Etapa 1: Extranjero

—Tendré un tiempo limitado para recoger toda la información que ayude a mi pueblo ¿Estoy en lo correcto?… por lo menos podrías decir algo… ya veo, no afectas de forma directa este sito, en ese caso, haré algo que les ayude a cambiar algunas cosas.

Cierto amanecer estaban varios niños correteando, riendo, jugando por todo el pueblo, los adultos que los miraban sonreían al verlos, cuando estos pasaron cerca de una de las entradas del pueblo observaron la sombra de alguien acercándose desde el bosque —Alisa y Lena, adéntrense al pueblo y busquen un adulto que sea capaz de afrontar esta situación —exclamo, Mark.

Alisa y Lena corrieron rápido al centro del pueblo en busca de alguien que pueda ayudar, por si algo llegara a salir mal —no hay nada que pueda usar como arma cerca, mínimo puedo distraerlo, me acercaré para ver si sus intenciones son buenas o malas —menciono, Ramón.

Mark asintió ante esa proposición —tranquilo, si llegas a estar en peligro me aseguraré de no fallar —dijo, Andrick mientras recogía algunas piedras del suelo.

Los tres sentían peligro, pero no retrocedieron, Ramón se empezó a acercar a la entrada para toparse con la figura antes, cuando la tenía de frente, observo a: un joven de pelo blanco, orejas puntiagudas, iris azul y un cuerpo fornido, ambos se observaron de forma mutua, el joven empezó a hablar en un tono intimidante —niño ¿No dudaras ante algo desconocido?

—No, yo estoy cuidando mi pueblo y como protector de este no dudaré ante nada.

El joven sonrió y exclamo algo —se ven seguros a pesar de que aún sean unos niños, tienen la valentía afrontar lo desconocido, pero, les diré algo: no muerdan más de lo que puedan masticar.

Ramón solo sintió una leve brisa cuando el joven desapareció de frente suya para posicionarse detrás de, Andrick mientras le sujetaba la mano donde tenía las rocas —podrías lastimar a alguien con eso, ten cuidado —menciono el joven con una leve sonrisa.

Al oír esas palabras, un escalofrío recorrió todo el cuerpo de, Andrick —aléjate de él ahora mismo, sin hacer ningún movimiento brusco —exclamo, Mark intentando sonar lo más dominante posible mientras se acercaba al joven.

Este se alejó y rio —qué niños tan sorprendentes, jamás pensé que así sería este lugar, bien, son más que yo, de seguro me ganarían si entramos en una batalla ¿Verdad? —en su voz se notaba una gran cantidad de sarcasmo.

—En ese caso, vendrás con nosotros sin rechistar una vez que lleguen los demás —menciono, Mark.

—Sí, sí, sí, no te preocupes, después de todo mi tiempo es limitado y debo recabar información sobre algunas cosas, cuando lleguen me avisan, estaré arriba en las copas de los árboles.

Cuando los niños voltearon a verlo de nuevo, este ya no se encontraba ahí y solo se sentía una brisa de aire, ninguno de ellos comprendía nada de lo que estaba pasando, tampoco podían hacer algo para evitar lo que paso, Ramón se empezó a acercar al resto y con una voz decepcionada pregunto —¿Perdimos?

—Nunca había visto alguien que fuera tan rápido, si él quisiera puede ganarle a todos en lo que sea, si así son las personas fuera del bosque, estaremos perdidos, si alguien viene con malas intenciones… —menciono, Mark, en un tono frustrado.

A pesar de ser niños de corta edad ya tenían una mentalidad madura, sabían que fuera de ese bosque había algo que sobrepasa a todos los de aquí y que si pensaban en destruirlos no se podrá hacer algo para evitarlo, con eso en mente los niños comenzaron a caminar adentrándose un poco al bosque —¡dijiste que querías información, bien, nosotros te la daremos a cambio de algo! —grito, Mark.

El joven bajo de un salto desde las copas de los árboles y los miro con duda —¿Cuáles son sus exigencias?

—Queremos ser capaces de defender nuestro pueblo, pero, no somos capaces de nada ahora mismo como viste, queremos que nos enseñes a hacer cosas que nos ayuden a defenderlo —exclamo, Andrick.

El joven sonrió y empezó a mirar a todos de manera detenida —está bien, pero solo les daré consejos, no puedo monitorear su entrenamiento, ya que me tengo que marchar —el joven empezó a tocar los cuerpos de los niños —comprendo, es algo normal, todavía sus fortalezas no están definidas, tienen toda su infancia y adolescencia para eso, aunque a pesar de eso se notan que ya tienen fortalezas.

Los niños estaban asombrados —tú, el niño de las piedras, está bien que intentes mejorar tu puntería, pero, tu fortaleza es tu fuerza misma, mejora tu físico, sin descuidar tu puntería, eso te ayudara a dar golpes certeros a tus oponentes —exclamo el joven mientras empuñaba el puño de, Andrick.

—Niño valiente, tu temple es increíble, eso te ayudara a no retroceder ante nada, te sugiero entrenar todo en general, puede que no lo perfecciones como ellos, pero, te salvara en más de una ocasión, puedes hacer lo mismo que hice yo, aprende a desplazarte por los árboles, se requiere: fuerza, resistencia, precisión, visión y algunas cosas más, es un buen entrenamiento para gente como tú —menciono mientras miro a, Ramón.

—Por último, el líder, sabes dar órdenes más, no tienes fuerza, tu cuerpo emite un aura misteriosa, eso te ayudara a escabullirte, tu hábitat será la oscuridad donde te desplazaras con gran facilidad, serias un gran ninja.

Todos los niños estaban emocionados con lo que acaban de escuchar —bien, ya les dije que pueden hacer, ahora, la información.

—De acuerdo, después de todo ese era el trato; somos el pueblo, Akala, tenemos varias generaciones que nos respaldan detrás de nosotros, también tenemos una gran variedad de estudios que nos dan a diario, ya sea para aprender cosas básicas como para cosas complejas, algunas de estas son opcionales, todas las personas nos conocemos y no hay nadie que entre en el bosque de forma voluntaria sin una buena razón, ya que es la principal razón de pérdidas de personas, se han documentado varias estructuras en este, más aún no el fin del mismo, en cierta época se una hizo gran variedad de expediciones para encontrar el final, pero ninguna tuvo éxito —exclamo, Mark.

El joven asintió y rio un poco, estaba a punto de decir algo, pero las voces de las niñas que buscaron al adulto se escucharon acercarse, el joven desapareció en ese momento y ya no se le volvió a ver nunca.

Cuando le explicaron todo lo sucedido al adulto pensó que era una broma y solo se fue, cuando este ya no se veía, Mark se acercó a los demás y pregunto —¿Qué es un ninja?

—No estoy seguro, pero tampoco sé cómo voy a subir hasta las copas de los árboles, también estoy seguro de que si intento brincar entre ellos me voy a caer y eso me va a doler —menciono, Ramón.

—Vamos, no se quejen, solo hay que seguir sus consejos y seremos capaces de serle frente a todo lo que se nos interponga —exclamo, Andrick emocionado.

—Claro, como te toco lo más fácil.

—Es verdad, vamos a ponerle pesas de 80 kilos para entrenar.

—¡No!, eso va a matarme.

—Ramón tiene razón, deberíamos hacerlo.

Los niños continuaron haciendo eso durante un rato hasta que cayó la noche y se fueron a dormir a sus casas.

—Ya tiré la primera ficha, veamos como se desarrolla esta historia, un bosque de gran tamaño, increíble, sin duda digno de este sitio, me gustaría ver que pasara, pero, debo volver a mi hogar.

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