Infortunios.

Ese idiota de Noah realmente pensó que no podría hacerlo. ¡Le mostré que soy más que capaz!

Doy gracias a Dios que llegó el final del expediente y no he pasado. Mi acusado primario fue un milagro divino.

Porque hoy han sido desventuras tras desventuras. No puedo. Antes tenía que lidiar solo con mi estúpido supervisor... Y ahora tengo que lidiar con un CEO idiota y mandón.

Junto a mis cosas en mi escritorio y después de que todo esté organizado y debidamente guardado, salgo de la oficina.

¡Para mi sorpresa está lloviendo! Decidí coger mi teléfono, pero para mi sorpresa me olvidé de cargarlo y se descargó.

¡Genial! ¡Voy a tener que ir andando hasta la parada de autobús que está a unos 8 minutos de aquí, me voy a empapar! Coloco algunas pertenencias importantes en bolsitas Ziploc que tengo para protegerlos de la lluvia, suspiro profundo y miro el agua helada que cae gratuitamente del cielo.

Mojarme así me recuerda a cuando era una niñita a la que le encantaba jugar bajo la lluvia. Solo que ese tiempo ya pasó y ya no soy ella.

La lluvia apremia más y casi no veo nada a mi alrededor, mis pasos disminuyen haciendo mi tiempo de llegada a la parada de autobús aumentar.

Sin que Moana se dé cuenta por el volumen de la lluvia que ha aumentado, Noah pasa en coche y la ve, sin creer en que sus ojos ven, él piensa:

— "¡Esa mujer solo puede estar bromeando! Mirando esa lluvia sin un paraguas, podría por lo menos llamar un coche por el móvil o llamarme!" - Pienso mientras intento llamar su atención para sacarla de la lluvia.

Escucho un coche tocar la bocina y miro hacia otro lado. Al principio no identifico a la persona, pero al oír la voz veo que es Noah quien lo dice:

— ¿Moana, tienes algún tipo de problema? ¡Sal de esa lluvia y súbete a mi auto!

¡Creo que mejor no, señor el director! Alguien puede ver e interpretar mal. - Me mira enojado e insiste:

— ¡Moana, no seas infantil! ¡Sube al coche o te enfermarás! - Ella se detiene y yo paro con el auto, abro la puerta y la misma entra completamente empapada y temblando. Enciendo el calentador del auto, decido no ir directo a casa, lo que llevaría unos 40 minutos. La llevo a un hotel.

¿Por qué me trajiste a un hotel, Noah? ¡Podríamos haber ido directamente a tu casa!

¡Moana, solo toma un baño y quítate esa ropa mojada! ¡No pienses demasiado... entra al baño pronto, ya regreso!

Él sale y yo voy al baño. El agua tibia trajo la sensación que mi piel tanto quería. Me quedé allí debajo de la ducha por un tiempo, pensando:

"¡Noah fue muy amable! A pesar del día que tuvimos y de nuestro pequeño malentendido... fue muy amable al sacarme de la lluvia y traerme aquí."

Cuando me sentí más cómoda, tomé una toalla y empecé a secarme... hasta que escuché a Noah golpear la puerta y decir:

¡Moana, abre la puerta y coge algo de ropa que te compré!

Yo todavía estaba mojada, mi pelo goteaba, abrí la puerta, pero me alejé porque estaba resbaladizo y mojado todo por aquí. Lo vi meter el brazo con la bolsa en el baño.

— "Siento que ella sostiene la bolsa, pero por alguna razón la puerta se abre por completo. Al intentar cerrarla para no avergonzarla, yo termino estorbando y eso nos hace caer al suelo... Uno encima del otro."

Noah me mira a los ojos. Estoy completamente desnuda y él está acostado sobre mí, mirándome a los ojos. ¿Qué está pasando con él? ¿Por qué no se levanta? Mi respuesta viene después cuando sus ojos van de mis ojos a mis labios.

Él me besó... En mis pensamientos trato de entender lo que está sucediendo:

— "¿Qué está pasando? ¿Por qué me está besando? ¿Está borracho o se golpeó la cabeza? ¿Recuerda que nuestro matrimonio es solo en papel? ¿Qué es un acuerdo que nos beneficia a los dos y nada más?"

Pero mis pensamientos se evaporan como humo cuando siento su lengua buscando la mía, mientras su cuerpo presiona el mío cada vez más. Pierdo el control en ese momento, siento su mano enorme en mi piel y todo se calienta aún más.

Sé que esto está mal... ¿Pero desearlo también lo está? Entre lo sucio y lo mal lavado creo que me quedo con los dos. Siento la forma en que su cuerpo reacciona a mí... ¿Será que eso es cosa de mi cabeza?

Siento sus labios separarse de los míos y recorrer mi cuello. Luego, pone su frente contra la mía y me besa de nuevo. Parece que estamos en un trance.

Siento cómo empuja su cintura cada vez más hacia mi intimidad, lo que me humedece. Siento que su enorme miembro quiere entrar en mí, pero la ropa que llevamos nos impide ir más allá.

Al igual que este fuego que nos arrastra a la perdición, comenzó debido a nuestra caída accidental. Pero cuando su teléfono suena dentro de la habitación, todo se detiene automáticamente. Noah se levanta y sin mirarme va a la habitación casi corriendo y contesta el teléfono como si nada hubiera pasado.

¿Qué quieres decir? Me dejó aquí en el piso del baño, excitada y frustrada, como si lo que estábamos a punto de hacer no tuviera importancia alguna. Como si no fuera nada.

¿Tienes algún problema conmigo? Me levanto todavía mirándolo mientras está en el teléfono hablando con alguien como si nada hubiera pasado entre nosotros.

¿Cómo puede ser tan frío? ¿Dónde están sus emociones? ¡No voy a dejarlo pasar! Voy a vestirme y a ponerlo en su lugar. ¿Quién se cree que es? ¡Si Noah cree que va a usarme, está equivocado!

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Próxima actualización mañana.

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