Las nubes de lluvia estaban arriba del pueblo provocando un gran chubasco, gracias a los arreglos que se hicieron en las calles estás no se inundaban por el agua, solo había una leve capa de agua en estas.
La mayoría de personas se encontraban en sus casas refugiadas por culpa de la lluvia, otras estaban corriendo a un lugar con techos y otros pocos les daba igual, solo seguían su camino bajo la lluvia sin darle mucha importancia, uno de estos ejemplos es, Ramón.
Ramón estaba caminan por cierta calle que conducía a una de las salidas del pueblo, estaba todo empapado por culpa de la lluvia, cada pasó que daba era tan pesado que hacía que el agua que rodeaba sus zapatos se apartará, incluso con un caminar tan pesado el ruido que provocaba era casi nulo.
Continuó su camino hasta que se encontró con, Andrick, él caminó hasta tenerlo frente suya e interponerse en su camino —muévete —exclamo, Ramón con una voz áspera e intimidante.
El estilo de andar y el pelo mojado de Ramón, hacía difícil verle la cara —no tengo intenciones de hacerlo, tenemos que hablar sobre unas cosas —menciono, Andrick intentando sonar igual de intimidante que él.
La gente que estaba en las casas de alrededor se empezaban a asomar por la ventana para apreciar lo que pasaba fuera, en pocos segundos una gran cantidad de ojos estaban sobre esos dos, de la misma manera las personas que pasaban cerca de ahí se quedaban a una distancia considerable para no interrumpir lo que sucedía, pero, al mismo tiempo se acercaron lo suficiente para oír lo que decían.
Ramón compuso su postura, se quitó el pelo que tenía en la cara y dejo ver sus ojos vacíos, sin brillo, cansados y esa cara que quedó sin la sonrisa que le caracterizaba hace mucho tiempo —no tenemos nada de hablar, solo muévete y déjame pasar.
Andrick no sabía bien qué hacer, solo acertó a decir un par de cosas —vamos, no tienes que hacer esto, solo olvídalo y vamos a tomar algo, venga, te invito algo —menciono con una sonrisa forzada en su rostro.
—Sabes, me gustaría un batido doble… —al escuchar eso un destello de esperanza apareció en la cara de Andrick —pero sabes, no hay tiempo ahora, tengo cosas mucho más importantes que hacer.
Ese esperanza que pensó haber visto desapareció en un instante —vamos, no me dirás ahora que tu trabajo de guardián es más importante que tus amigos —exclamo Andrick de forma nerviosa en un tono burlón —ya ni siquiera necesitas proteger a la gente, ellos mismos se cuidan, no necesitan a nadie que les ayude.
Ciertas palabras resonaron en la cabeza de, Ramón, de forma negativa, agarró su látigo con fuerza y abalanzó un golpe hacia Andrick.
Andrick logro neutralizar gran parte del látigo haciendo que el látigo se enredará en su brazo izquierdo, de forma casi instantáneo y sin soltar el látigo, Ramón se movió hacia un callejón en el cual gracias a la lluvia no se podía ver —eso dolió como no tienes idea, creo que sería mala idea iniciar una pelea, en todo caso, ya sabemos quién saldría vencedor —exclamó, Andrick de forma excéntrica.
Andrick empezó a jalar con fuerza el látigo, al comienzo era fácil poder acercarlo con simple fuerza bruta, pero, en cierto punto, se puso tan pesado como si de una casa se tratase —sabes bien que cuando se trata de fuerza yo soy el que ganará, no importa cuánto importa cuán hábil seas, en una pelea de fuerza bruta, yo gano...
Al terminar de decir esa frase, Andrick hizo uso de su fuerza explosiva, durante un segundo se vio a Ramón, salir volando hacia la dirección de Andrick gracias a la inercia, para luego apreciar a Andrick en el suelo a punto de caer noqueado.
Todo fue tan rápido que ni el público pudo apreciar bien que fue lo que sucedió, durante ese corto segundo, Andrick recibió un golpe propinado por lo que parecía ser la vaina de una espada con una fuerza enorme, eso fue lo que hizo que cayera al suelo a punto de caer noqueado.
En el suelo, Andrick hablo en un tono débil, apenas audible para Ramón —no comprendo el porqué te aferras tanto a algo sin sentido, si eres capaz de idear este tipo de cosas ideas, no veo por qué no acabas con el de una vez por todas, de seguro sería fácil para ti matarlo.
—Sabes, hay algo de lo que soy capaz de hacer, estaba tan oculto que nadie se dio cuenta nunca, soy capaz de sentir las esperanzas y creencias de las personas que son cercanas a mí —menciono, Ramón, sin dejar de darle la espalda.
—Si eso fuera verdad, te hubieras deshecho de él hace mucho tiempo, todo el mundo desea que pague por todo lo que ha hecho, ¿Quién podría querer que él siga bien después de todo lo que hizo?
Ramón volteó y se acercó hasta tener sus pies frente a su cabeza —¿Por qué no dijiste que la gente quiere que muera?
Andrick se alteró un poco al oír esa pregunta —tanto tú, cómo otras personas no quieren que nadie más muera, alguien creía que "hasta la peor persona puede cambiar" y la esperanza de cierta persona fue “ver a todos convivir de forma pacífica sin importar sus acciones”, esto estuvo en sus mentes hasta sus últimos momentos de vida.
Con las pocas fuerzas que le quedaban, Andrick logro decir unas palabras —Ellos fueron…
Ramón hizo un pisotón cerca de su cabeza torciendo su cuerpo de una forma tan específica que logro hacer que el suelo temblará y que la lluvia que rodeaba a estos dos se detuviera por un breve momento, el estruendo logro que Andrick cayera noqueado sin poder hacer nada.
Después de hacer eso, Ramón solo se marchó del lugar, la gente se apartaba de su camino con miedo por la escena que acababa de ocurrir.
Toda la gente corrió a buscar refugio de la lluvia mientras Andrick seguía en el suelo. Pasaron varios minutos hasta que se despertara, cuando abrió los ojos vio borroso por un tiempo y su audición no era la mejor, parecía que ese pisotón le volcó todos sus sentidos, cuando logro recuperarse un poco, se sentó y vio una figura borrosa junto a él —pues sí que te dio una paliza, eso te pasa por no estar alerta —exclamo la figura de forma burlona.
Andrick intento decir algo, más no pudo, no tenía ninguna voz para hablar —parece que Ramón está un poco desubicado, estoy segura de que aunque quisieras en este punto ya no podrías ganarle, me preguntó qué hubiera pasado si nunca hubiera ocurrido ningún evento… —la figura se quedó callada por un momento y entre algunas lágrimas volvió a hablar —hazme un favor, no solo tú, también el resto de la generación, hagan que vuelva mi primo inútil y sonriente, verlo así ya no es divertido, a toda su familia le duele verlo así, así que, por favor… ayúdenlo.
Cuando Andrick pudo tener de vuelta todos sus sentidos pudo ver a la figura alejarse bajo la lluvia, su cabello frondoso color avellana delato de quién se trataba —lo siento, Camila, no creo que ni todos juntos logremos hacerle entrar en razón…
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