:

- Buenas noches señorita Rosana.

Ella que estaba detrás de Thomas, le toca el hombro, lo hace girar hacia ella y la misma lo abraza, los empleados que estaban cerca, miran todos sorprendidos, ya que su jefe siempre fue un hombre solitario y jamás llevó mujer, ni siquiera amigo alguno a su residencia.

Thomas siente el perfume de Rosana, el tacto de sus manos en su espalda y él se queda quieto, sin reacción, hasta que ella tira de sus brazos hacia su espalda haciéndolo que él también la abrace. Él entonces acerca su boca al oído de ella y susurra:

- ¿Qué significa eso señorita Rosana?

Sale del abrazo y dice:

-No tengo otra forma de agradecer el empleo, así que le di un abrazo, muchas gracias por la oportunidad señor Thomas.

- No necesitabas hacer eso, acostumbras abrazar a todos los que hacen algo por ti?- Preguntó él.

Rosana se aburre y se va sin responder a su pregunta, yendo a la cocina, donde algunos empleados estaban cenando.

-Buenas noches! - ella habló mirando a los empleados de la mansión.

— Esa es Rosana. — habló Adelma.

Después de que su tía presentara a Rosana a todos, ella se sentó y cenó con los empleados. Poco a poco salían dos y entraban dos más y así la cocina siempre tenía cerca de seis personas a la mesa cenando.

—Increíble como un solo jefe tiene tantos empleados en esta mansión— Habló Rosana sorpresa.

— ¿Y usted? ¿Es acaso novia del señor Thomas?— preguntó el jardinero.

—¿Dónde has visto a Tales hacer esa clase de preguntas? Ella es mi sobrina— Habló Adelma metiendo un pedazo de pan en la boca del jardinero.

Uno de los guardias que también estaba cenando dice:

—Pero usted parecía ser la novia del jefe, cuando lo abrazó en la puerta de la mansión.

— ¿De qué están hablando Rosana?— preguntó su tía confusa y a la vez curiosa.

—Solo quería ser amable con el señor Thomas, tía, lo abracé para agradecerle el trabajo-Habló ella.

—No estamos en Brasil, mi sobrina, pensé que sabía que la gente aquí no acostumbra abrazar a los patrones— Habló Adelma.

—Bueno, yo soy brasileña, ya basta hablar en inglés con las personas, pero no voy a dejar de ser quien yo soy para poner límites, un abrazo no es nada demasiado, fue solo un gesto de cariño-Habló ella.

Thomas entra en la cocina y ella sale hacia el jardín de la mansión.

—Señora Adelma, le pido disculpas si pareció que me aproveché de la situación por recibir el abrazo de su sobrina, pero no permitiré que los funcionarios conversen sobre eso, ¿me entienden?— Habló Thomas mirando al jardinero y al guardia de seguridad, que quedaron avergonzados delante de su jefe, que llamó la atención de los dos.

Continúa…

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